viernes, 28 de octubre de 2011

Vacaciones y geología en la Costa Brava (parte II)

La verdad es que ahora que parece que el otoño está aquí para quedarse (en lo meteorológico, claro) repasar fotografías de días más cálidos en la Costa Brava produce una curiosa mezcla de sensaciones, pero la obligación es la obligación: vamos a terminar de repasar el viaje a Begur, sus playas e interesantísimos afloramientos geológicos en esta segunda entrega (haz click aquí para repasar la primera parte de esta serie sobre la geología de la Costa Brava).

Begur posee, además de un núcleo urbano muy bonito y bien cuidado, un frente marítimo muy extenso con acantilados que, de tanto en tanto, albergan pequeñas y encantadoras playas. Una serie de caminos de ronda permite recorrerlos a la vez que se disfruta de grandes vistas al Mediterráneo, las Islas Medas y, como no, los propios acantilados. Nosotros hicimos en dos jornadas el trayecto desde El Racó hasta la reserva marina de Ses Negres (Geno, en una fase muy inicial de recuperación de su fractura, se portó como una monstrua y aguantó más de lo que nos imaginábamos). A continuación os muestro el recorrido:


Camino de Ronda entre El Racó y Ses Negres

¿Qué nos ofrece la geología del lugar? Pues en la zona confluyen muy diversos elementos: rocas metamórficas, rocas ígneas, rocas sedimentarias, plegamientos, intrusiones, estructuras sedimentarias...todo ello en el marco de la discordancia que señala el inicio de la formación de la cuenca del Ebro. Comencemos por situarnos: Durante el inicio de la era Terciaria la colisión entre la microplaca Ibérica y Europea cierra el estrecho mar que existía entre ambas y pliega los materiales depositados en ella para formar los Pirineos. A los pies del relieve en formación comienza a acumularse el material erosionado de las montañas en formación, en la denominada cuenca del Ebro. Posteriormente el mar vuelve a avanzar cubriendo los sedimentos gruesos recién depositados. Por tanto, podemos observar:

1. El basamento Cámbrico (depositado hace más de 500 millones de años)  deformado por la orogenia Hercínica (hace unos 300 m.a.) e intruido por filones de rocas ígneas. Recordemos que la orogenia Hercínica fue el resultado de la colisión entre antiguos continentes que dio lugar a Pangea. Este nivel está plegado y arrasado por la erosión y recubierto discordantemente por:

2. Los materiales Paleocenos - Eocenos (unos 50 m.a., para situarnos y sin precisar), primero propios de un ambiente continental y luego marino (muy abundantes en fósiles, como veremos) 

Es decir, veremos el resultado de brutales colisiones entre continentes, el levantamiento de cordilleras como resultado de las mismas y su posterior arrasamiento y cubrimiento con nuevos materiales.

Aquellos interesados pueden descargar una ficha muy completa correspondiente a este geotopo elaborada por la Generalitat (enlace aquí). Ahora estamos listos para comenzar el recorrido.

En la playa de L'Illa Roja pueden observarse multitud de detalles con gran interés estructural. Nada más llegar a la playa el contraste de colores y formas ya nos avisa de que se trata de un lugar interesante:

Vista de la playa de L'Illa Roja. Fijaos en el mosaico de colores y estructuras

Las siguientes imágenes repasan distintos elementos del afloramiento: el zócalo paleozoico y los sedimentos terciarios discordantes. En la siguiente fotografía vemos, en primer término, los mármoles paleozoicos verticalizados y, en segundo término, la sucesión de estratos terciarios en clara discordancia angular. El primer nivel, de brechas rojizas, corresponde a un ambiente contiental y es la base de la secuencia. Sobre ella y con contacto erosivo los niveles gris crema de los conglomerados marinos y sobre ellos los niveles de calcarenitas con laminación ondulada, diría que de oleaje.


Vista general de la discordancia

En el abrigo que se ve en el centro de la imagen anterior podemos 'tocar' el contacto entre el paleozoico y el Terciario:

La discordancia: el paleozoico, oscuro, abajo. El Terciario, rojizo, arriba.

Brechas arcillosas continentales. Observad el color rojizo,
la presencia de matriz arcillosa y los  clastos angulosos
 poco seleccionados
Nivel de conglomerados marinos. Los clastos están mas redondeados y
 su origen está en los materiales paleozoicos. Contienen fósiles marinos
Detalle de los niveles calcareníticos con laminación ¿de oleaje?
La isla roja, que da nombre a la playa, ha dejado de serlo recientemente ya que un cambio en la dinámica del litoral a propiciado la formación de un tómbolo arenoso que la une a tierra firme. El origen de la isla está en un dique intrusivo que tiene su continuación en el lado de tierra.

L'Illa Roja y el tómbolo
Al continuar el camino hacia Sa Riera podemos ver multitud de detalles:

Micropliegues en los materiales paleozoicos 

En la construcción de algunas de las viviendas que recaen sobre el acantilado se han empleado bloques de roca procedentes de la excavación ejecutada para su cimentación. En muchos de ellos hay señales de actividad biológica. Fijaos en la siguiente imagen:

Sección por un plano horizontal de galerías de vivienda verticales
En un medio agitado y poco estable (como la arena de la playa en la zona batida por el oleaje) los animales filtradores excavan galerías verticales en las que se entierran, asomando a la superficie únicamente el aparato filtrador. Las secciones de la imagen anterior se asocian dos a dos, correspondiendo una al orificio de entrada y el otro al de salida, por donde se expelen los deshechos. Por suerte, podemos encontrar también las secciones verticales en U de estas 'viviendas':

Sección vertical de una galería análoga a la anterior.
Observad el orificio de entrada y el de salida: ¡casi podemos ver al animal dentro!
Ya en Sa Riera se puede disfrutar de calas como ésta. Fijaos en las viviendas del acantilado del otro lado: en algunos puntos casi no hay sitio para poner el hito de la línea del dominio marítimo terrestre. La verdad es que es indignante (como tendréis ocasión de ver en alguna fotografía más adelante).


Geno en Sa Riera

Este erizo no es fósil, pero nos permite ver el aparato masticador,
 conocido como 'linterna de aristóteles', compuesto por cinco dientes
Una vez pasada Sa Riera, ya al día siguiente como comprobaréis por la luz de las fotografías, continuamos encontrando cosas muy interesantes. Pero echemos primero la vista atrás:

Vista de L'Illa Roja (centro) desde la playa de Sa Riera. Observad los grandes
pliegues de los materiales oscuros a la izquierda de la isla.

Siempre me gusta encontrar foraminíferos. Como ya hemos comentado en alguna ocasión se trata de animales unicelulares que segregan una concha. En el Paleógeno alcanzaron tamaños gigantescos (para un animal unicelular, claro). Aquí encontramos Nummulites, muy característicos del Eoceno y que debieron ser abundantísimos en el mar en aquella época.

Este afloramiento está formado por caliza nummulítica

En este detalle podéis apreciar el tamaño y estructura de una concha de nummulites
A partir de este punto el camino transita por unas areniscas repletas de fragmentos esqueletales de diversos organismos, principalmente bivalvos y erizos de mar. Bueno, en realidad hay que salirse un poco del camino y acercarse al borde del acantilado, en el pequeñísimo espacio entre las lujosas viviendas y el mar (viviendas que el Ministerio no derriba, como si hace con las propiedades de otra gente con menos 'glamour', como ya hemos podido ver en muchos sitios en Valencia). Y si no, mirad:


Las areniscas ricas en fragmentos esqueletales tienen un color anaranjado característico.
Fijaos en la piscina a la izquierda: más cerca del mar imposible
Restos de erizos de mar. Los fragmentos tubulares son espículas

Nivel de valvas
El hecho de que los restos estén tan fragmentados nos indica un medio con mucha energía.
¡¡Mirad que pliegues tipo chevron tan bonitos!!
Ya de vuelta, en la playa de El Racó, se puede ver esta curiosa estructura sedimentaria. Parece un volcán visto en sección ,y según mi opinión, se formó por el escape del agua atrapada bajo las distintas capas de arena. Observad como la arena inyectada bajo las láminas superiores las deforma formando esas curiosas líneas curvas a la derecha de la moneda:

Estructura de escape de agua
Aunque todo el entorno es bastante complejo. Pudiera ser que esa inyección de agua y arena se provocase por el desplazamiento del bloque de la izquierda (observad lo que parece una microfalla) que deformase las láminas de arena. En esta zona todo el conjunto tiene un aspecto ruiniforme, con grandes bloques de calcarenitas que parecen flotar en láminas muy deformadas de arenisca, como si se hubiese producido un deslizamento de los materiales, quizá a causa de un colapso por disolución en los niveles calizos. Sé que es difícil en una fotografía pero, ¿alguien quiere dar su opinión?:

Aspecto caótico de los materiales en la playa de El Racó:
 bloques y láminas deformadas
Por último, y para acabar, veamos dónde han acabado algunos de estos nummulites con el paso del tiempo. Lo que os muestro es parte del pasamanos de una escalera en Begur:

Destino final (de momento) de los nummulites del Eoceno
Espero haber despertado en vosotros el interés por esta zona. Realmente vale la pena. Nosotros, desde luego, disfrutamos mucho.


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miércoles, 26 de octubre de 2011

Así se hizo la Tierra y la escala del tiempo geológico

Hoy vamos a hacer una pausa en nuestro frenético repaso de excursiones geológicas de interés porque quiero hablaros de una serie documental que me parece altamente interesante y, de paso, hacer algunas reflexiones acerca del tiempo geológico.

Se trata de la serie de divulgación Así se hizo la Tierra, de la que ya podemos disfrutar de dos temporadas. Si bien pueden descargarse de internet (no sé si debería decir esto) al menos la primera de ellas ya se puede adquirir en DVD (yo lo he hecho, una gran compra). La segunda está en emisión en el canal de Historia y, al menos en España, aún no está a la venta.


Cada temporada consta de 13 episodios en cada uno de los cuales se analiza en detalle un lugar de la Tierra un suceso del pasado con gran interés geológico. El planteamiento quiere reproducir, aunque sea de lejos, el proceso de inferencia llevado a cabo por los científicos para desentrañar un misterio geológico a través de las pruebas recogidas en campo por geólogos provistos de martillos y lupas de 10 aumentos que se pasan el rato picando y analizando muestras sobre el terreno (me encanta). El enfonque es muy didáctico y os la recomiendo de todas todas. Como os digo, acabo de visionar la segunda temporada y hay dos episodios que me han gustado especialmente: El desierto del Sáhara y La edad de hielo en Norteamérica. ¿Y por qué? Pues aquí es dónde quería llegar.

El concepto de tiempo profundo es de vital importancia en Geología. Tanto es así que sin comprenderlo no es posible captar la magnitud y escala de los procesos que configuran nuestro Universo, la Tierra que habitamos y nuestras vidas (como individuos y especie). La diferencia de escala entre una vida humana y los fenómenos geológicos es lo único que nos permite estar tranquilos ante la inmutabilidad de nuestro entorno y darnos una apariencia de control, incluso dominio, sobre la Naturaleza. ¿Cómo si no se explica la paradoja de considerar que somos capaces de alterar de forma sustancial e irreversible el clima de la Tierra y a la vez sentirnos asombrados cuando ocurre una 'catástrofe natural' (como si fuese algo anómalo, excepcional)?

En la actualidad disfrutamos de un clima benigno excepcionalmente cálido entre dos periodos glaciares. Este breve periodo cálido (dura menos de 10.000 años) ha permitido el desarrollo de la agricultura, el establecimiento de ciudades, el florecimiento de las grandes civilizaciones y la vida tal y como la conocemos. Sin embargo, esto no va a durar indefinidamente. En un plazo terroríficamente corto nos veremos envueltos en una nueva Edad de Hielo cuyas consecuencias para la Humanidad (y resto de seres) se pueden medir analizando la magnitud de la última glaciación: En aquel entonces un muro de hielo de una altura superior a los 1.000 m avanzó desde el norte del continente americano cubriendo, por ejemplo, la ubicación actual de la ciudad de Nueva York: ¿podéis imaginar la escena? Las extinciones registradas en el último avance del Hielo muestran que el descenso de temperaturas fue tan rápido (en el curso de decenas de años) que los animales, simplemente, no tuvieron opción de escapar. Lo mismo cabe decir, pero en sentido contrario, del avance del desierto del Sáhara actual tras el deshielo: una enorme extensión del norte de África, que albergaba lagos de agua dulce con un volumen superior al del sistema de los Grandes Lagos desapareció junto con los pastos y el ganado que mantenían con vida a los antiguos pobladores de esas zonas. Y eso ocurrió hace tan sólo 7.000 años y en el curso de apenas 2 ó 3 generaciones. Las variaciones del nivel del mar provocadas por estos eventos se miden en más de 100 m.

Estos hechos deben mover a la reflexión: la apariencia de tranquilidad, de inmutabilidad, de nuestro entorno es tan sólo debida a que estamos viendo una película en la que el cambio de fotograma se produce cuando ya estamos muertos. No hay nada parecido a un nivel del mar constante, a un clima constante, a una especie ajena a las fuerzas de la evolución. Tal es nuestra naturaleza, tal nuestra verdadera escala y lugar en el mundo. 
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viernes, 21 de octubre de 2011

Vacaciones y geología en la Costa Brava (Parte I)

Cuando un apasionado de la Geología viaja con alguien que no lo es (y por viaje quiero decir cualquier desplazamiento, independientemente del medio de transporte o la longitud del trayecto) se hace más evidente que nunca lo ajena que resulta esta ciencia para el común de la gente. A todo el mundo le llama la atención, por ejemplo, cruzarse con algún animal, por nimio que sea: todos hemos oído las expresiones de júbilo al avistar perdices, conejos, incluso caballos o vacas en cercados próximos a la carretera o camino. Sin embargo, cuando el geólogo que llevamos dentro llama la atención sobre una formación rocosa, afloramiento, estructura, etc. (con, quizá, la excepción de algún fósil) no consigue por lo general captar ni la décima parte de atención. Si la cosa se prolonga, es decir, si el individuo en cuestión se deja llevar por el entusiasmo y comienza a señalar aquí y allá encadenando unas observaciones con otras, pronto constatará como cae un espeso silencio a su alrededor y, si el medio lo permite, se produce una desbandada general. Si por un azar se detiene a observar algo con detenimiento ese momento será aprovechado por sus acompañantes para huir, dejando al pobre diablo rezagado (cosa que, después de todo, tampoco importa tanto).

Por ello siempre es una gran experiencia encontrar lugares donde el paisaje permita el disfrute de los acompañantes, lo que libera a uno para disfrutar de la geología local sin sentir que está aguando el día a nadie. Este es el caso de la Costa Brava y, concretamente, de Begur, localidad gerudense en la que tuve la ocasión de disfrutar de un fin de semana de descanso junto con Geno.

El Sol sale sobre la playa de Aiguablava
Hacía tiempo que habíamos planeado y pospuesto este viaje, la última vez a causa de la fractura de astrágalo de Geno, por lo que lo cogimos con muchas ganas. Una de las condiciones era la de 'No Geología Esta Vez' pese a lo cual me atreví a preguntar a Isaac Camps, autor del blog Bloc de Camp, por lo que pudiera haber de interés en la zona. Isaac me remitió a una entrada en su blog que decribe un paseo muy interesante en la playa de Sa Riera e incluso me envió un enlace para descargar la ficha de Punto de interés geológico elaborada por la Generalitat de Catalunya. Como soy un optimista me descargué ésta y otras fichas de lugares próximos, hasta un total de 3, con la esperanza de tener al menos opción de compatibilizar todos los objetivos del viaje.

Lo cierto es que hubo tiempo para todo, ya que el itinerario recomendado por Isaac discurre por 'caminos de ronda' que conectan varias playas de Begur, en ocasiones sobre acantilados que caen directamente al mar. El paisaje es realmente bonito y las playas, pequeñas y de arena gruesa, encantadoras. Otro de los lugares que puede visitar me llevó poco tiempo. Se trata de los diques de lamprófidos de Aiguablava a los que se accede desde el Parador, que es lugar donde estábamos alojados. Perfecto, ya que en dos descuidos me acerqué a examinarlos y realmente valió la pena. El tercer lugar está en el castillo de Begur y lo visitamos justo de antes de volver a Valencia. Aquí tuve que forzar un poco pero la vista de la comarca desde arriba es tan espectacular que fue un pecado que llevaba en sí mismo el perdón. 

Realmente os recomiendo la zona (y no sólo por la Geología). Los pueblos son muy bonitos y el paisaje espectacular. Además, dadas las fechas (finales de septiembre) no había mucha gente y no padecimos agobios. Desde Begur además es posible visitar lugares extraordinarios como las ruinas de Ampurias, cosa que también hicimos.

Pero bueno, vamos a lo nuestro. Comenzaremos por los diques de Aiguablava. Os muestro a continuación una fotografía aérea de la playa de Aiguablava. El edificio sobre el acantilado es el Parador, y los dos promontorios rocosos que se introducen en el mar nuestro objetivo.


Vista aérea de la playa y Parador de Begur

Estos promontorios (y casi toda la costa alrededor) forman parte de un plutón granítico costero. Se trata, concretamente, de un leucogranito, lo que quiere decir que casi carece de minerales oscuros. Esto da a la roca un aspecto rosado - blanquecino. Sin embargo, además de granito, es posible ver otras cosas...En este lugar la masa granítica está atravesada por filones más oscuros de una rocas denominadas 'Lamprófidos'. Estos filones se generan cuando una masa magmática se infiltra a través de sistemas de grietas preexistentes en la roca encajante. Cuando estos filones son subverticales se denominan 'diques' mientras que cuando son subhorizontales se llaman 'sills'. La ficha del geotopo nos da mucha información interesante, como por ejemplo la edad de los distintos elementos geológicos. Así, el cuerpo granítico se formó en el Carbonífero y tiene una edad aproximada de 288 millones de años (m.a.) mientras que los lamprófidos corresponden a dos episodios distintos y su composición química también difiere, los diques subverticales son más antiguos (253 m.a., en el Pérmico, posterior a la formación del encajante, lógicamente) y el sill más moderno (85 m.a., en el Cretácico).

Veamos algunas fotografías de este interesante afloramiento:


Vista de los diques subverticales. El lamprófido, más deleznable,
suele erosionarse diferencialmente dejando una 'ranura' en el granito

Vista del sill, intruido a favor de un sistema de diaclasas
 subhorizontal que se distingue perfectamente en la imagen

El enfriamento del magma en la cámara se produce de fuera hacia adentro y en el proceso se forman celdas en la masa que está solidificándose, lo que acaba produciendo una estructura como la que vemos a continuación:


Estructura de capas en el sill. Escala: el monedero

Nódulo cuasi-esférico desprendido del sill. Obsérvese la estructura en capas
Otro detalle curioso que apreciamos en los diques es la ausencia de aureolas de metamorfismo. Es decir, la intrusión del magma caliente no alteró de forma visible a la roca encajante (más allá del desplazamiento mecánico de los bloques a cada lado de la fisura para hacerse sitio). El contacto entre ambos materiales es muy limpio. En esta imagen, además, se puede apreciar el conjunto de diaclasas de descompresión que delimitan polígonos en la superficie del granito. Estas grietas darán lugar porsteriomente a bloques sueltos, principal causa de la debilidad del granito a la erosión (algunos de estos bloques se ven en la imagen anterior). Su origen está en la expansión del cuerpo granítico al ser exhumado por la denudación del material que lo mantenía comprimido por su peso.

Dique. Fijaos en lo limpio del contacto y la ausencia de aureola de metamorfismo.
También se aprecia el conjunto de diaclasas de descompresión subverticales
 (la propia plataforma es una diaclasa subhorizontal)

El sill nos permite, además, apreciar un fenómeno interesante. Se trata de la selección gravitatoria de los cristales formados por enfriamiento de la masa. La siguiente imagen nos permite estudiar la estructura vertical de esta cámara magmática en miniatura.


Detalle de la estructura vertical del sill

En primer lugar, fijaos en la textura laminar del material de la base. A continuación fijaos en los pequeños cristales oscuros de la zona inferior. El tamaño de grano está relacionado con la velocidad del enfriamiento de modo que uno esperaría que, al producirse el enfriamiento de fuera adentro, los cristales de mayor tamaño se encontrasen en el interior del sill. Sin embargo, están abajo, en la periferia (y además no aparecen de forma simétrica en el techo). La explicación es que su tamaño no se debe a que se hayan enfriado más lentamente en el lugar que ocupan, sino a que se trata de minerales que cristalizaron antes que el resto, a mayor temperatura, y decantaron por gravedad antes de que el conjunto se haya solidificado impidiendo ulteriores movimientos. El enfriamiento es más rápido en la zona inferior y por tanto el aumento de viscosidad explica la existencia de la laminación en la base, así como que la textura del grano sea, en general, inferior en esta zona que en la zona central.


Un detalle de los fenocristales en la pasta porfídica
Este fenómeno, conocido como diferenciación magmática, está en la base de la diferente composición de las rocas ígneas. En efecto, conforme las masa de magma indiferenciado asciende hacia la corteza terrestre se van formando, en primer lugar, aquellos minerales que cristalizan a mayor temperatura. Estos cristales caen al fondo de la cámara mientras el resto del magma, con una composición química diferente, continua ascendiendo. De esta forma cuando llega a la superficie es más rico en minerales propios de bajas temperaturas, como por ejemplo el cuarzo. Por esta razón podemos distinguir entre magmas profundos, con contenido en minerales más densos que, además, generalmente son oscuros, y magmas de minerales menos densos, de colores claros (como el que da origen al granito del que estamos hablando).

Y aún se pueden ver detalles muy interesantes, como este bloque de granito arrancado por la fuerza de la corriente de magma, que lo separó y desplazó desde su posición original. Una vez arrancado se mantuvo flotando ya que el magma oscuro del sill es más denso que el granito (recordad lo ya mencionado acerca de la diferenciación).

Bloque granítico desplazado

En el encajante granítico también se ven cosas curiosas, como este filoncillo de aplita:


Filón de aplita
Playa de Aiguablava: observad los diques de
lamprófidos en la pared del acantilado
En próximas entregas continuaremos el viaje. Aún quedan muchas sorpresas.

Lee aquí la segunda parte sobre la geología de la Costa Brava.
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viernes, 14 de octubre de 2011

Más geología urbana en Dublín: Construyendo con turbiditas

Es muy curioso como a veces, donde menos lo esperas, puedes encontrar un pedacito de Historia muy remota. Así suele ocurrir en el ámbito de la Geología pero siempre es más sorprendente e ilusionante cuando pasa en el interior de una ciudad. En este caso vamos analizar un hallazgo que realicé el pasado mes de julio cuando estaba en Dublín para conocer a mi recién nacida sobrina Leonor.

Mi hermana vive al sur de Dublín, en una localidad denominada Rathfarnham. Por su contexto geológico, a caballo entre una antigua cuenca sedimentaria y un plutón granítico, es frecuente que los edificios históricos de Dublín estén construidos bien con bloques de roca caliza, bien con granito. Pues bien, en un recorrido habitual por las calles de Rathfarnham me llamaba la atención un muro de mampostería construido a base de bloques de caliza situado en el estrecho pasaje que forma Church Lane en su extremo oeste. Sin embargo, al acercarme a examinarlo con más detenimiento pude ver que escondía más sorpresas. Pero antes de comenzar necesitamos presentar - repasar un concepto importante: las turbiditas.

¿Qué hay detrás de este nombre tan simpático? Pues se denomina de esa manera a los sedimentos depositados por corrientes de turbidez. De forma simplificada: en las plataformas continentales, cerca del comienzo del talud, se acumulan enormes cantidades de sedimento generalmente poco consolidado y con gran contenido en agua. De vez en cuando, con frecuencias que se pueden medir en miles de años, se produce un evento que rompe la estabilidad precaria de la pila de sedimento: un terremoto, una tormenta, la llegada de más material...La cuestión es que la pila de sedimento se moviliza y cae al fondo de la cuenca marina como una mezcla íntima de agua, limo, arcilla, arena, quizá grava...en general materiales finos. Esta gran masa en movimiento erosiona el fondo y conforme va perdiendo energía va depositando parte de su carga. Pero no de forma caótica, sino en una serie de etapas que son reconocibles y se conocen con el nombre de 'secuencia de Bouma' y reflejan el proceso gradual de pérdida de energía. La secuencia tiene 5 etapas que pueden estar presentes en su totalidad o no, en función de la distancia al talud y porque sucesivos episodios erosionan el techo de la secuencia anterior. Estas etapas son: un contacto erosivo en la base, una capa de arenas con gradación positiva (de mayor a menor tamaño de grano), una capa de arenas con laminación paralela, una capa de arena o limo con estructuras de tracción (ripples, etc.), una capa de limo con laminación paralela y finalmente una capa de arcillas. Esta secuencia se produce repetidamente y es la principal fuente de sedimento en cuencas profundas.

Pues bueno, después de esta necesaria introducción estamos preparados para analizar el muro de marras. En primer lugar nos llama la atención la abundancia de nódulos de sílex, que se originan diagenéticamente (el proceso de transformación de un sedimento en una roca) a partir de restos de organismos con esqueletos silíceos: radiolarios, diatomeas, esponjas silíceas, etc. También nos llama su atención el color oscuro, debido al alto contenido en materia orgánica y la matriz, caliza de grano muy fino.

Nódulos bandeados de sílex en matriz caliza
El sedimento tiene toda la pinta de ser de origen marino. El color oscuro evidencia, generalmente, alto contenido en materia orgánica y eso suele estar relacionado con la profundidad, ya que a mayor distancia de la superficie menor contenido en oxígeno en el agua con lo que es más fácil que quede materia orgánica sin descomponer. Sigamos observando:

Otro bloque: en este caso es posible observar restos de organismos marinos.
Sobre la moneda un bloque muestra muy claramente bandas con laminación paralela
En la fotografía anterior ya observamos que el bloque posee una estructura vertical a base de capas y que la capa superior contiene restos de organismos marinos, en este caso artejos de crinoides (lirios de mar).

En otros bloques esta característica división en capas en más acusada, expresada claramente por el cambio de granulometría. En el siguiente caso la sección superior contiene abundantes fragmentos de animales (bioclastos)

Obsérvese el contacto erosivo en la base y el contenido en bioclastos de la
 fracción gruesa, identificada como el nivel A de la secuencia de Bouma
Y atraídos por estos hallazgos y buscando mejor en el muro encontramos algunos bloques con más información, que nos dan la clave del origen de estos materiales. Primero una imagen tal cual. Con lo dicho hasta ahora, ¿apreciáis algo en la estructura vertical del bloque?


Veo, veo...

Efectivamente, el nivel de base erosivo es muy claro. El color y la granulometría también ayudan a distinguir las distintas capas. Ahora la imagen con subtítulos:


La misma imagen de antes, comentada.

Y aún más:

Otro bloque...

Y aún otro más
Al parecer en la cantera les era fácil dividir la roca en bloques aprovechando los planos originados por las distintas capas y las líneas de debilidad que suponen los limos y arcillas que se intercalan entre las sucesiones calizas. ¿Podemos averiguar algo más? Tiremos del hilo a ver dónde nos lleva:

Comencemos por analizar el mapa geológico de Irlanda:

Mapa geológico de Irlanda
Parece lógico suponer que un material tan utilizado proceda de una cantera próxima. En el mapa podemos observar que los materiales sedimentarios que rodean Dublín son del Carbonífero (entre 360 m.a. - 300 m.a. de antigüedad). Son calizas que se depositaron en un mar cálido poco profundo a comienzos del Carbonífero.

Reconstrucción paleogeográfica dela Tierra en el Carbonífero.
Tomada de http://www.geoschol.com/ 
Por tanto, a la vista de lo anterior mi interpretaciónes ésta: Tenemos un mar donde se estaban depositando calizas, un mar poco profundo. Los fondos tenían poco contenido en oxígeno lo que origina el color oscuro. Ello se debe a la estratificación de las aguas propia de mares epicontinentales con poca comunicación con mar abierto (lo que impide la renovación de las aguas) y un clima cálido (que impide la mezcla vertical de la masa de agua, ya que el agua se calienta en la superficie y, al ser menos densa que el agua fría de debajo, no se hunde). De vez en cuando irrumpe una corriente de turbidez (quizá motivada por una tormenta) que trae materiales de zonas menos profundas, en ocasiones con restos de fauna marina. Estos eventos estarían bastante separados en el tiempo y entre ellos se depositaban nuevos espesores de caliza.

Una aportación adicional: la caliza impura gris con gran contenido en nódulos de sílex e intercalaciones lutíticas (esto es, arcillas laminadas que se separan en planchas) que se extrae en las canteras próximas a Dublín se denomina 'Calp limestone' y pertenece a la Formación Lucan. Es posible que estemos ante este mismo material.

He realizado una pequeña investigación en Internet para verificar mis hipótesis y he encontrado varios sitios en los que se habla de las turbiditas del Carbonífero en Irlanda. Al parecer existen algunos afloramientos espectaculares en el oeste, en el condado de Clare. Si tenéis curiosidad podéis ver alguno de ellos (con muchas imágenes interesantes) aquí:

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lunes, 10 de octubre de 2011

Un poco de humor. Claves para reconocer a un geólogo

Soy consciente de que las últimas entradas al blog pueden haber resultado algo duras ya que había mucha información que transmitir y asimilar. Por ello y para desengrasar vamos a rebajar un poco la tensión mental con un poco de humor, eso sí, de contenido geológico.

Un día de tantos, curioseando por la red, di con una página denominada 'La Inciclopedia' con un diseño paralelo a la wikipedia pero con contenidos humorísticos. Una de las entradas estaba dedicada a la Geología y a mí me pareció extremadamente divertida, por lo que aconsejo su lectura (si bien hay algunas referencias a conceptos geológicos, algunos de uso no común entre no iniciados): la podéis leer aquí.

Geólogo vasco tomando muestras para
el laboratorio (imagen tomada de La Inciclopedia)
Si seguimos tirando del hilo, encontramos una entrada destinada al concepto geólogo. Ésta me pareció espectacular. Y os recomiendo encarecidamente que la leáis ya que no tiene desperdicio (también tenéis la versión original en inglés con un contenido ligeramente diferente). Para aquellos a los que les dé pereza seguir los enlaces, os extracto aquí un conjunto de claves proporcionadas para reconocer a un geólogo. He de decir que son terroríficamente acertadas en su mayor parte, hasta el punto de hacer dudar si realmente se trata de un artículo de humor o de la maldita realidad. Para que no os pille por sorpresa y tengáis tiempo de prepararos para el eventual encuentro con uno de ellos, aquí van las claves:
  
  1. Principalmente alguien que se la pasa en su tiempo de mierda sacudiendo piedritas en un pedazo de lodo pero, claro, con su cepillito (¡ojo! los arqueólogos también lo hacen; el alto consumo de alcohol también entre éstos dificulta a veces distinguir entre unos y otros)
  2. Lupa, brújula, navaja, esposas, etc., amarradas alrededor del cuello con una cuerda
  3. Alguien con barba y sandalias… Jesús era geólogo.
  4. Toma fotos, sólo incluye a las personas como escalas y tiene más fotos de monedas, martillos geológicos y cubrelentes que de su familia
  5. Alguien con una colección de latas/botellas de cerveza que rivaliza en tamaño con su colección de rocas
  6. Alguien que entrenó a su hijo para conocer la Tabla del Tiempo Geológico y para reconocer minerales antes de aprender a caminar
  7. Muchas veces tiene una cola de caballo (aplica para geólogos con escaso pelo y geólogas)
  8. Alguien que considera un “evento reciente” cualquier cosa que haya pasado en los últimos cien millones de años
  9. Alguien que lame y/o raya y/o olfatea las rocas, e incluso en el caso del caolín se come las rocas para comprobar que es perfectamente seguro, además de delicioso
  10. Alguien que come mugre y aduce que está “estimando el tamaño de grano"
  11. Alguien que te cuenta asombrado que cosas como el chocolate contienen piedras
  12. Alguien que cruza voluntariamente una autopista de ocho carriles a pie para determinar si los afloramientos son los mismos a ambos lados
  13. Alguien que ha caminado más de diez kilómetros para ver una cerca rota que fue “desplazada por un terremoto reciente”
  14. Alguien que dice “este va a ser un excelente regalo de Navidad” mientras recolecta rocas
  15. Alguien que contrata asistentes estudiantiles con la apariencia de correr más lentamente que él, para que un tigre u oso se los coma primero
  16. Alguien que tuerce la boca cuando su congénere pretende comprar una van en lugar de un todoterreno con doble tracción y una amplia caja capaz de contener toneladas de sedimentos
  17. Sus bolsillos tienden a estar llenos de pequeños trozos de roca
  18. La colección de rocas ocupa el cuarto libre de la casa
  19. Tienen más pares de botas para montañismo que de zapatos
  20. Consideran que las cochinillas de la humedad son trilobites, pero lo negarán si se los preguntas
  21. Cuando esté en la playa recolectará conchas y tratará de explicarte las marcas musculares en ellas
  22. Alguien que prefiere explicar la secuencia de eventos mostrada en una pared de un acantilado que tomar el Sol
  23. A menudo explica como su café alicorado con crema batida se asemeja a un complejo ígneo estratificado, o cómo el comportamiento de la leche vertida en el té se asemeja a los flujos turbulentos de sedimento a partir de los cuales se depositan las series turbidíticas
  24. Alguien que conoce el reino, phylum, familia, género y especie de cada criatura petrificada de la antigüedad, pero no logra recordar el cumpleaños de su esposa o el nombre de su suegra
  25. Alguien que modifica su paso para que mida exactamente un metro y así poder usarlo para cartografía
  26. Sus especímenes de minerales radioactivos brillan en la oscuridad. Brillan tanto que puedes:
    1. Usarlos para leer por la noche
    2. Iluminar el jardín de tu casa
    3. Utilizarlos como faro para una pista de aterrizaje
    4. Verlos desde Marte
  27. Alguien que sale de un baño y te pregunta si notaste los fósiles en los lavamanos
  28. Alguien que se queda durante horas pasmado en medio de una estación de tren o un aeropuerto observando la disposición "en échelon" de las grietas de tensión o los planos estilolíticos en las losas del suelo
  29. Sus shorts exponen mucha más pierna de la que hubieras querido ver en tu vida
  30. Alguien que mostrará especial interés en los bancos de granito de tu cocina y después de unos minutos incluso sacará una lupa antes de darles a los otros invitados una lección de petrología ígnea
  31. Cuando alguien lleva una maleta muy pesada, le ayudas a cargarla y preguntas: “pero qué lleva aquí, ¿piedras?” y la respuesta es “sí, ten cuidado”
Si sigues teniendo dudas, pídele que te haga un diagrama explicado de un trilobite. Un verdadero geólogo buscará de inmediato su libreta de campo a prueba de agua – esta es tu oportunidad de huir.

La frase más detestada por un geólogo es "menos da una piedra". Como todo buen geólogo sabe, lo menos que da una piedra son largas horas de inimitable placer observándola cuidadosamente, lamiéndola voluptuosamente, torturándola sin compasión, o fornicándola (en diferentes combinaciones orden).
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viernes, 7 de octubre de 2011

El Cretácico inferior de Cortes de Pallás

Hola de nuevo, amigos:

El mes de agosto no es el más propicio para realizar salidas al campo y menos en un lugar caracterizado por sus tórridos días como Cortes de Pallás (no así las noches, que son aceptablemente frescas). Las posibilidades quedan, por tanto, limitadas a las primeras horas de la mañana. A pesar de ello pude recorrer a fondo dos afloramientos que han resultado tener bastante interés. El primero de ellos ya lo conocéis y ha sido objeto de la serie 'Vestigios de un mar en retirada'. El segundo lo tenía pendiente y vamos a dar cuenta de él en este artículo.

Una de los principales accidentes geográficos de Cortes es la Muela que lleva su nombre. Se trata de un enorme (por su extensión) relieve tabular integrado por materiales cretácicos al pie del cual se ubica la población. Las laderas son bastante abruptas alternando zonas más tendidas con cortados verticales formados por las rocas más duras.

Ubicación del afloramiento en la ladera de la Muela de Cortes
A mitad de ladera hay un elemento que captó mi atención. Se trata de un estrato que parece mostrar una ligera discordancia angular con el resto de materiales, que poseen una disposición tabular subhorizontal. Yo ya había estado por la zona, y tenía la sospecha de que podía tratarse de una barra de arenisca. Su origen podía estar en una barra arenosa subacuática, una duna submarina, una isla barrera, etc. Y para salir de dudas no hay más remedio que acercarse y echar un vistazo.

Desde Cortes parte un sendero que permite ascender a La Muela realizando un recorrido circular de gran valor paisajístico conocido como Ruta Cavanilles. Sin embargo, en esta ocasión vamos a aprovechar un golpe de suerte para realizar parte del ascenso aprovechando la apertura de un nuevo cortafuegos bajo una línea eléctrica (hasta la primera cingla, que no es posible rebasar por este punto). Ello nos permite recorrer cómodamente una zona que, de normal, es impracticable a causa de la maleza (aliagas, espinos, etc.). En la siguiente imagen podemos ver el perfil de la ruta:

Perfil del recorrido descrito
Para llegar a este afloramiento hay que alejarse de los caminos habituales y recorrer durante un buen trecho una acequia de riego que discurre sobre campos en su mayoría abandonados, entre una vegetación que teje un palio sombrío sobre el caminante hasta el punto de recordar el típico bosque encantado de tantas películas. Lo cual, por otra parte, no deja de suponer un atractivo adicional. 


Camino del afloramiento, siguiendo la acequia

Los materiales que atravesaremos corresponden al Cretácico inferior - medio, abarcando desde el Aptiense hasta el Albiense. Litológicamente están constituidos por arcillas, margas, areniscas, calizas y calcarenitas, donde las tres últimas dan lugar a resaltos o escalones en la ladera. El ambiente de deposición va desde plataformas internas carbonatadas con mayor o menor aporte siliciclástico (y zonas de lagoon) hasta depósitos litorales.

Y, sin más, os voy a mostrar qué cosas podemos encontrar en esta ladera. Nada más comenzar, entre una alternacia de areniscas y arcillas encontramos los primeros fósiles: moldes internos de bivalvos y un braquiópodo, concretámente una terebrátula (indicativo de condiciones marinas de salinidad normal, si bien las condiciones no debían ser muy favorables para ellos ya que son muy escasos).


Inicio de la ruta. Areniscas y arcillas


Molde interno de molusco lamelibranquio
Terebrátula en un bloque de arenisca con multitud de fragmentos de conchas

Lo primero que encontramos es un nivel calizo con ondulaciones de oleaje o corriente (no estoy seguro del tipo específico, quizá alguien pueda darme su opinión).


Nivel de calizo con laminaciones de tipo 'wavy' y lenticular

Justo por encima está la barra objeto de la salida. Y tiene mucho que contarnos...En primer lugar os pongo una imagen panorámica:


Vista panorámica de la barra arenosa
Por suerte, ya que no es nada habitual, en este afloramiento la barra nos muestra dos secciones, una perpendicular a la otra, de forma que podemos observar su estructura interna con gran detalle. La primera sección es ésta:


Sección que muestra estratificación cruzada de tipo surco
Para aquellos de vosotros no familiarizados con el apasionante mundo de las estratificaciones cruzadas: esta estructura sedimentaria, constituida por capas o láminas que se cruzan en ángulo, tiene su origen en las corrientes que depositaron el material. Se conoce como de tipo surco. En esta sección el flujo de la corriente es perpendicular a la pantalla, dirigiéndose hacia ti, querido lector. Veamos ahora una sección perpendicular a la anterior:

Sección perpendicular a la anterior. Estratificación cruzada planar
En este segundo caso veréis que las láminas forman líneas curvas que tienden asintóticamente a una línea horizontal. Se conoce como estratificación cruzada planar. Esta sección es paralela a la dirección del flujo que depositó la arena (que fluía de derecha a izquierda).

Litológicamente se trata de una arena de cuarzo fina con cierto contenido de feldespatos, muy bien seleccionada, con granos angulosos a muy angulosos. La altura de los sets ronda el metro. En mi opinión se trata de una duna submarina que migraba sobre el fondo marino impulsada por corrientes mareales. En este otro detalle se puede apreciar el contacto erosivo de la barra con el fondo marino preexistente:

Base erosiva de la barra arenosa
El material de la base sobre la que se desplazaba la barra parece estar consituido por unas calcarenitas con laminación de oleaje, aunque la bioturbación presente la enmascara un poco (algo general en el afloramiento).

Este es un gran hallazgo, con gran valor sedimentológico por la calidad de la formación rocosa expuesta. Pero aún nos esperan más sorpresas. Sigamos ascendiendo...




Lo que nos queda por delante...
Justo por encima de la duna submarina encontramos otros dos buenos ejemplares. Por un lado un icnofósil del género Rhizocorallium. Se trata de la galería horizontal practicada por un animal que se desplazaba conforme buscaba alimento, lo que da origen a las líneas rojizas que se pueden apreciar en la imagen.  Es indicativo de un ambiente costero pero por debajo del nivel de las mareas. Por otra parte hallamos un fósil de rudista cónico (molusco bivalvo que vivía fijándose al sustrato por esta valva) y en este caso se aprecia muy bien esa forma geométrica. En el detalle se puede ver perfectamente la estructura reticular de la concha.


Ejemplar de Rizhocorallium isp.

Rudista cónico

Detalle de la valva. Obsérvese la estructura reticular característica
Desde aquí el terreno suaviza su pendiente y se hace más arcilloso. En esta zona es posible encontrar acumulaciones de foraminíferos bentónicos y fragmentos de conchas acumulados por el oleaje.


Fragmentos de conchas y orbitolínidos en matriz calcárea

Un poquito más arriba llegamos a un resalte en el terreno. Resultan ser calizas y calcarenitas con abundante bioturbación y niveles nodulosos, algunos de los cuales contienen conchas de exogyras. Por encima de este nivel aparecen unos bancos calcareníticos con estratificación paralela cuya cara superior muestra una delgada capa de conchas de bivalvos y que podría interpretarse como propios de un ambiente shoreface, de mayor energía.

Nivel noduloso. Por encima niveles con bioturbación,
principalmente galerías de Thalassinoides

Valva de Exogyra en el interior de un nódulo
Detalle del nivel bioturbado. Obsérvese la profusión de moldes
internos de galerías subhorizontales que sobresalen del estrato (flechas verdes)

Estratificación paralela

Cara superior de los estratos con laminación paralela
mostrando el nivel con conchas
Y ahora estamos aproximándonos al final de nuestro viaje. Frente a nosotros se yergue la cingla de abajo de la Muela de Cortes. Los materiales de la base del resalte son del Albiense, uno de los pocos afloramientos en Cortes de este piso. Por encima ya el Cenomaniense inferior.

Final de trayecto. La cingla de abajo con materiales del
Albiense y Cenomaniense inferior
Al examinar la base del cortado (la única accesible) encontramos unas calcarenitas muy finas con orbitolínidos (que se ponen de manifiesto por la marca que dejan al desprenderse de la matriz) y algunas muestras de bioturbación, no muy abundantes.


Marcas de orbitolínas en la matriz calcarenítica. Obérvese el fragmento
 de concha de ostreido en la parte superior centro de la imagen


Detalle de la imagen anterior a través de la lupa x10. Las muescas
 son los moldes dejados por las Orbitolinas

Galería vertical, posiblemente del icnogénero Ophiomorpha

A partir de este punto no se puede seguir subiendo. Durante el Cenomaniense inferior se inicia una nueva fase del ciclo transgresivo que implica mayor profundidad del medio marino y deposición de calizas y dolomías, materiales más resistentes a la erosión que forman un acantilado imposible de rebasar. Aunque con lo visto hasta ese punto nos podemos considerar más que satisfechos.

Y con esto doy cuenta de mis expediciones de este verano. Espero que os hayan parecido interesantes.

¡Hasta otra, amigos!

Podéis seguir leyendo acerca del Cretácico superior en Cortes de Pallás aquí.
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