viernes, 25 de noviembre de 2011

El Keuper en Cortes de Pallás

El paisaje de Cortes de Pallás está marcado por dos estructuras principales. En primer lugar los relieves tabulares Cretácicos, de los que ya hemos dado cuenta en otras entradas (el Cretácico inferiorla serie sobre el Santoniense). En segundo lugar los materiales Triásicos, principalmente el Keuper. A estos últimos dediqué unas cuantas salidas a principios del mes de Noviembre que resultaron ser, como veréis, muy fructíferas. En particular recorrí un anticlinal que atraviesa el término municipal de este a oeste. Pero primero situémonos.

Si nos dirigimos a Cortes desde Valencia siguiendo la carretera CV-428 nos cruzaremos con esta estructura cuando nos falten apenas 7 km para llegar a la población. Tras dejar a la derecha el Ecoparque y el cruce del camino que se dirige al Cofrentes y el Castillo de Chirel nos llamarán la atención los colores y texturas abigarradas de los materiales que quedan expuestos en los taludes de la carretera. En un tramo de aproximadamente un kilómetro salen hacia el oeste una serie de caminos que, si se recorren como hice yo, permiten analizar de forma bastante sistemática esta estructura. En la siguiente imagen podéis situaros: la carretera discurre por la parte inferior de la imagen y el anticlinal cruza la fotografía de arriba a abajo por la zona central. Si os fijáis con atención podréis ver varios caminos que salen de la carretera y se dirigen hacia arriba, más o menos paralelamente a las alineaciones montañosas (dirección aproximada Este - Oeste).

Imagen satélite del anticlinal. El Norte está a la derecha
Os presento a continuación un extracto de la hoja 745 'Jalance' del mapa geológico nacional en la cual se representan en colores rosados los materiales triásicos del anticlinal y en colores verdosos los relieves tabulares cretácicos. El Norte está arriba.

Extracto de la hoja 745 'Jalance' del mapa geológico nacional MAGNA50 elaborado
por el IGME. El Norte está arriba.
Para aquellos que estén iniciándose o recordando conceptos geológicos repasemos de forma sencilla lo que es un anticlinal: un anticlinal es una estructura originada por el plegamiento de un conjunto de materiales hasta alcanzar una forma abovedada. A pesar de que soy un dibujante pésimo he preparado un croquis según una sección transversal (perpendicular al eje) del anticlinal estudiado:

Sección transversal del anticlinal triásico de Cortes. No a escala
Sobre la base del esquema anterior, realicemos una serie de observaciones previas:

  1. El Keuper valenciano está integrado por cinco formaciones diferenciadas, de K1 a K5, tres de las cuales poseen su estratotipo en el valle de Ayora (comarca a la que pertenece Cortes). Se trata de la K1 (Arcillas y yesos de Jarafuel), la K3 (arcillas de Cofrentes) y K5 (yesos de Ayora). Las otras dos son K2 (areniscas de Manuel) y K4 (Arcillas yesíferas de Quesa). En esta zona podemos verlas todas. Aquí os pongo una columna litoestratigráfica simplificada que nos ayudará a seguir el recorrido.
Columna litoestratigráfica del Keuper en Cortes de Pallás. Dibujo de Ignacio Meléndez.
  1. Si os fijáis en el croquis, los materiales más antiguos (formación K1) aflora en el núcleo en los más modernos (K5) en el perímetro.
  2. En la zona norte los yesos de la formación K5 no llegan a aflorar (al menos yo no los vi).
  3. En la zona del núcleo del anticlinal y a causa del diferente comportamiento frente a la compresión que originó el anticlinal el conjunto adquiere un aspecto caótico en el cual no es posible diferenciar la secuencia de las formaciones K1 a K5. En esta zona aparecen los materiales más antiguos del Muschelkalk en la forma de escamas tectónicas 'flotantes' sobre los materiales mas modernos del Keuper.
  4. En la imagen satélite y el en el croquis se puede observar que el relieve está integrado por una serie de crestas y valles paralelos que siguen la alineación del eje del anticlinal. Esto refleja la distinta litología de los materiales, de forma que los más duros dan lugar a las crestas y los más fácilmente erosionables a los valles (esto es muy claro en el caso de las arcillas de Cofrentes que están profundamente abarrancadas). En particular la intensa erosión de estos materiales se ha producido gracias a la proximidad del Cañón del Júcar, que fijaba un nivel de base muy deprimido. Recientemente, con la construcción de la presa de Cortes II, este nivel de base a subido, por lo que en tanto exista el embalse se ralentizará este proceso (si os fijáis, en la imagen satélite llega a verse la lámina de agua del embalse en la esquina superior izquierda).
Y tras estas consideraciones iniciales podemos comenzar nuestro recorrido. En primer lugar visitamos una cantera abandonada en la formación K5 Yesos de Ayora. En la zona son (eran) muy frecuentes este tipo de explotaciones. No en vano el estratotipo de la formación está en la Yesería Abarca de Ayora.

Frente de excavación en la formación yesos de Ayora (K5)

Detalle de los yesos. Escala: la moneda
A continuación encontramos las arcillas yesíferas de Quesa (K4). Esta unidad se caracteriza por los nódulos de yesos rojizos y la abundancia de cristales de cuarzo hematoideos (jacintos de Compostela):

Corte en las arcillas de la formación K4: Arcillas yesíferas de Quesa
Detalle de un nódulo de yeso rojo
 en las arcillas yesíferas de Quesa (K4)



Jacintos de Compostela
Siguiendo nuestro recorrido en el espacio (y el tiempo) encontramos la siguiente unidad, las arcillas de Cofrentes. Se trata de unas arcillas de color vinoso que, como ya se ha comentado, dan lugar a profundos barrancos.



Arcillas vinosas de la formación K3
En la siguiente imagen podemos ver, secuencialmente: la formación K5 (arriba a la derecha), la formación K4 (en el talud, se distingue por sus tonos rojo-grisáceos), la formación K3 (las arcillas de Cofrentes dan lugar al barranco) y la formación K2 (abajo a la izquierda, en primer término):



Profundo barranco en las arcillas de Cofrentes (K3). Secuencia K5 - K4 - K3 - K2

Sigamos viajando hacia el núcleo del anticlinal y, por ende, al pasado (quizá sea interesante repasar el croquis): a continuación las Areniscas de Manuel (K2). Esta formación se caracteriza por contener unas areniscas micáceas muy finas (recuerdan al Bundsanstein) con abundantes ripples de corriente, especialmente de tipo 'Climbing ripples' (recuérdese la entrada anterior en este blog relativa a los ripples). En ocasiones aparecen también pasadas arcillosas o dolomíticas.


Afloramiento de la formación K2. Daos cuenta de lo
 vertical de los estratos

Detalle de un bloque con indicios claros de bioturbación

Lasca de las areniscas de Manuel
con laminación de ripples de corriente
Y al llegar aquí alcanzamos los materiales más antiguos dentro del Keuper, las arcillas y yesos de Jarafuel. Ya que nos encontramos en el núcleo del anticlinal, vale la pena mirar a derecha e izquierda para hacernos una composición de lugar:

Vista hacia el Suroeste desde el eje del anticlinal

Vista hacia el Oeste. El camino sigue aproximadamente el eje del anticlinal
 y discurre sobre la formación K1
Vista hacia el Noroeste. El cerro es una escama del Muschelkalk (o más probablemente la Fm. Imón, del Lías)
 que 'flota' sobre los materiales más modernos del Keuper

¿Qué nos ofrece la formación K1? Se trata de una alternancia de areniscas muy finas con abundantes rippes de corriente, dolomías y yesos laminados, principalmente de colores oscuros. Veamos algunos detalles:


Formación K1 en el margen de un camino. Obsérvese el
 característico aspecto versicolor, principalmente ocre, amarillento y verdoso
Cara superior de un estrato de areniscas muy finas mostrando ripples

Detalle de la laminación ¿algal? de los yesos de color negro
Sólo nos queda por analizar un detalle, una de las escamas tectónicas del Muschelkalk a la que trepé. Daos cuenta de que estos materiales son más antiguos que los del Keuper sobre los que aparecen. Básicamente son dolomías y unas margas con moldes de pequeños gasterópodos (no hice foto de esto último y me arrepiento). También encontre bloques con grietas de desecación y otros con fragmentos de conchas de ostreidos. Tened en cuenta que en las siguientes imágenes ya nos encontramos al otro lado del eje del anticlinal por lo que encontramos los mismos materiales pero en secuencia inversa (repasad el croquis):

Vista desde la cresta del Musch. Al fondo la cantera de yesos (K5), en la cresta
 la línea eléctrica marca la dirección aproximada del eje del anticlinal sobre
 materiales K1. A continuación un barranco excavado en la formación K3

Bloque con ostreidos

Grietas de desecación

Margas del Musch con porosidad de moldes de gasterópodos
Y con esto hemos terminado nuestro recorrido. Puede resultar interesante aportar la interpretación paleoambiental simplificada que se da a las formaciones que hemos analizado. Trasladémonos mentalmente al Triásico medio (Muschelkalk) y avancemos en el tiempo. Los materiales del Musch corresponden con ambientes marinos someros. Desde este momento el mar se retira y durante el Keuper tenemos dos episodios evaporíticos (K1 y K4-K5) correspondientes a ambientes de salinas costeras en un clima árido con una intercalación siliciclástica (K2-K3) atribuida a facies fluviales distales en un ambiente de transición costero.

¿Cuando se formó este anticlinal? Su origen está en las fuerzas de compresión y distensión posterior motivadas por el desplazamiento hacia el norte de la placa Ibérica y su colisión con la placa Europea, evento que también levantó los Pirineos.

Y esto es todo. Sin embargo, antes de dejaros, os presento el 'making of...' con algunas fotografías interesantes que no quiero dejar pasar:

Huella de jabalí en el camino. Afortunadamente no coincidimos en el tiempo...

Un escarabajo se afana con su bolita

Vista del embalse con los relieves cretácicos de la Muela de Albeitar al fondo


El Sol se pone sobre el embalse de Cortes

Y ahora sí que hemos terminado. Espero que os haya resultado interesante, amigos.


Actualización: en el curso de la investigación del Triásico en Cortes de Pallás y otras zonas próximas he llegado a la conclusión de que no es Muschelkalk todo lo que reluce. En grandes zonas del término se se ha cartografiado como Muschelkalk materiales que más bien parecen corresponder a las dolomías de la Fm. Imón, en el tránsito entre el Triásico y el Jurásico. El lector interesado encontrará una descripción más detallada aquí.
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viernes, 18 de noviembre de 2011

Las discordancias. Un buen ejemplo en Cabo Cope (Águilas)

Volvemos a la carga para comentar uno de esos conceptos geológicos a los que con frecuencia hacemos referencia y que quizá resulte oscuro para los no iniciados. Se trata de las discordancias. ¿Qué son?

Como ya sabemos, en su origen y salvo ciertos casos particulares como estratificaciones cruzadas (tanto a pequeña como gran escala) los materiales sedimentarios, una vez el agente de transporte pierde energía, se depositan en capas horizontales paralelas. Si no hay ninguna interrupción en la sedimentación y si no median otros fenómenos obtendremos con el tiempo una secuencia paralela de estratos que reflejarán la historia completa del proceso de formación del conjunto (imaginad una tarta con varias capas). Sin embargo, ¿qué ocurre si el proceso no es continuo? Podrían pasar muchas cosas, desde una interrupción temporal en la sedimentación, con lo que nos faltaría un piso de la tarta (hecho conocido como hiato) hasta un proceso tectónico que deforme los estratos ya depositados previamente de forma que los siguientes formen un ángulo con los primeros. Fijaos que en el primer caso no tenemos forma de saber, a simple vista, que falta un piso del pastel ya que todos son paralelos. En cambio, en el segundo, nos llamará instantánemente la atención el ángulo formado entre unos y otros (discordancia angular). Y así, casi sin quererlo, ya hemos introducido el concepto.

Podríamos buscar ahora una definición formal: Una discordancia es una relación geométrica entre capas de sedimentos que representa un cambio en las condiciones en que se produjo su proceso de deposición. Las hay de varios tipos:

  • Discordancia angular: Discordancia en la que los estratos más antiguos buzan (se inclinan) con un ángulo diferente al de los más jóvenes (implica movimientos tectónicos).
  • Discordancia Paralela Erosional o Disconformidad: Discordancia con estratos paralelos por abajo y por encima de una superficie de erosión, la cual es visible.
  • Discordancia Paralela No erosional o Paraconformidad: Discordancia paralela sin superficie de erosión visible.
  • Discordancia Litológica ó Inconformidad: Discordancia entre rocas ígneas o metamórficas que están expuestas a la erosión y que después quedan cubiertas por sedimentos.
Las discordancias son elementos estratigráficos claves para la interpretación de la historia geológica, por eso se hace referencia constante a ellas y por eso considero que es interesante explicarlo, aunque pueda haber resultado un poco pesado. Y ahora, para ilustrar el concepto, voy a presentaros una discordancia angular espectacular que puede verse en las inmediaciones de cabo Cope, Águilas, Murcia.

Las fotografías que os voy a presentar las tomé hace bastantes años en una visita que realizamos a Águilas a casa de mi amigo Jesús Marín. El objetivo principal, en este caso, era disfrutar de los extraordinarios carnavales de Águilas. Pero como ya sabéis, lo bueno de la Geología es que está en todas partes, y en esta zona del sureste español de forma muy interesante.

Cabo Cope es un peñón rocoso que se interna en el mar y que está formado por un cabalgamiento de calizas jurásicas sobre materiales triásicos. Se trata de un buen afloramiento del complejo Maláguide que vale la pena visitar. Los materiales cabalgados son areniscas y filitas en conjunto versicolor. Este cabalgamiento se produjo cuando el desplazamiento hacia el norte de la placa africana atrapó entre ésta y la placa ibérica un pequeño fragmento de corteza conocido como Dominio de Alborán, que de resultas de la colisión quedó soldado a la (ahora) península ibérica. Este choque levantó las cordilleras béticas y a día de hoy aún no ha terminado, como se pone de manifiesto por la actividad sísmica en toda la zona de sutura (recuérdese el reciente terremoto de Lorca, muy cerca de Águilas).


Planta y cortes geológico extraído de la hoja 997 del Mapa geológico de España
 editado por el IGME. En azul las calizas jurásicas, en rosa
 los materiales triásicos y en gris el Cuaternario

Cabo Cope es una zona bastante agreste que, casi por milagro, se ha salvado de la urbanización. La discordancia que quiero mostraros no está relacionada con el cabalgamiento anterior, sino con los distintos ciclos de subida y bajada del nivel del mar acontecidos durante el Cuaternario (periodo que comprende los últimos dos millones de años). En concreto podemos observar un antiguo cordón litoral de edad Tirreniense (entre 200.000 y 85.000 años antes de la actualidad) formado cuando el nivel del mar era superior al actual. Ahora se encuentra levantado a varios metros sobre la superficie y en ciertos puntos del mismo podemos ver un sistema de dunas fósiles con estratificación cruzada y evidencia de raíces de plantas (rizocreciones).


Imagen satélite de cabo Cope. En la parte infeiror de la imagen el macizo jurásico.
En el centro derecha la barra calcarenítica (color amarillo)
depositada discordantemente sobre materiales triásicos

Esta barra y los materiales conglomeráticos transportados por las ramblas y que ahora aparecen también colgados sobre el nivel del mar están depositados en clarísima discordancia angular sobre las areniscas y filitas del triásico. Veámoslo:

Materiales conglomeráticos continentales en discordancia angular
 sobre los materiales triásicos.
En la imagen anterior podéis apreciar perfectamente la superficie de contacto entre ambos conjuntos y el diferente ángulo de buzamiento de los estratos. Observad también como los materiales aluviales han quedado colgados sobre el nivel actual del mar, evidenciando el descenso del mismo respecto al mar Tirreniense. Veamos más:


Un poco más al norte la barra calcarenítica. Fijaos en lo evidente
 de la estratificación cruzada  dirigida hacia tierra y que
 se interpreta como un sistema de dunas fósiles
En las imágenes anteriores las areniscas dan al conjunto su apariencia multicolor mientras que las filitas son de color oscuro.

Detalle de los materiales triásicos
Vista hacia el norte de la barra. Fijaos en la antigua torre vigía
En la fotografía anterior puede intuirse como la barra litoral delimitaba una zona aislada del mar, quizá una antigua albufera ahora colmatada (esquina superior derecha de la imagen)

Detalle de las calcarenitas que integran la barra, ahora afectadas
 por procesos kársticos
Ya podéis ver que el nivel del mar, de constante, no tiene nada.

En fin, ya veis que hay motivos suficientes para visitar Águilas: primero el Carnaval y después la espectacular geología de la zona. Aunque bueno, bien pensado, cada uno que ponga las cosas en el orden que prefiera.


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lunes, 14 de noviembre de 2011

Hoy presentamos...¡los ripples!

Hoy vamos a presentar una estructura sedimentaria que se cita bastante a menudo en estas crónicas y que con frecuencia pasa sin demasiadas explicaciones. Se trata de las rizaduras o ripples. Comenzaremos por decir que con gran probabilidad todos habéis visto ripples. Y si no, fijaos en la siguiente imagen:

Ripples actuales. Imagen descargada de http://www.mnorthup.com/
Efectivamente: en la arena de la playa, en el fondo de un río, en el fondo de una acequia y, en general, en cualquier sitio donde haya habido una corriente de agua con fuerza suficiente para arrastrar partículas del tamaño de la arena. Básicamente los hay de dos tipos en función de su origen, de corriente y de oleaje. Hoy nos centraremos en los ripples de corriente.

¿Cómo se forman? En ciertas condiciones de tamaño de la partícula, velocidad del flujo y disponibilidad de sedimento las partículas arrastradas por la corriente sobre el fondo generan ciertas estructuras en un estado de equilibrio dinámico. La siguiente imagen lo resume y explica todo mejor que 100 palabras:


Imagen que muestra muy simplificadamente la formación de ripples de corriente.
Tomada de la Wikipedia en la siguiente dirección: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Formaci%C3%B3n_de_ripples_de_corriente.svg
Como véis se trata de un fenómeno dinámico que refleja unas condiciones de equilibrio: en uno de los lados del ripple se está produciendo erosión y en el lado contrario (aguas abajo) se deposita el material desplazado. Tened en cuenta, por tanto, que un cambio en las condiciones de contorno harán que el equilibrio se modifique, pudiéndose eliminar por completo el ripple (por ejemplo, porque la corriente aumente su velocidad) o quedar enterrado y preservado (si existe una mayor cantidad de sedimento disponible). En teoría, si no existe aporte neto de nuevo sedimento ni un transporte del mismo más allá del ripple éste se convierte en una estructura que migra sobre el fondo: es decir, el material se retira de la cara de barlovento y se desplaza al flanco de sotavento.

Otra cosa importante es que el ripple es asimétrico y que posee una estructura (laminación interna) que nos permite determinar, por ejemplo, el sentido de la corriente que lo formó (con una serie de precauciones que explicaremos más adelante).

Siempre que encuentro ripples en el campo (ripples fósiles, se entiende) siento una gran ilusión. ¿Por qué? Pues porque, en cierto modo, es como ver una fotografía de un paisaje y un suceso desaparecido hace mucho tiempo y conservado para nosotros. Y os voy a poner algunos ejemplos:

Hace un par de semanas estuve recorriendo de forma bastante sistemática los afloramientos del Keuper (Triásico medio) de Cortes de Pallás, lo cual me dará para una entrada en el blog en un futuro próximo. El Keuper valenciano está integrado por cinco formaciones diferenciadas, de K1 a K5, tres de las cuales poseen su estrato tipo en el valle de Ayora (comarca a la que pertenece Cortes). Se trata de la K1 (Arcillas y yesos de Jarafuel), la K3 (arcillas de Cofrentes) y K5 (yesos de Ayora). Las otras dos son K2 (areniscas de Manuel) y K4 (Arcillas yesíferas de Quesa). Me fue posible distinguir bastante bien los materiales y contactos de estas formaciones y en algunas de ellas son frecuentes los ripples. Por ejemplo, veamos este afloramiento de areniscas muy finas de la formación K1:



Ripples en areniscas muy finas de la formación Arcillas y yesos de Jarafuel
Efectivamente. En esta imagen estamos viendo los ripples en planta. Es la forma más fácil de reconocerlos ya que el parecido con la primera imagen de esta entrada es evidente. Sin  embargo, también es posible reconocerlos en sección. Empecemos por un caso fácil, correspondiente a la formación areniscas de Manuel (K2):

Ripples de corriente en areniscas muy finas de la formación K2 Areniscas de Manuel
En esta imagen apreciamos tanto las láminas individuales como la estructura ondulada en relación con el plano de estratificación horizontal. Pero es posible ir más allá. Observad ahora esta muestra de mano que recogí sobre el terreno y que pertenece a esta misma formación:


Muestra de mano mostrando laminación de ripples, posiblemente de tipo 'climbing'

Si os fijáis con atención podréis distinguir, al menos, dos generaciones sucesivas de ripples, una sobre otra. Si bien no disponemos de un afloramiento grande para estar seguros, parece que esta estructura pertenece al tipo 'climbing ripples' que se origina cuando hay un aporte neto de arena tan grande que hace que unos ripples se formen sobre otros ya existentes, enterrándolos y preservándolos. Se ve perfectamente también la estructura de láminas inclinadas del 'foreset' o cara de avalancha, lo que nos permite decir que la corriente fluía de derecha a izquierda (lo cual sólo es un aproximación a partir de la sección que estamos viendo). Además, en la zona inferior parece intuirse una zona de laminación paralela, lo que podría deberse a que la corriente era demasiado rápida como para formar ripples y por tanto existía un fondo plano. Voy a comentar la imagen para que lo veáis más claro:



Muestra de mano con comentarios
En este caso disponemos de dos secciones de la muestra, aproximadamente ortogonales. Ello nos permite intuir la verdadera dirección de la corriente. A la vista de la siguiente imagen diríamos que el flujo era de izquierda a derecha:

Sección de la muestra a 90º de la anterior (antes hemos visto la cara izquierda del bloque)
Por tanto, la dirección real de la corriente es intermedia entre ambas secciones. Esta última imagen se está tomada de forma que la dirección del flujo sea aproximadamente perpendicular al plano de la foto.

Fotografía tomada en en la dirección y sentido del flujo que formó los ripples
Los materiales de la formación K2 se interpretan como propios de canales fluviales y depósitos lagunares que se asociaban en deltas separados por bahías (es decir, un ambiente de transición costero).

Finalmente os diré que me produce gran satisfacción tener en mi mesa este pequeño fragmento del fondo de un río de hace más de 200 millones de años. Supongo que forma parte del atractivo y recompensa de la geología, un recordartorio de que incluso lo más efímero puede, de algún modo, perdurar.

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lunes, 7 de noviembre de 2011

Geología urbana en Albacete: la geología y la arquitectura

Hace un par de semanas iba paseando con Geno por Albacete cuando tuve una nueva oportunidad de comprobar cuán fácil es, a veces, encontrar cosas geológicamente interesantes sin necesidad de caminar horas campo a través, expuesto al viento, el sol, el frío (y a veces con miedo de que un cazador de gatillo fácil te confunda con una presa).

Lo que quiero mostraros hoy es una pequeña muestra de la diversidad litológica de los revestimientos empleados en las viviendas del barrio del Alto de los Molinos, en Albacete. Como quiera que en su mayoría se trata de viviendas unifamiliares los propietarios han elegido en muchos casos materiales que les permitan diferenciarse de las viviendas contiguas, lo que creo que motiva la gran variedad existente. Y sin más presentemos el recorrido: partiremos desde el inicio de la calle Rocinante y seguiremos el trayecto indicado a continuación:


Aquí el itinerario
En la parada número 1 encontramos un muro de mampostería elaborado a base de boques de cuarcita. Como sabéis, la cuarcita es una roca metamórfica resultado de la alteración de una arenisca. En la imagen podréis apreciar la textura 'sacaroidea' y la fractura concoidal típica de estas rocas:


Muro de mampostería a base de cuarcita en la calle Rocinante

Detalle de un bloque de cuarcita
Continuamos nuestro recorrido por la calle Rocinante y ya cerca del final encontramos un muro perimetral con un revestimiento de placas de caliza bioclástica (con fragmentos esqueletales de seres vivos). Principalmente se trata de bivalvos y brioozos incrustantes. Obsérvese que los bioclastos están muy fragmentados lo que es indicativo de un ambiente muy energético (tampoco hay matriz fina, probablemente lavada por el oleaje):


Parada número 2. Cerramiento con placas de calizas bioclásticas

Detalle de la caliza bioclástica. En el centro de la imagen un brioozoo
de los muchos que cementan el conjunto. 
En el cruce giramos a la izquierda y después a la derecha. En la esquina de la Avenida de Gustavo Doré con Alonso Quijano (parada 3) está mi favorito: Se trata de un revestimiento a base de cuarcitas y pizarras con un grado de metamorfismo muy bajo y que incluyen multitud de cruzianas. ¿Y qué es una cruziana? Pues es una pista dejada en el fondo de un mar muy antiguo por un trilobite, un artrópodo que, junto con los ammonites, ilustra el concepto de fósil para la mayoría de la gente. No sabemos exactamente qué antiguedad tienen estas huellas fósiles (aunque si se me permite apostar diría que son Ordovícicas) pero sabemos que, al menos, tienen más de 250 m.a. ya que en ese momento los trilobites desaparecieron en la mayor extinción en masa de la que se tiene registro y que marca el final del Paleozoico. Observad que el rastro está integrado por dos lóbulos, cada uno de los cuales es la huella dejada por una de las hileras de extremidades del animal. Fijaos que incluso se distinguen los arañazos dejados por cada una de las patas. Otro detalle importante es que estas cruzianas se conservan como un relieve positivo producto del relleno por parte de nuevo sedimento del surco dejado por el animal.


Muro perimetral con losetas que contienen
multitud de cruzianas (loseta central)

Detalle de una loseta con varios rastros

Fijaos en las marcas de rascaduras dejadas por cada una de las patas 
Lamentablemente es altamente probable que el dueño de la casa no sea consciente de la historia que se contiene en estos aparentemente modestos elementos de construcción. Pero en fin, continuemos nuestro camino.

Al final de la calle Alonso Quijano hay una residencia de estudiantes universitarios (parada 4). El muro que rodea este edificio está compuesto por bloques de caliza palustre con multitud de moldes de caracoles del género Planorbis y huecos de raíces de plantas. Estoy casi seguro de que pertecen a la formación Calizas del Júcar, muy bien representadas en el municipio albacetense de Alcalá del Júcar (tengo varias muestras de mano sobre mi mesa en este momento). Estas calizas tienen su origen en la zona lacustre-palustre que se desarrolló en esta zona del sureste español antes de que el río Júcar consiguiese abrir un drenaje hacia al mar. Su edad aproximada está en torno a unos 2,5 m.a. (ayer, en términos geológicos):

Muro de calizas palustres en la residencia de estudiantes Campus

Fijaos en el molde de caracol, que quedó tras la muerte del animal en posición horizontal.
 Los huecos en el bloque fueron dejados por los tallos y raíces de las plantas
y son perpendiculares al plano de reposo de la concha

Un detalle
Al otro lado de la calle (Bachiller Sansón Carrasco) encontramos otro cerramiento a base de aplacado de granito. Se trata de una roca plutónica formada por el enfriamiento de un magma con gran contenido en sílice en el interior de la Tierra. Con frecuencia se denomina granito o marmol a cualquier piedra ornamental que se pueda trabajar en placas para revestimiento en la construcción, pero éste es auténtico granito:

Aplacado de granito en la calle Bachiller Sansón Carrasco (parada 4)
En esta misma calle, un poco más hacia abajo (dirección centro de Albacete y efectivamente bajando en sentido topográfico) encontramos la parada 5. En un talud de un solar podemos apreciar la costra caliza que cubre gran parte de la llanura de Albacete, formando parte de un suelo limoso-arenoso de color parduzco.

Corte del suelo característico de Albacete
Continuamos descendiendo por la calle Bachiller Carrasco y pasamos la rotonda del cruce con la calle Arado. Allí, en la esquina de la calle Estrella con Arado está la parada número 6. En los aplacados de las fachadas de tres fincas colidantes tenemos varios detalles interesantes.

El primero de ellos está formado por una caliza oolítica blanquísima. Los oolitos son cuerpos esféricos de tamaño inferior a 2 mm que se forman por precipitación de carbonato cálcico en torno a un núcleo central (grano de arena, fragmento de concha). El ambiente sedimentario corresponde con aguas marinas someras y cálidas agitadas por el oleaje, lo que les confiere su forma. Actualmente se están formando en el banco de Las Bahamas. Pues aquí los tenemos, de un antiguo mar tropical a una fachada:

Fachada con aplacado de caliza oolítica
Detalle de los oolitos
Justo en el patio de al lado el aplacado contiene pisolitos, cuya única diferencia con los oolitos es el tamaño, superior a 2 mm:

Caliza con pisolitos. Observad la estructura concéntrica
Y para terminar con esta parada la siguiente finca nos permite observar un gneis. Se trata de una roca metamórfica en el que el grado de transformación experimentado es elevado, hasta el punto de que se produce una migración y reordenación de los minerales que se disponen en bandas perpendiculares al esfuerzo de compresión responsable del metamorfismo (bandeado gnésico):

Patio de una finca con un aplacado de gneis
Continuamos el recorrido hacia la última parada, la 7. Para ello remontamos la calle Amadis de Gaula y giramos a la derecha en Alonso Quijano. Desde aquí hasta el cruce con Clavileño la manzana está ocupada por un complejo residencial cuya fachada está revestida con placas de una arenisca de grano muy fino y color gris azulado. Posee un dibujo superficial muy llamativo en el que reside su atractivo ornamental:

Aplacado de arenisca que muestra un característico aspecto moteado
Ese aspecto moteado se debe a la intensa bioturbación experimentada por el sedimento antes de convertirse en roca: recordad que la bioturbación es la alteración de un sedimento por los seres que viven/se desplazan/ se alimentan en él (dedicamos una entrada a ello que podéis revisar aquí). Si nos fijamos podemos ver, entre el aparente caos, alguna sección de galerías excavadas por los animales que hicieron este trabajo tan apreciado por los arquitectos de hoy (he visto esta piedra en multitud de fachadas, una de ellas la de casa de mi madre):

Detalle de sección de galería
Y aquí acaba nuestro recorrido. Como podéis ver, en una tarde de domingo y con un esfuerzo mínimo hemos tenido acceso a una gran variedad de detalles geológicos de interés. Seguro que si prestáis atención podéis hacer lo mismo en vuestro entorno.  ¡A por ello!


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