jueves, 29 de mayo de 2014

La playa del Confital (Gran Canaria). Un paseo extraordinario.

[Este post participa en el VII Carnaval de Geología alojado por  ZFT News]

Ciertamente, ir a la playa no se encuentra entre mis actividades favoritas. Eso de meterse debajo de una sombrilla en un ambiente tórrido con alta concentración de sales no me parece la mejor forma de pasar el tiempo libre.

Sin embargo, otra forma de ir a la playa es posible. Resulta que, en ocasiones, junto al mar hay buenos afloramientos que guardan la promesa de un buen rato de diversión y además nos permiten aprender algo acerca de la historia local. Supongo que al resto de gente se le hará raro ver a un tipo recorriendo la playa a cierta distancia del mar, de espaldas al mismo, que  mira las rocas y, de tanto en tanto, se agacha a recoger piedras del suelo o guarda algo de arena en una bolsita.

Pues bien, uno de esos lugares es la playa del Confital, en Las Palmas de Gran Canaria. Ya tuvimos ocasión de conocer la península de la Isleta, al norte de la ciudad. Repasamos su origen volcánico y evolución reciente. Pues bien, en el límite occidental de esta península, se extiende el Confital. Es fácil llegar allí, sin más que seguir el paseo junto al mar desde el final de la playa de Las Canteras, dejando atrás La Puntilla y continuando por recientemente acondicionado acceso. Según parece, el Confital había sufrido un deterioro importante con el tiempo, llegando a convertirse en una zona degradada, vertedero de escombros y con multitud de construcciones irregulares. Todo eso ha cambiado recientemente con la discutida intervención para regenerar este espacio. Y yo tuve la suerte de volver a visitar este lugar tras abandonarlo poco menos de dos meses antes a causa de la alerta roja por temporal decretada y de la que ya hablamos entonces.

El caso es que en esta playa podemos observar multitud de estructuras, materiales e incluso fósiles que nos hablan acerca de los cambios de todo tipo que se han sucedido para dar lugar a la playa que ahora pisamos. En fin, una explosión de sabor geológico. ¿Habéis repasado ya la historia de La Isleta? ¿Sí? Pues comencemos nuestro recorrido.

El Confital
Vista del Confital. El edificio volcánico del fondo es la Cruz del Confital. Al pie del mismo la rasa elaborada por el mar a costa del volcán
Lo primero que hemos de recordar es que la playa se encuentra al pie de uno de los volcanes que dieron origen a la península. Se trata del edificio de la Cruz del Confital, muy afectado por la erosión. De hecho, todo su flanco occidental (el que da al mar) ha desaparecido. Ya vimos que la Isleta se ha formado por la superposición de materiales expulsados en sucesivos episodios volcánicos separados por episodios de calma y erosión. Como no puede ser de otra manera, estos volcanes han mantenido (y mantienen) una relación estrecha con el mar del que surgen. El mar se combina con la lava o materiales piroclásticos para generar diversas estructuras, y posteriormente, los erosiona hasta que deja al descubierto su interior y, eventualmente, los destruye por completo.

La playa del Confital tiene poca arena y ésta se encuentra en el contexto de una rasa costera elaborada por el mar en momentos de nivel más alto, a costa del volcán. Esa plataforma está elaborada sobre una sucesión volcanoclástica que ahora constituye una toba hialoclastítica depositada en varias fases durante la primera fase de crecimiento de la Isleta. Es la misma que ya vimos en la base de La Puntilla, sólo que aquí presenta un aspecto menos vítreo y más detrítico, si se puede decir así. Entre otras cosas, presenta estructuras más evidentes, es más heterogénea en cuanto a tamaño de clastos y, además, contiene intercalaciones con fósiles.

Rasa
Materiales epiclásticos finamente laminados
Estos materiales han sido retrabajados por el mar, como evidencia la presencia de secuencias de sets de estratificación cruzada. Estos que os muestro parecen hummocks asociados habitualmente al oleaje de tormenta.
Hummocks
En algunos puntos hay estructuras tan llamativas como estos hummocks
Uno de los fósiles que aparecen englobados en la toba son los restos de algas rodofíceas conocidos localmente como ‘confite’, hecho que da nombre a la playa por su abundancia en esta zona.

Confite
El famoso confite, un alga rodoficea
Hay otra característica morfológica que llama poderosamente la atención, especialmente en el extremo suroccidental de la playa. Se trata de estructuras canaliformes de base cóncava que cortan netamente a través de la formación anterior. A primera vista parecen barrancos con un relleno conglomerático matrizsoportado. Los clastos están pobremente seleccionados y van de redondeados a angulosos. Algunos de ellos, a causa de su mayor resistencia a la erosión, destacan ahora como un relieve positivo. ¿Se trata de estructuras generadas tras la emersión de los materiales anteriores?

Canales
Estructuras canaliformes rellenas por un conglomerado de clastos lávicos y matriz arenosa. En algunos puntos (como el señalado por la flecha del fondo a la derecha) se aprecia la relación de continuidad entre la colada lávica y el relleno del canal
Un análisis más detallado nos obliga a descartar esta hipótesis. La arena que forma la matriz contiene fósiles, lo que nos indica que el origen de estos canales es submarino. También vemos que, en algún punto, estos barrancos presentan una relación de continuidad lateral con las coladas de lava basaníticas que forman el siguiente nivel estratigráfico en este punto (véase la imagen anterior). Parece como si los cauces se hubiesen rellenado a partir de materiales procedentes de la interacción de la lava y el agua del mar, al fluir aquélla por un canal anegado. El resto del flujo, al encontrarse a una cota superior, no llegó a interaccionar con el agua del mar. Esto es patente en algunos casos en los que en la matriz hay repartidos fragmentos de roca, irregulares mezclados con arena y fragmentos de conchas de bivalvos. En estos casos los clastos tienen una estructura característica y están inmersos en una matriz hialoclastítica. Un ejemplo:

Detalle conglomerado
Detalle que muestra la interacción entre la lava y la matriz. Da la impresión de que la lava se solidificó tras entrar en contacto con el sedimento húmedo, formando el tipo de roca conocido como peperita. También son muy notables los restos de bivalvos
En otros casos no parece haberse producido esta interacción, y los cantos basaníticos están mejor rodados, sin presentar vidrio ni esa textura expuesta anteriormente. Aquí parece que el relleno de los canales se halla producido posteriormente con los productos de la erosión de las coladas. Al observar con la lupa los clastos vemos que entre una pasta de grano fino destacan unos cristales rojizos que podrían ser algún feldespato alcalino. (En la memoria del IGME se habla de fenocristales de olivino en ocasiones enrojecidos por la alteración a iddingsita, pero estos no me lo parecieron).

Nefelina
Vista de la basanita a través de la lupa x10. Se distinguen lo que parecen feldespatos alcalinos en una matriz afanítica
Y aún podemos encontrar más detalles que nos trasladan a distintos momentos de la historia de la Isleta. Y es que no todo es lava, fuego y destrucción. Entre erupciones hubo momentos de calma en los cuales la vida prosperaba en este entorno ‘en construcción’. ¿Y puede haber algo que transmita mayor sensación de quietud que encontrar bivalvos en posición de vida? Hacia la mitad de la playa podemos encontrar esta escena familiar:

Bivalvos
Bivalvos en posición de vida en la arenisca volcánica
Pero la calma no dura siempre. En el siguiente ciclo eruptivo estos materiales volcanoclásticos convertidos en antiguos fondos marinos fueron intruidos por los diques que transportaban el magma hasta la superficie del nuevo edificio volcánico, posiblemente el que constituye la Cruz del Confital. Estos diques han quedado al descubierto por la acción de la erosión marina que ha elaborado la rasa costera.

Disyunción
Un dique. En primer término se aprecia muy bien la disyunción prismática perpendicular al plano del dique

En la propia playa encontramos uno de estos sistemas de diques, en los cuales podemos apreciar interesantes detalles, como por ejemplo una disyunción prismática desarrollada de forma perpendicular a las paredes del dique (bien visible en la imagen anterior). O el contacto neto entre el encajante y el propio dique, apareciendo el primero alterado por el calor y la interacción química con el magma. Y por último, al acercarnos, una estructura vacuolar con aspecto de haber sido generada por el gas contenido en el propio magma ahora rellena por otros minerales, posiblemente calcita, zeolita o ambas

Vacuolas
Textura amigdalar rellenas de calcita, zeolita o quizá ambas
Si continuamos nuestro paseo hacia el norte descubriremos más momentos de la construcción de La Isleta, capturados en la forma de fotografías en roca. En los acantilados de la Punta del Confital vemos nuevamente qué es lo que ocurre cuando la lava incandescente interactúa con el agua del mar o con la arena húmeda de la costa. La masa incandescente se enfría de forma explosiva, se solidifica y revienta en fragmentos que se mezclan con la arena. Esto ocurre con la capa inferior de lava. El resto de la masa se solidifica sin entrar en contacto con el agua y forma una capa superior que contrasta claramente con la infrayacente. Se trata de las famosas pillow lavas o lavas almohadilladas.

Hialoclastitas
Transición entre las epiclastitas de base, las lavas almohadilladas y, por encima, las lavas subaéreas

Acerquémonos un poco más y podremos ver un detalle de los pillows y su contraste con la toba hialoclastítica inferior :

Detalle hialoclastitas
Un detalle de la interacción entre la lava y el sedimento infrayacente

En otros puntos ha precipitado algún mineral que rellena las grietas en la masa lávica.  ¿De nuevo calcita o zeolita?

Hialoclastita
Y otro detalle
Y si miramos un poco más por los alrededores de la punta del Confital descubrimos otros vestigios de tiempos y habitantes pasados. Y es que, si bien la toba de la base de las lavas almohadilladas que vimos antes presentaba una laminación paralela muy clara (y tenía pinta de tratarse del resultado del retrabajamiento por el mar) en otros puntos próximos eso no es así. Aparece, concretamente, un estrato conglomerático rojizo con un aspecto caótico en el que destacan clastos lávicos centimétricos y multitud de fósiles, tanto marinos como terrestres, estos últimos representados por gasterópodos.

Conglomerado
Al fondo la secuencia comentada que contiene las lavas almohadilladas. En primer término, a la izquierda, el estrato masivo con fósiles
Gran acumulación de gasterópodos terrestres. A la derecha se aprecia lo que podría ser un pillow, con fracturas rellenas de vidrio
La proximidad entre un tipo de estructura y otra podría ser evidencia del relieve previo existente sobre el que fluyó la lava. En este caso, eso significa que la línea de costa estaba aquí mismo, un nuevo ejemplo de análogos adyacentes (salvo porque ahora no hay ninguna erupción en curso, claro).

Las coladas entre la Punta del Confital y el acantilado de los Albarderos sirven de base al edificio de Las Coloradas, formado en el mismo ciclo eruptivo que El Confital. En su momento es posible que formasen una calzada con una disyunción prismática bastante llamativa, pero ahora están muy alterados y lo que se ve es una disyunción más bien esferoidal.

Disyunción prismática y esferoidal
Alteración esferoidal en las basanitas de la punta del Confital
Y aquí mismo podemos ver cómo el mar continúa su batalla contra la isla, una batalla que indefectiblemente acabará por ganar. Desde la punta del Confital hay una vista extraordinaria de la bahía y del edificio perfectamente cónico de la montaña de Gáldar:

Punta de El Confital
La bahía del Confital. Al fondo destaca la forma cónica de la montaña de Gáldar 
El perímetro de la Montaña Colorada está excavado por un barranco, lo que permite apreciar las distintas capas de piroclastos que lo forman y su inclinación hacia el exterior. La fuerte oxidación del abundante hierro es la responsable de la coloración que da nombre al lugar.

Las Coloradas
La montaña Colorada. Fijaos en las capas que forman el edificio
Por último, y ya de vuelta, comprobamos de nuevo lo similares que son estas formaciones epiclásticas a formaciones sedimentarias equivalentes. Se encuentran a caballo entre las rocas volcánicas (por su origen) y las rocas sedimentarias (por su destino, podríamos decir). Fijaos en como destaca este conglomerado marino sobre la ‘arenisca’ inferior. Los clastos están muy redondeados y la textura es matrizsoportada. Esa matriz contiene también fósiles (gasterópodos, bivalvos y de nuevo el famoso confite). 

Epiclásticas
Conglomerado marino sobre arenisca volcánica. La capa superior contiene fósiles marinos, entre ellos, confite.

Y esto es todo. Como siempre, es una pena tener que ejercer de ‘cenicienta de la geología’, apurando unas horas antes de la puesta de sol para ver lo máximo posible de un lugar al que no se sabe si va a regresar (aunque en este caso yo tuve la oportunidad de volver).

Y naturalmente, como aquí yo juego ‘fuera de casa’, agradeceré cualquier comentario que amplíe, complemente o rectifique mis apreciaciones sobre este fantástico lugar.

Referencias:
[1] Mapa geológico de España a escala 1:25.000. 2ª serie. IGME. Hoja 1101 I-II Las Palmas


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lunes, 12 de mayo de 2014

El Muschelkalk en Cortes de Pallás. ¿Caso cerrado?

Este artículo es la última entrega de una serie de varios artículos dedicada, en origen, a estudiar varios afloramientos del del Muschelkalk en Cortes de Pallás. Sin embargo, conforme avancé en la investigación, pude observar que tanto el Muschelkalk como el Supra-Keuper o Infra-Lías se confunden con facilidad, ya que ambos se presentan en facies muy similares. Esta circunstancia se pone de relieve en el  siguiente artículo de la serie, a saber:

 El Muschelkalk en Cortes de Pallás. Epílogo.

En este artículo avanzamos en la resolución de este misterio a analizando dos afloramientos que nos servirán de gran ayuda.

Los más veteranos recordaréis que hace cosa de un año dedicamos bastante tiempo a buscar y estudiar los materiales más antiguos que afloran en el término de Cortes de Pallás. Según la cartografía geológica del IGME, lo más atrás que podemos viajar en el tiempo a través de las rocas de Cortes es hasta el Muschelkalk, o Triásico medio. Las rocas de esta serie se depositaron entre 246 y 229 Ma y consisten, básicamente, en dolomías. El análisis de la hoja 745 (Jalance) del MAGNA50 nos muestra que el Muschelkalk aflora a lo largo de un anticlinal que atraviesa el término en dirección aproximada OSO-ENE. En el mapa aparece coloreado en morado:

Traza anticlinal
Mapa geológico de Cortes de Pallás. En el color morado oscuro se cartografían los afloramientos del Musch, distribuidos a lo largo del eje del anticlinal triásico. Fuente: IGME - MAGNA50 (Click para ampliar)

Así pues dediqué bastante tiempo a buscar y recorrer los afloramientos de  estas rocas para encajarlas en la historia geológica local. Como resultado escribí en aquel entonces una serie de tres artículos: El Muschelkalk en Cortes de Pallás I, II y III.

Una de las características del Musch es la escasez de fósiles ( a pesar de que la palabra significa ‘caliza con moluscos’). Otra es que normalmente se presenta muy afectado por la tectónica, lo que dificulta estudiar los contactos con las unidades infra y suprayacentes. Esa es la razón por la que su estudio sistemático es relativamente reciente. Y el caso es, conforme iba estudiando las rocas, más difícil me resultaba encajar lo que veía con la asignación al Musch realizada en la cartografía. De hecho, en general, atribuir estos materiales al Triásico medio supone que se ha producido, en algunos puntos, una inversión total de la serie estratigráfica. De esta forma el Musch aparecería ahora (como en Guartipol), subhorizontal sobre el Keuper.

La búsqueda de la explicación más sencilla (el conocido Principio de parsimonia o navaja de Occam) me llevó a formular otras hipótesis. Este proceso está recogido en el epílogo de la serie sobre el Musch que podéis consultar aquí. Quizá, después de todo, las dolomías atribuidas al Musch no están ‘flotando’ como escamas aisladas entre los materiales detrítico-evaporíticos del Keuper. Quizá lo que vemos es la secuencia normal...

Así pues, investigué acerca de los materiales que se encuentran por encima del Keuper en el ámbito de la Suribérica. La nueva hipótesis es que en algunos de los afloramientos no nos encontramos ante materiales del Musch, sino ante el supra-Keuper o infra-Lías: en particular las formaciones Dolomías tableadas de Imón y las Carniolas de Cortes de Tajuña. Esta solución cuadra con la disposición estratigráfica observada en campo y con la litología de los materiales.

Para verificar esta idea realicé una consulta en la literatura disponible y di con un artículo publicado en el número 20 de Cuadernos de Geología Ibérica, en 1990: "Facies carbonato-evaporíticas del Trías Superior y tránsito al Lías en el Levante español: nuevas precisiones estratigráficas", por A. Pérez-López et.al. En él se pone de manifiesto que, efectivamente, los contactos entre las Dolomías tableadas de Imón y las facies evaporíticas del Triásico terminal suelen estar mecanizados, incluso cuando la secuencia estratigráfica es normal. También se revela que, a lo largo del valle de Ayora, varios afloramientos del supra-Keuper han sido confundidos con el miembro carbonatado superior M3 del Musch.

Así pues, a la vista de estas ideas, me propuse visitar afloramientos que me permitiesen confirmar estas ideas. Al consultar de nuevo el mapa geológico descubrí que enfrente justo del volcán del cerro Agrás, en Cofrentes (que visitamos aquí), hay cartografiado un risco de materiales del supra-Keuper.

Afloramiento Cofrentes
Mapa geológico de la zona del cerro de Agrás, en Cofrentes, en el cual se cartografía en color azul los afloramientos del Supra-Keuper. Fuente: InfoIGME, MAGNA50, IGME
Así que allá que me fui. A primera vista el afloramiento no parece nada espectacular, pero para nosotros guarda la llave de una incógnita…

Afloramiento de Cofrentes
Vista general del afloramiento en Cofrentes, junto a la N-330
En un talud de la carretera nacional N-330 encontramos un indicio ya esperado. Los yesos laminados de color gris oscuro de la Fm. Ayora, término K5 del Keuper levantino.

Yesos Ayora 2
Vista de los yesos laminados de la formación Yesos de Ayora en un talud de la N-330
Esos mismos yesos aparecen al pie del risco, aunque más afectados por fenómenos de disolución, como en este ejemplo de acanaladuras.

Yesos Ayora 1
Disolución por el agua meteórica en los yesos de la Fm. Ayora
Subir la ladera no está exento de dificultades, ya que el terreno es muy deleznable y hay una inquietante combinación de pendiente y rocas caídas dispuestas a rodar bajo nuestros pies. Pero entre ellas…voilà!: carniolas.
Carniola
Detalle de las carniolas. Se aprecian los moldes dejados tras la disolución de las evaporitas
Cuando llegamos a la cresta vemos que está formada por la fuente de las carniolas. Y, a continuación, un banco de unos 3 m de potencia de dolomías tableadas de color oscuro. La verdad, no me sorprende. Las dolomías tienen un aspecto muy familiar. Realmente nos encontramos ante la secuencia Yesos de Ayora + Carniolas + Dolomías que ya vimos en algún afloramiento en Cortes.

Carniolas masivas
Nivel de carniolas masivas
Las dolomías son muy similares a las de Guartipol y aparecen verticalizadas.

Dolomías grises
Las dolomías grises verticalizadas que se encuentran a continuación de las carniolas. Con toda probabilidad, se trata de la Fm. Imón
Esto parece cerrar el caso. Aparentemente, y del mismo modo que ocurre en otras zonas (como en la Calderona), la ausencia de fósiles y las complicaciones tectónicas hacen que se confunda el Muschelkalk con los términos evaporíticos que constituyen el techo del Keuper y la base del Jurásico. En este caso estoy convencido de que prácticamente todos los afloramientos cartografiados como Musch son, en realidad, infra-Lías, con la excepción del gran afloramiento de Guartipol, correctamente cartografiado y que por tanto constituyen las rocas más antiguas del término. En este caso, además, el Musch aparece cabalgando sobre el Trías, una circunstancia difícil de ver sin un poco de perspectiva. Las carniolas que aparecen a techo del K5 constituyen la transición entre la Fm. Ayora y las Dolomías de la Fm. Imón. El único argumento que tengo es estratigráfico y, básicamente, por razones de simplicidad. Pero esta herramienta ha dado buenos resultados en el pasado y creo que es adecuado emplearla en este caso. Bueno, y también ayuda que los autores de la hoja hayan llegado a la misma conclusión en este afloramiento en particular (aunque, curiosamente, no en otros donde parece más evidente).

¿Too heavy for your mind? Ya somos dos (bueno, en realidad, muchos más). La coincidencia en las facies se encuentra en el origen de la confusión. Y es que tanto unos materiales como otro se depositaron en ambientes y contextos similares: el miembro M3 del Muschelkalk representa en desarrollo de una plataforma carbonatada somera  transgresiva sobre las facies detríticas del miembro M2 del mismo modo que la Fm. Imón representa la culminación de la transgresión del mar finitriásico sobre las facies detrítico-evaporíticas del Keuper. La mecanización de los contactos tampoco ayuda nada.

Antes de bajar echamos un vistazo a nuestro alrededor. Estamos en una atalaya privilegiada, muy cerca de la confluencia entre el Cabriel y el Júcar. Desde aquí vemos perfectamente el cráter del volcán del cerro de Agrás:

Cerro negro
El volcán del Cerro de Agrás (o cerro Negro). Su forma original se ha perdido tras su explotación como cantera de áridos
De vuelta hacia Cortes, en las inmediaciones del cruce conocido inevitablemente como Cuatro Caminos, tenemos una buena ocasión de poner a prueba nuestras conclusiones. Ya estuvimos cerca de aquí, en el lugar conocido como ‘Rumasa’ (en recuerdo, supongo, de una de las empresas contratistas que trabajo en la obra del salto de Cortes II en los años 80 y que construyó aquí alojamientos para sus empleados).

El caso es que aquí la carretera V-428 atraviesa los yesos de la Fm. Ayora. Muy cerca destaca, prominente, un farallón rocoso de estratos verticalizados.
Hay que echar un vistazo.

Afloramiento 4 caminos
Vista general del afloramiento de Cuatro Caminos. La flecha señala la cresta formada por las capas veticalizadas de dolomías. Fijaos en el color rojo de la Fm. Quesa en primer término
Al descender vemos los conocidos yesos dela Fm. Ayora. Pero también las Arcíllas yesíferas de Quesa (K4), fácilmente identificables por su color rojizo y por contener jacintos de Compostela, de los que Inés hizo una pequeña colección.

Inés y K4
La joven ayudante de campo Inés lucha contra la Fm. Quesa


Jacintos
Parte de la cosecha del día: cristales de cuarzo bipiramidal conocidos como jacintos de Compostela
Un poco más adelante nos damos cuenta de la estructura del terreno que estamos atravesando. Se trata de un anticlinal roto por la charnela. Los flancos están constituidos por las dolomías tableadas, mientras que en el núcleo afloran las Arcillas de Quesa. Al ser estas últimas tan deleznables la erosión ha excavado profundamente siguiendo el eje del pliegue, dejando que los flancos destaquen en el relieve.

Pliegue
El anticlinal roto por la charnela de Cuatro Caminos. La erosión diferencial a favor de los materiales más deleznables de la Fm. Quesa a vaciado el núcleo dejando como elementos destacados las dolomías de los flancos
Como ya os podéis imaginar, al ascender desde el núcleo del pliegue hasta las dolomías no hubo ninguna sorpresa. La misma secuencia. Los mismos materiales. Es difícil encontrar una confirmación mejor a la hipótesis de partida. Y por cierto, también estos materiales aparecen cartografiados como Muschelkalk.

Más carniolas
Un detalle de las carniolas locales. De nuevo la porosidad móldica de cristales de evaporitas
Como última curiosidad, aparentemente las formaciones Ayora e Imón sólo afloran en el flanco meridional del gran pliegue Triásico del que hablamos al principio. La estructura sobre la que nos hallamos constituye, pues, el flanco de un anticlinal de entidad kilométrica.

Pliegue triásico
En primer término las dolomías de la Fm. Imón. Al fondo y a la derecha de la imagen discurre en diagonal el anticlinal triásico comentado en la primera figura del artículo. Lo deleznable de los materiales arcillosos y yesíferos propicia el encajamiento de los barrancos, el de los Gallegos, en este caso

Puede que esta historia parezca ‘mucho arroz para tan poco pollo’, pero en realidad es una cuestión que lleva sin resolverse de forma clara mucho tiempo y que requiere de mucho trabajo de campo, de afloramiento en afloramiento. En cualquier caso, me gustaría pensar que aún puede hacerse alguna pequeña aportación al conocimiento geológico con tan sólo un martillo y una lupa…

Referencias:
"Facies carbonato-evaporíticas del Trías Superior y tránsito al Lías en el Levante español: nuevas precisiones estratigráficas" A. Pérez-López et.al. Número 20,  Cuadernos de Geología Ibérica, 1990.

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