domingo, 10 de febrero de 2013

Una visita navideña al Mompichel (Villar de Chinchilla). Parte II


En el anterior artículo comenzamos el relato a la visita que realicé en vísperas de Navidad al Mompichel, un afloramiento del Cretácico inferior. Introduje el contexto y ascendimos a la primera de las tres cumbres que forman el conjunto. Hoy ascenderemos a la segunda, a la que corresponde propiamente el nombre de Mompichel. 
Una ventaja de este segundo afloramiento es que, a diferencia del primero, los derrubios de la ladera no cubren el tramo entre la primera transgresión marina y los materiales calcodolomíticos que coronan el macizo. Nos centraremos, pues, en estos materiales, que no pudimos estudiar en el primer cerro. Comencemos:

Descendemos del cerro oeste por el lado opuesto al que hemos seguido para ascender. El Mompichel está al otro lado de la carretera que une Higueruela y Corral Rubio. Lo primero que nos llama la atención es el grado de explotación al que se ha sometido el cerro, que muestra extensas cicatrices de las canteras de extracción de árido, ahora abandonadas. 

El Mompichel desde el oeste. Abajo a la izquierda la carretera. A la derecha  es
bien visible el frente de una cantera, ahora abandonada
En realidad toda la base de la ladera meridional ha desaparecido, lo cual tiene consecuencias, como veremos. Esta vista aérea permite verlo con toda claridad:

Vista satélite del Mompichel. La zona de color claro en la parte inferior corresponde a las canteras abandonadas. El norte está arriba. Fuente: IGN-SIGNA
Al cruzar la carretera nos acercamos en primer lugar a examinar un talud de la antigua calzada, ahora abandonada. En el anterior artículo ya presentamos las facies Utrillas y su interpretación habitual como  como depósitos detríticos de medios fluviales. En este lugar completamos el cuadro con un buen detalle. Se trata de la barra carbonatada marina de la que ya hablamos, que en este lugar aparece en contacto erosivo sobre una arcillas de tonos rojos y verdes. A su vez, estas arcillas están en transición sobre unas areniscas de grano grueso. Interpreto las arcillas como depósitos de zonas pantanosas o marismas.

La barra carbonatada que representa una transgresión marina que erosionó los depósitos  arcillosos de color rojizo y verdoso preexistentes
Detalle del contacto erosivo
 Desde aquí podemos ver la barra al otro lado de la carretera, de donde venimos.

El cerro oeste y la barra que aparece culminando el talud de la carretera
Es interesante ver que en otros puntos no aparecen estos depósitos arcillosos en la transición, lo que posiblemente nos diga algo acerca del paisaje en aquel momento y la distribución de zonas arenosas (corrientes, llanuras aluviales costeras) y zonas encharcadas o marismas, aunque éstas últimas lo fuesen sólo temporalmente y, especialmente, justo antes de la transgresión.

A continuación nos dirigimos a la ladera meridional. Desde este momento estamos por encima del nivel de la barra marina. Aparentemente se han restablecido las condiciones continentales. Volvemos a encontrar restos vegetales silicificados y arenas con estratificación cruzada, aparentemente con una tendencia granodecreciente. Este nivel es, precisamente, el que no pudimos estudiar en el primer afloramiento. Contamos además con la ventaja de que la antigua cantera ha expuesto una buena sección.

Frente de cantera. Fijaos en acumulación de derrubios procedentes del desmoronamiento del talud vertical
Estratificación cruzada de surco en arenas cuarzosas gruesas,  algo caoliníferas
Contacto ferruginizado entre un nivel de arenas gruesa con estratificación cruzada y otro de  margas arenosas con  laminación paralela. Está situado a mitad de la sección del frente
Por encima del frente expuesto las condiciones cambian, en una transición clara hacia un ambiente marino. Nos encontramos con un nivel heterolítico compuesto por una sucesión de areniscas, areniscas calcáreas y calizas nodulosas. Vemos estructuras sedimentarias como ripples, estratificación cruzada planar y de surco, texturas nodulosas y bioturbación. Son ambientes costeros de una plataforma carbonatada con cierta influencia siliciclástica. Se trata de la Fm. Sácaras.

Bancos de areniscas calcáreas por encima de las facies Utrillas. Se trata de la Fm.  Sácaras
Alternancia de areniscas y margas
Detalle de la imagen anterior. Las areniscas representan episodios de mayor energía del oleaje y las margas los intervalos entre ellos. En algún caso las intercalaciones de areniscas son muy delgadas y parecen mostrar laminación de ripples de oscilación (base de la imagen, sobre el dedo)
Galerías de Thalassinoides isp. en el muro de un estrato de arenisca calcárea
Thalassinoides es un icnogénero de trazas fósiles compuesto por redes de galerías horizontales interpretadas como estructuras habitadas por crustáceos en ambientes de energía intermedia como el shoreface (zona de la costa entre el nivel de marea baja y el nivel de base del oleaje de buen tiempo, lo cual es coherente con lo visto anteriormente. En conjunto, sin embargo, la secuencia vertical muestra una reducción de la profundidad, aumentando la proporción entre areniscas y margas. Aparecen areniscas con estratificación cruzada de surco y niveles de guijarros. Incluso hallé lo que parece la impresión silicificada de un tronco de cierto tamaño.

Areniscas con estratificación cruzada de surco. Al centro derecha se ve una grieta en el terreno

Interior de la grieta. Se trata de areniscas con estratificación subparalela, bioturbación en la forma de galerías y niveles de guijarros. En mi opinión podría interpretarse como un depósito de ambiente de backshore (la zona de la playa emergida, que sólo ocasionalmente es inundada)
Molde silicificado de un tronco
La grieta en cuestión es un indicio de algo importante. Supone una cicatriz de entidad a los largo de decenas de metros. Además, la zona ha sido objeto de trabajos de estabilización de la ladera mediante la plantación de pinos. Esta grieta es el resultado de la gran cantidad de material retirado de la base del Mompichel. La montaña, descalzada, se rompe siguiendo un círculo cuya intersección con la ladera es la grieta. Mucho me temo que tarde o temprano se producirá un deslizamiento de ladera de gran magnitud que acelerará la erosión de estos cerros.

Por encima de la formación Sácaras aparecen los niveles dolomíticos Cenomanienses que ya vimos en el cerro oeste.

La cima del Mompichel. En el centro de la imagen el vértice geodésico
Bancos dolomíticos con estratificación cruzada de surco
Desde aquí podemos ver el cerro oeste desde arriba con la llanura manchega de fondo.

El cerro oeste desde el Mompichel
Para finalizar un detalle interesante. Las areniscas de Sácaras contienen unas curiosas concreciones esféricas o esférulas. A veces aparecen como esferas únicas y a a veces en racimos.

Concreciones esféricas o esférulas en la Fm. Sácaras

Varias esférulas en racimo
Con esto hemos terminado el relato de la visita a este interesante afloramiento y contemplado la transición entre las facies continentales del Albiense y las francamente marinas del Cenomaniense que, además, guardan el registro de una transgresión del mar que llegó a cubrir grandes extensiones del macizo ibérico que no lo habían sido durante las invasiones del Jurásico.

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4 comentarios :

  1. Muy interesante esta aventura. Me ha gustado especialmente la descripción de las Arenas de Utrillas. ¿Conoces alguna explicación sobre el origen de esas esférulas calcáreas que has encontrado en la Fm. Sácaras? Tengo entendido que se forman durante la epidiagénsis, pero no conozco una explicación detallada de su proceso de formación.
    Enhorabuena y saludos.

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    1. Hola Nacho,

      Pues la verdad, más allá de que tienen un origen diagenético, como bien dices, no conozco más detalles. Las he visto similares en la Fm. Villar del Arzobispo, Cretácico superior, también en areniscas.

      Un saludo

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  2. Hola Óscar,

    Excelente tu trabajo de Blog, además me ha acompañado en varias de las salidas que he realizado por motivos de trabajo y ocio. Muy útil, de verdad.

    Te quería comentar que he estado trabajando por Fuente-Álamo y allí, cerca del pueblo (Cerro Boquerón) he encontrado nódulos de lo que parece ser ópalo (pero como raya el martillo debe ser silex). Por la zona también se encuentran restos vegetales silicificados y en un mesón del pueblo guardan un buen ejemplar de un tronco.

    Además por la zona también he encontrado esferas del tamaño de una pelota de tenis, de interior ferroguinoso que guardan aún evidencias de laminación cruzada en el exterior por la erosión diferencial. Podrían ser similares a las que tu expones?. Esta zona se encuentra en el tránsito al Cenomaniense y también aparece la formación Sácaras, aunque con menos potencia. Las esferas las encontré entre las arenas blancas caoliníferas aradas de unos campos de olivos y almendros.

    Un saludo y hasta pronto.

    José Miguel Fdez.

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    1. Hola José Miguel,

      Me alegro de que te guste y te sea útil el blog. De eso se trata. Respecto a lo que comentas, he leído en algún artículo que describe el hallazgo de troncos fósiles de buen tamaño en las canteras de áridos tan frecuentes en la zona, especialmente en los alrededores de Chinchilla y el Villar. Respecto a las esférulas, es probable que se trate de lo mismo, también tengo referencias (algunas por algún lector) acerca del descubrimiento de las mismas en otros puntos de la zona.

      Un saludo y gracias por leer Aventuras geológicas.

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