viernes, 16 de septiembre de 2011

Vestigios de un mar en retirada (parte I)

Esta entrada me ha llevado mucho tiempo. Resume el resultado de muchas salidas al campo realizadas este verano en Cortes de Pallás y como tenía mucha información he tenido que forzar al máximo mi capacidad de síntesis para no hacerlo excesivamente prolijo y a la vez no dejarme nada que pudiera ser importante. Finalmente he optado por dividirlo en varias partes para hacerlo más fácilmente digerible.

En esta primera parte introduciré el contenido de la serie y en próximas entregas entraremos en faena. Ya os digo que el objetivo es mostrar las evidencias que nos permiten ver cómo el mar se retiró lentamente al final del Cretácico, poniendo fin a una invasión del continente por las aguas que duró millones de años. Bueno, al grano:

He pasado una buena parte de mi niñez jugando en la montaña sobre la que se asienta Cortes de Pallás. En esa época en la que no tienes calor, ni frío ni hambre si no te lo dice tu madre. Entonces me abrían la puerta por la mañana y salíamos a jugar con total libertad para movernos a nuestras anchas. No importaba la temperatura de agosto a mediodía. Nosotros subíamos por aquellas cuestas y jugábamos a construirnos refugios con rocas, a deslizarnos por la cara superior de un estrato calizo inclinado ('La resbalosa') y a otras actividades que helarían la sangre de un padre actual. La primera lección acerca de como acercarme a una roca me la dio mi padre: 'nunca cojas una piedra metiendo la mano debajo: no sabes qué puede haber'. Lo que podía haber pasaba desde insectos de aspecto terrorífico hasta alacranes (escorpiones) de los cuales entonces se veían muchos y ahora ninguno, no sé por qué. Por cierto, que años después yo mismo transmito esa primera lección de geología de campo a mi hija Inés...



Vista de Cortes de Pallás y Las Peñas con indicación
 del itinerario que analizaremos
El caso es que esa montaña, conocida en Cortes como 'Las Peñas' y geográficamente por el topónimo de 'Pico de Zarooza', esconde pistas que nos permiten recostruir parte de su pasado. Sólo hace falta comprender su lenguaje y prestar atención.

Y esta historia es la de un mar antiguo y de cómo inició lentamente su retirada a finales del Cretácico.

La hoja de Jalance del Mapa Geológico Nacional nos dice que este macizo está formado por materiales calizos de edad cretácico superior. Las lacacinas (un tipo de foraminífero, protozoo dotado de concha) permite asignarle edad Santoniense (aprox. hace 80 millones de años). Estructuralmente se trata de un bloque fallado y descolgado respecto a su posición original en lo alto de La Muela de Cortes, como tantos otros de los que flanquean el cañón del Júcar (una fosa tectónica espectacular que marca toda la zona. Podéis verlo en la fotografía de la cabecera del blog)



Detalle de una lacacina a través de mi lupa x10
Como muchas cosas, la motivación para recorrer Las Peñas con otros ojos surgió por casualidad. Yo ya había encontrado algunas muestras de mano con lacacinas en el camino que baja a la piscina desde el pueblo, al pie de la Era de Piera. Una vez se sabe qué buscar se encuentran con relativa facilidad. Pues bien, este verano, mientras subía o bajaba a la piscina con Inés, me llamó la atención un bloque de roca blanca con abundantes ejemplares de lacacinas. Alguién lo había colocado como elemento delimitador del camino hace un par de años, cuando lo acondicionaron. Al observarlo con detenimiento detecté un pequeño fragmento con una delicada estructura geométrica que llamó poderosamente mi atención. Al día siguiente, ya provisto con mi lupa de 10 aumentos, pude confirmar que se trataba de un resto de material esquelético constituido por multitud de celdillas poligonales. Y pensé: 'Habrá más de donde vino éste. Hay que echar un vistazo'. Y de esa forma comenzó la serie de salidas de campo cuyo resultado os presento hoy.



Fragmento esqueletal mostrando la estructura de celdillas poligonales

En la primera fotografía podéis ver el recorrido aproximado que realicé en estas salidas. El punto de partida está en el arranque del camino que baja a la piscina, junto a la era de Piera. El final está en las inmediaciones del camino que lleva al cementerio y, más allá, al helipuerto.

Si continuamos ascendiendo hasta la cima del macizo podremos disfrutar de estas espectaculares vistas. Y miradlas bien, porque ya no son así. La semana pasada la criminal imprudencia de algunos vecinos de Cortes provocó un incendio forestal en la zona que arrasó 100 ha, por lo que pasarán muchos años hasta que la zona se recupere y vuelva a tener este aspecto.



Vista desde lo alto del macizo de Zarooza. Cañón del Júcar a su paso por Cortes de Pallás
Antes de acabar os voy a presentar un croquis en sección que nos ayudará a interpretar los resultados (este croquis ha sido amablemente realizado por Ignacio Meléndez y sustituye a mi anterior dibujo a mano alzada: ¡gracias!) En la zona que recorrí el macizo presenta dos litologías bien diferentes. En la base encontramos materiales calizos de gran dureza, lo que origina el relieve escalonado tan característico de Las Peñas. Estos materiales resisten bien la erosión y forman cortes pronunciados. En la zona superior, por contra, aparecen materiales con un mayor contenido detrítico, más deleznables, y por tanto se erosionan con facilidad dando lugar a pendientes suaves y relieves más tendidos.

Croquis del perfil trasversal del recorrido realizado.
Comparar con la fotografía de Las Peñas.
Dibujo realizado por Ignacio Meléndez, cuyas habilidades gráficas exceden en varios órdenes de magnitud a las mías.

La vegetación también nos muestra ese contraste, ya que en las laderas de la base no se forman suelos y los arbustos crecen enraizándose en grietas y fracturas de la roca, mientras que en la parte superior sí se desarrollan suelos y las plantas encuentran un ambiente más favorable, observándose la presencia de pinos. De esta forma, cuando ascendemos por la ladera, al principio vamos atravesando toda una sucesión de estratos superpuestos. Sin embargo, al llegar a la zona superior, los estratos tienen la misma inclinación (aproximadamente) que la ladera, por lo que en la zona final del recorrido recorremos, en cierto modo, la cara superior del mismo estrato.

Y bueno, armados con todo esto ya estamos preparados para comenzar nuestro viaje en el espacio y el tiempo. Pero eso será en la próxima entrega, que por hoy ya está bien.



6 comentarios :

  1. Hola Isaac. Espero que te resulten interesantes los próximos capítulos. Por cierto, este fin de semana estaré en la Costa Brava, concretamente en Begur. ¿Conoces algo de interés (geológico, claro) en la zona? Sobre todo algo que tenga fácil acceso en coche, ya que mi mujer está lesionada y no puede caminar mucho en terrenos irregulares...

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  2. Un clásico en Begur mismo és ir des de la playa de Pals, dónde las antiguas antenas de Radio Libery, y tirar hacia el sur por el camino de ronda bordenado el mar y llegar en un pim pam a la platja de sa Riera. En mi blog hay una referencia:
    http://blocdecamp.blogspot.com/2009/05/platja-del-raco-cala-de-lilla-roja-baix.html
    Te puedes descargar una ficha:
    http://www20.gencat.cat/docs/dmah/Home/Ambits%20dactuacio/Medi%20natural/Sistemes%20dinformacio/Inventari%20despais%20dinteres%20geologic/Consulta%20de%20les%20fitxes%20descriptives%20dels%20EIG/documentos/352_descrip.pdf

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  3. Buena introducción. Dan ganas de dejar un dia la piscina de lado para subir al recorrido. ¿Es correcto asumir que las lacacinas indican que estaba inundado en la edad Santoniense? ¿Y que conclusión se puede sacar de las diferencias del terreno? ¿Qué indica que no se pudo haber retirado en el Cenozoico?
    Por otra parte, parece que eres la primera persona que pone la palabra lacacina en la red. Intenté buscar en google (pues no tenía ni idea de que era) y google asumió que me había equivocado "did you mean La cocina?".

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  4. Hola Carlos: las lacacinas son foraminíferos marinos y por tanto indican la presencia de estas condiciones en aquel momento. Los materiales que se depositan sobre el Santoniense tienen edad Campaniense - Maastrichense y corresponden a un tránsito marino-continental con la formación de zonas pantanosas o lagunares con poca influencia marina (en la zona de Cortes, claro). En otras zonas próximas durante el Mioceno vuelven a registrase condiciones marinas.

    En cuanto a las lacacinas, si buscas 'lacazina' si que aparece algún resultado geológico. Sin embargo, de forma general, puedes buscar 'foraminíferos'.

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