jueves, 29 de septiembre de 2011

Vestigios de un mar en retirada (parte III)


Hola amigos, con esta entrega finaliza la serie que hemos dedicado a estudiar la regresión marina a finales del Cretácico y las pruebas que han quedado de este evento en las rocas de Cortes de Pallás. Antes de seguir es conveniente que repaséis los anteriores artículos de la serie:

Lee aquí la primera parte de la serie sobre el final del Cretácico en Cortes de Pallás.
Lee aquí la primera parte de la serie sobre el final del Cretácico en Cortes de Pallás.

Si recordáis, en la anterior entrega pudimos ver como las rocas que encontrábamos correspondían a ambientes cada vez más someros: desde las calizas micríticas de la base pasando por los niveles de brechas retrabajadas por tormentas y corrientes, las calizas con bioclastos procedentes de los animales del arrecife hasta el propio arrecife, que se encontraba muy cerca de la superficie pero por debajo del nivel de la marea baja, permanentemente sumergido. Si os fijáis, esta sucesión vertical depositada en un mismo punto conforme avanza el tiempo se corresponde con la que se encuentra en un mismo momento si avanzamos desde el mar hacia la costa (de forma simplificada). Se trata de una ley fundamental de la estratigrafía y se conoce como Ley de Walther o principio de correlación de facies (iba a poner un enlace a la Wikipedia pero está explicado de forma tal que nadie que no lo sepa ya puede entenderlo).

Pues bien, continuemos desde donde lo dejamos. Estamos en el arrecife y seguimos subiendo. A partir de aquí las cosas se aceleran un poco, como podréis ver.


El arrecife. Destaca por su color oscuro y formas redondeadas.
Observad como a partir de este punto la pendiente del terreno se suaviza

Lo primero que encontramos a continuación es un nivel lumaquélico (es decir, con multitud de fragmentos de conchas). Estas conchas han sido acumuladas por acción del oleaje, y por tanto son indicativas de un nivel mayor de energía (por ejemplo, las olas rompiendo). Todos podemos recordar como en las playas, en la zona donde rompen las olas, justo cuando estamos mojándonos los pies, suele haber sobre el fondo acumulaciones de conchas, guijarros, etc.





Nivel lumaquélico (afloramiento de Cortes)
 
Muestra de mano correspondiente a la lumaquela (afloramiento de Cortes)

En este punto el terreno cambia significativamente. Hasta aquí los estratos están muy bien definidos y dada su resistencia a la erosión dan lugar a un relieve bastante abrupto. Sin embargo, a partir de aquí la pendiente se hace más tendida ya que las rocas son más fácilmente erosionables, Recordad el croquis:

Croquis de la sección estudiada. Elaboración: Ignacio Meléndez.

Continuamos la ascensión y encontramos detalles que nos indican claramente un cambio en las condiciones sedimentarias. En primer lugar un nivel de carniolas. Las carniolas son rocas indicativas de ambientes evaporíticos. La evaporación del agua marina hace que se produzcan concentraciones de minerales como la sal común (halita) yesos, etc. Posteriormente, al disolverse de nuevo estos minerales, dejan unos huecos en la matriz carbonática que son muy llamativos.

Carniolas. Afloramiento de Cortes
Quizá en esta fotografía no se aprecie bien lo que digo, pero en esta otra, tomada de un corte de un barranco próximo, se ve perfectamente:

Carniolas. Observad los huecos dejados por la disolución
 de los minerales evaporíticos. Afloramiento de Cortes

Estas rocas probablemente se formaron en zonas costeras donde se establecían áreas cerradas o con poca comunicación con el mar en las cuales el agua quedaba retenida y la evaporación superaba a los aportes desde la costa.
Seguimos avanzando y encontramos nuevos indicios. Por ejemplo, laminaciones de algas. Están producidas por la precipitación de carbonato sobre tapices de algas en la zona entre mareas (alta y baja).

Laminaciones de algas. Como véis, son evidentes en la superficie alterada
a causa de las diferencias de resistencia entre láminas. Afloramiento de Ruhaya

Podemos encontrar una sección de estas laminaciones en la carretera que sube desde Cortes de Pallás a La Muela, al pasar el cementerio. En una cuneta podemos ver lo siguiente:
Repetición cíclica de niveles con laminaciones de
 algas. Carretera de Cortes a La Muela
Este corte es esencialmente idéntico al que se encuentra en la Rambla del Tambuc, donde existe un yacimiento de icnitas de dinosaurio precisamente en estos niveles. Para recordarlo podéis repasar la entrada que hice en su momento. Quién sabe, quizá buscando en los lugares adecuados tengamos suerte y encontremos huellas también en Cortes...

Pero sigamos adelante. Otros indicios que nos indican que estamos en una llanura mareal que quedaba expuesta al aire en el periodo entre mareas es la aparición de estructuras de tipo 'tepee'. Cuando el sedimento carbonatado queda expuesto a la atmósfera y el sol se reseca precipitan cementos que, a fuerza de repetirse en ciclos diarios, hacen que se cree una corteza sobre el terreno que se expande y agrieta. Puesto que la corteza trata de extenderse sobre una superficie mayor de la disponible se levanta, formando unos picos como de tiendas de campaña, de donde procede su nombre. Aquí algún ejemplo:
Estructura tipo tepee. Observad las grietas y el pico
levantado central. Afloramiento de Cortes
Como ya os dije, la granulometría de los materiales va aumentando conforme nos aproximamos a la costa, indicando ambientes de mayor energía. Pasamos de mudstones y wackstones (rocas carbonatadas con granos del tamaño de la arcilla, muy finos) a grainstones y packstones. Esto nos indica un nivel creciente de energía. En la zona de la llanura mareal, donde también existen áreas en las que no hay agitación, vuelve a encontrarse algún nivel con mudstone (no tengo ninguna foto). Esta terminología puede resultar un poco liosa, pero si alguien tiene interés puede encontrarla aquí: se denomina clasificación de Dunham.

En algún punto incluso se encuentran niveles de cantos redondeados acumulados por la acción del oleaje y corrientes y posteriormente cementados formando un pavimento:

Pavimento de guijarros cementados
Ya podéis ver a estas alturas que hemos abanadonado el medio netamente marino y estamos en la zona de transición entre el mar y tierra firme. Ahora vamos a ver una evidencia definitiva de exposición a un medio subaéreo. Se trata de un bloque con grietas de desecación producidas al quedar expuesto al sol el sedimento. Se explica por sí mismo:

Grietas de desecación en el sedimento. La prueba definitiva
de la exposición a un medio subaéreo. Afloramiento de Cortes
¿Y después de esto, qué? Pues encontramos materiales netamente continentales, conglomerados y areniscas. Supongo que serán terciarias y probablemente muy posteriores a la retirada del mar, cuando los terrenos quedaron elevados y expuestos a la erosión y sedimentación continental. Parecen depósitos fluviales de una antigua corriente que excavó un pequeño barranco en los materiales cretácicos. Los estratos presentan el mismo buzamiento que las calizas infrayacentes, lo que nos indica que son previos a la aparición de la falla y hundimiento del bloque que constituye el macizo de Zarooza. Este afloramiento se encuentra en la parada 3 del itinerario, que os pongo aquí como recordatorio:

Recorrido en el afloramiento de Cortes. Entre las paradas 2 y 3 se
encuentran los depósitos conglomeráticos y arenosos

Barra conglomerática sobre arenisca. Obsérvese que en el estrato conglomerático
 los clastos presentan una grosera alineación de arriba a la izquierda hacia abajo a la derecha 

Aquí acaba nuestro recorrido en el espacio y el tiempo, una vez desaparecido el mar que en un tiempo cubrió este territorio. Como ya os dije, yo os he presentado las pruebas como algo acabado dentro de su contexto. En la realidad lleva muchas visitas al campo y horas de reflexión encajar las piezas, pero ahí es donde está la diversión ¿no es cierto? A modo de resumen, aquí tenemos el croquis que nos sirvió de orientación completado con la litología.

Croquis de la sección con la columna cronoestratigráfica básica con indicación de las facies predominantes en cada nivel. Elaboración: Ignacio Meléndez.

Antes de despedirme quisiera enseñaros algunas fotos del 'making of', ya que uno no va siempre mirando al suelo...


Avispero. ¡Más peligroso imposible!

Ejemplar de cabra hispánica en las inmediaciones de la parada 1

Como habéis podido comprobar las 'piedras' no son todas iguales y son capaces de contarnos historias de tiempos y paisajes desaparecidos hace mucho, mucho tiempo. Espero que os haya gustado y os ayude a apreciar esta desconocida ciencia que es la Geología (y, a los que sois de Cortes, vuestro pueblo).

Repasa los anteriores artículos de la serie:




2 comentarios :

  1. Extraordinaria y muy didáctica crónica de la regresión finicretácica. Enhorabuena y gracias por este relato tan interesante.
    Saludos

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    Respuestas
    1. Hola Nacho,

      Tengo nuevo material esperando el momento de publicar acerca del Maastrichense y la transición al Terciario en Cortes. Lo que no tengo es tiempo para escribir...

      Un saludo y gracias por visitar Aventuras geológicas

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