martes, 24 de enero de 2012

De costas antiguas y modernas. Geología en la costa de Almería (II)

Hola a todos amigos. Es de hora de terminar el repaso de nuestras breves pero interesantes incursiones geológicas en los alrededores de Almería. En la primera parte de este relato (ver aquí) nos centramos principalmente en las características geomorfológicas que definen buena parte de la costa almeriense. En esta ocasión vamos a recorrer algunos buenos ejemplos de paleoplayas que, al encontrase tan cerca de la propia costa actual, nos permitirán comprobar como las estructuras y rasgos sedimentológicos presentes en este ambiente en la actualidad tienen su correspondencia en los afloramientos rocosos. Y esto es la clave para identificar un ambiente sedimentario observando una sucesión de materiales.

El Castillo de Santa Ana (o de las Roquetas) se encuentra en la costa de Roquetas de Mar. Quizá el pueblo se denomina así por el Castillo o viceversa. Y quizá ambos deriven su nombre del afloramiento rocoso sobre el que se asienta el Castillo. En cualquier caso, si además visitar esta antigua fortificación costera (cuyo aspecto actual corresponde a una reciente reconstrucción pues la original fue arrasada por un terremoto), recorremos el pequeño paseo que conduce hasta el faro nos llevaremos una agradable sorpresa.

Faro de Roquetas. Al pie del mismo puede verse una antigua playa
actualmente elevada sobre el nivel del mar
Al pie mismo del faro podemos estudiar un buen afloramiento de una antigua playa actualmente 'colgada' a varios metros sobre el nivel del mar. Se evidencia claramente por características como:

Además de todo ello, podemos deducir una evolución dinámica en la que el nivel del mar bajó y volvió a subir, al menos, dos veces. La primera vez es reconocible porque los estratos del afloramiento hay uno en particular, cerca de la base, que presenta claras evidencias de exposición prolongada a un medio subaéreo en un clima posiblemente árido. En particular por la pátina rojiza que recubre los guijarros y por la irregular superficie que es fácilmente interpretable como el resultado de la erosión. La segunda ocasión es la última y después de ella el mar no volvió a cubrir estos materiales. Se manifiesta porque la sucesión de gravas del foreshore se encuentra coronada por una arenisca más fina con eventuales guijarros de cuarzo y galerías de invertebrados propias del backshore (es decir, la parte emergida de la playa). En estas areniscas hay también evidencias de emersión, como por ejemplo unas señales características producidas por la lluvia. En las siguientes imágenes vemos todo esto:

Vista general del afloramiento. Obsérvese la estratificación paralela. La flecha
 de la izquierda señala el nivel  rojizo. La de la derecha un antiguo canal
 excavado por las aguas superficiales tras la emersión de los materiales


Detalle de la primera superficie erosiva. Obsérvese la pátina rojiza
 (que desaparece hacia arriba) y el fragmento de concha de bivalvo.
 También en la capa de guijarros que recubre la arena gruesa de debajo
Fragmento del nivel anterior donde puede apreciarse la leve imbricación
 de los clastos 

En las siguientes imágenes analizamos el nivel superior de la sucesión. El contacto entre los niveles de gravas del foreshore y las areniscas del backshore es evidente.

Inés apoya las manos en el nivel que corona la sucesión, consistente
 en una arenisca con guijarros de cuarzo.  Las flechas indican niveles con erosión
 evidenciadas por estructuras como las que se pueden ver en la siguiente imagen

Detalle de una superficie erosiva del nivel superior. Observad como los
 guijarros han protegido de la lluvia a la arena bajo los mismos, dando lugar a
 esas curiosas formas, evidencia de exposición a la atmósfera

Fragmento del molde interno de una galería de excavación procedente
 de las areniscas del nivel superior
Lamentablemente no he encontrado ninguna datación de este afloramiento, aunque podríamos hacer una aproximación por correlación con el siguiente caso que estudiaremos: las playas fósiles de la Rambla de Las Amoladeras (muy cerca de El Retamar, al pasar desde Torre García hacia el Oeste). En este lugar es posible encontrar un registro bastante completa de la evolución de nivel del mar durante el Tirreniense (entre hace 450.000 y 95.000 años). Pueden distinguirse cuatro niveles de playas superpuestos. Es interesante recordar que cada nivel representa un avance o retroceso del nivel del mar relacionado con las distintas glaciaciones y deshielos durante el Cuaternario. Cada nivel está separado del resto por superficies erosivas, y en un caso incluso se conserva una duna fósil como prueba de la retirada del mar. Veámoslo en el siguiente esquema:


Esquema del afloramiento de la Rambla de las Amoladeras.
Fuente: La Cuenca del  cabo de Gata-Níjar (Junta de Andalucía)
Click para ampliar

Vista general del afloramiento y la desembocadura de la rambla. 
Detalle de la duna fósil. Observad la evidente estratificación cruzada de surco

Bloque con perforaciones de organismos litófagos

Estratificación paralela con ligera inclinación hacia el mar
en una antigua playa de guijarros

Restos de fauna marina análogos a los actuales en la playa B 

Observad la pátina rojiza de estos guijarros. ¿Os suena?

Fragmento de la concha de un ejemplar de Strombus Bubonius,
un gasterópodo marino indicador de del clima subtropical que
existió en esta zona en el pasado 

A continuación nos desplazamos hacia el interior del parque del cabo de Gata. En la playa del Mónsul podemos contemplar la famosa duna 'barján' y algunos afloramientos de lavas andesíticas con disyunción columnar y de aglomerados volcánicos.

Duna barján en la playa de Mónsul. El viento dominante sopla de
 derecha a  izquierda
Los aglomerados volcánicos se originan en procesos violentos en los que la poca fluidez de las lavas ácidas (alto contenido en silicio) provoca procesos de tipo explosivo (en este caso parece que subacuáticos)

Aglomerados volcánicos en la playa del Mónsul
 Por otra parte, la disyunción en columnas poligonales se debe a la contracción de la lava al enfriarse.

Disyunción columnar en las lavas andesíticas
Muy cerquita de aquí se encuentra la playa de los Genoveses. Y aquí hallamos un espectáculo fantástico ofrecido por un antiguo campo dunar fósil, del mismo tipo del que encontramos 'vivo' en la actualidad prácticamente en el mismo sitio. Observad y disfrutad:

Estratificación cruzada de surco en una duna fósil

Un detalle de la anterior con la joven Inés

Galerías de excavación en la arenisca

Detalle de la laminación del foreset

Otro detalle de unas galerías

Vista de la playa de los Genoveses. Observad la yuxtaposición de dunas
 fósiles (primer término) y dunas activas
En fin, aunque podría seguir con algunas historias más, esta entrada ya se ha alargado más de lo pensaba. Os  recomiendo a todos una visita a conciencia de la zona. Ya veis que no tiene desperdicio y que, incluso sin disponer de mucho tiempo, hay opciones para planificar salidas muy interesantes. Para acabar, una fotografía de lo que debe ser la manifestación vegetal más característica de la provincia de Almería: La pita


Aquí unos ejemplares de pitas, ubicuas en el parque
 y su entorno



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martes, 17 de enero de 2012

De costas antiguas y modernas. Geología en la costa de Almería (I)

Por razones diversas hace tiempo que no escribo nada. Una de ellas es mi reciente cambio de trabajo. La otra un fallo informático que mi amigo Manolo Benet resolvió este fin de semana. Y de esta forma, una vez solucionadas las principales incidencias que me han mantenido alejado del blog, vuelvo para relataros mis últimas experiencias geológicas.

Con ocasión del fin de año nos desplazamos a pasar unos dias a Roquetas de Mar. ¿Qué se puede decir acerca de la geología de Almería que no se haya dicho ya? Soy consciente de que para la mayoría de la gente se trata de una provincia yerma y sin más atractivo que sus playas. Sin embargo, a los ojos de los amantes de la Geología, cuán diferente resulta el diagnóstico. Precisamente donde los demás ven áridos descampados, el geólogo ve afloramientos continuos de rocas (donde los invernderos o las urbanizaciones no las cubren, cosa cada vez más frecuente) que guardan la promesa de horas de contemplación y exploración. Y así fue. A pesar del escaso tiempo disponible (la logistica de los desplazamientos con familia es un factor limitante) aún tuve ocasión de investigar un poco por los alrededores.

Al igual que ocurre en la provincia de Murcia y en parte de la de Alicante, en Almería existe un amplio registro de las variaciones del nivel del mar durante el Cuaternario, que quedan en evidencia por la presencia de antiguas playas fósiles que se encuentran 'colgadas' a varios metros sobre el mar actual. Además, la dinámica de la costa en tiempos recientes da lugar a un paisaje de marismas, flechas litorales, salinas, cordones dunares, etc. que no han sufrido en la misma medida que en otros lugares la depredación humana. Otro elemento didactico de primer orden es la existencia a pocos metros de las playas fósiles de las playas actuales, de forma que es posible comprobar de primera mano el principio básico del actualismo geológico (el presente es la clave del pasado), visualizando en los materiales antiguos los mismos rasgos presentes en los sedimentos actuales.

Sin embargo, no faltan decepciones, como cuando uno se acerca a estudiar un afloramiento de paleoplayas Tirrenienses catalogado en el Patrigeo del IGME como punto de interés geológico sólo para descubrir que muy recientemente ha sido destruido para construir bloques de edificios. ¿Para cuándo una verdadera protección del Patrimonio Geológico de nuestro país? ¿Qué habría ocurrido si lo destruido hubiesen sido nidos de alguna especie de ave amenazada, o un asentamiento romano o griego? ¿Acaso hay posibilidad de recuperar el registro de la Historia de la Tierra perdido de forma tan insensata como inconsciente, a la vista de todo el mundo?


Edificios construidos sobre un afloramiento catalogado en el Patrigeo del IGME

Pero bueno, sobrepongámonos a estos tristes hechos y repasemos ya algunas de las cosas interesantes que se pueden ver por la zona. Comenzaremos por la playa de las Salinas, al Este de Roquetas. Llegué a este lugar para ver el punto catalogado en el Patrigeo, con el resultado ya relatado. En las inmediaciones puede observarse como en lo que queda de unas antiguas salinas están precipitando las sales disueltas en el agua formando una corteza superficial (de hay el nombre de la playa):
Vista general de la laguna/salina en la playa de las Salinas

Tapiz de cristales de halita en formación

Detalle de un cristal de halita.Obsérvese la forma cúbica del mismo
Otra observación interesante vino como consecuencia de pisar donde el terreno estaba saturado de agua y hundirme en él varios centímetros. Tras la capa superficial aparece un cieno pegajoso de color oscuro a causa de la no descomposición de la materia orgánica debido a la falta de oxígeno en ese entorno con escasa renovación del agua.
Al otro lado de Roquetas encontramos el paraje natural de El sabinal - Punta Entinas, que se extiende entre los términos municipales de Roquetas y El Ejido. Si bien se encuentra altamente antropizado, aún es posible tener una idea de cómo era originalmente ese paisaje (teniendo en cuenta que, en términos geológicos, ese 'originalmente' representa un tiempo muy reciente). Si comenzamos por El Sabinal podremos ver un conjunto de marismas desarrolladas detrás de un sistema de flechas litorales (ahora cubiertas por las urbanizaciones), hábitat de aves y vegetación halófila (tolerante al alto contenido a la sal de este entorno).

La formación de este paisaje fue como sigue: la dinámica de corrientes litorales deposita cordones de sedimento paralelos a la costa (las flechas) que acaban por aislar una porción de mar. Esta cuenca endorreica (sin salida al mar) se rellena posteriormente con material transportado por las ramblas desde las montañas del interior, formando este paisaje de marismas y campos dunares. Podemos ver parte de la historia reciente de la zona comparando dos fotografías aéreas. La más antigua probablemente pertenezca al conocido 'vuelo americano' de la década de los cincuenta del siglo pasado (esta imagen se exhibe en el centro de interpretación ubicado en el Castillo de Santa Ana). La segunda imagen es muy reciente:

Fotografía aérea de mediados de los años cincuenta del siglo pasado.
En la parte inferior se encuentra el sistema de flechas litorales que delimita
el paraje de El Sabinar (click para ampliar)

Imagen satélite actual de Roquetas. Los rectángulos blancos son invernaderos
(click para ampliar)

Vista hacia el mar en El Sabinar. Estas extensiones llanas sólo se inundan
 durante episodios de lluvias o temporales

Detalle del tapiz de algas que queda tras secarse
una de las lagunas efímeras

Vista hacia el Norte desde El Sabinal. Al fondo, la sierra de Gádor

Bloque con marcas y perforaciones de organismos litófagos

Fragmento de concha de molusco del género Pecten con un cirrípedo
 adherido. Estos fósiles no proceden originalmente de El Sabinal, sino que
se encuentran en montones de escombros procedentes de obras próximas
Más hacia el Oeste, cerca de Almerimar, está el otro extremo del paraje natural. Allí podemos observar varias etapas de la evolución del paisaje. En primer lugar tenemos un acantilado que representa un antiguo nivel del mar. Al pie del mismo hallamos una laguna costera separada del mar por una restinga sobre la que existe en la actualidad un cordón dunar. La génesis de estas marismas es la misma que ya se ha comentado anteriormente. El acantilado, denominado Los Alcores (que significa lugar elevado) nos muestra en sección sedimentos propios de playas y barras litorales, lo que nos da evidencias de su origen.

Croquis de la costa en Punta Entinas (click para ampliar)
Vista de Los Alcores. Al fondo a la derecha, la laguna y la restinga litoral

Detalle de la laguna y la restinga

El acantilado está coronado por un conglomerado
con clastos que, aparentemente, han sido arrasados
 por la acción del mar
En lo alto del acantilado podemos ver este afloramiento
 con estratificación cruzada de surco

Evidencias de bioturbación, concretamente sistemas de galerías horizontales
 en areniscas de grano grueso con multitud de bioclastos


Más abajo en la sucesión aparecen niveles de calcarenitas con estratificación
 paralela de bajo ángulo

Lagunas junto a la restinga litoral. Al fondo el faro de Punta Entinas
Si hubiésemos seguido recorriendo la costa hacia el Oeste hubiésemos podido visitar las albuferas de Adra, en las cuales los procesos de transformación del litoral se manifiestan muy claramente. A estos efectos no hay más que recordar que la Albufera Nueva no existía todavía en los años veinte del siglo pasado. De hecho, y por aportar una orientación temporal, las flechas litorales de Punta Entinas-El Sabinal se han desarrollado en los últimos 2.000 años, mientras que las albuferas de Adra no existían en la época romana. En aquel tiempo el río Adra desembocaba formando un estuario y la deforestación provocada por los asentamientos humanos en la zona aumentaron de tal forma el aporte de sedimentos que el régimen costero cambió desarrollándose primero un delta y posteriormente el sistema de albuferas que aún está en evolución (más información en este enlace).

Como véis, la riqueza morfológica es amplísima. Y, como aún nos queda mucho por ver, lo abordaremos en próximas entregas, visitando algunas playas antiguas del parque del Cabo de Gata e inmediaciones.


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