Estimados amigos,
Pues sí, el tiempo pasa y así, como si nada, ya hace un año que Aventuras geológicas en el Cuaternario vio la luz (o, mejor dicho, la red). Con motivo de esta simbólica fecha es inevitable realizar ciertas reflexiones acerca de la Geología, su difusión popular y la propia existencia y finalidad de este blog.
Impresión externa de la concha de un ammonites jurásico. Abejuela. |
¿Qué tenía en mente hace un año cuando tomé la decisión de crear un canal de comunicación como éste? Es algo difícil de explicar. ¿Por qué tomarse la molestia de pasar horas y horas ordenando y retocando fotografías, preparando croquis, leyendo documentación, escribiendo, revisando y corrigiendo borradores de artículos? Supongo que las mismas razones que le hacen a uno trepar por lugares de difícil acceso para analizar un afloramiento (asumiendo en ocasiones más riesgo del que jamás admitiré), subir ladera arriba campo traviesa peleando con la vegetación cerrada de alguna loma, robarle horas al sueño para poder estar de vuelta cuando la familia se ha despertado y espera en casa (o en hotel, cuando estamos fuera), exponerse a la mirada inquisitiva de la gente al fotografiar aparentemente 'nada' en el suelo de un centro comercial, los aseos de un aeropuerto, el pavimento de un edificio de oficinas, cargar con kilos y kilos de muestras de roca que uno acumula en su casa... En definitiva, porque soy un adicto a la geología.
Secciones de Orthoceras sp. ordovícicos en el pavimento del aeropuerto de Arlanda (Estocolomo) |
Pero volviendo a mis motivaciones concretas de hace un año: posiblemente entonces ni siquiera yo lo tenía claro. Una de mis principales motivaciones era la necesidad de compartir mis propias experiencias. Como muchos de nosotros hemos descubierto es realmente difícil encontrar en el propio entorno personas interesadas en las ciencias de la Tierra. Y ya sabéis lo difícil es para un ser humano callar acerca de sus vivencias diarias en aquellas cosas que le apasionan. Creo que esta es una de las principales motivaciones que existen detrás del Arte y de, entre otras cosas, las redes sociales. De esta forma, Aventuras geológicas se constituye primariamente como medio para cubrir esa necesidad tan personal.
Pero como suele ocurrir con muchas obras humanas, con el tiempo adquiere una vida propia e independiente de sus creadores. En mi caso puedo decir que, en tan sólo doce meses, este blog se ha revelado como una herramienta muy útil en otros aspectos. Principalmente:
- Me permite disfrutar más de mi tiempo en la montaña. Cuando uno tiene que contar algo a otras personas debe fijarse más en los detalles. También me hace reflexionar más acerca de lo que veo y me sirve de aliciente para realizar tareas de documentación previa y posterior
- Me sirve de cuaderno de campo. Me cuesta mucho tomar notas sobre el terreno y Aventuras geológicas me permite guardar un registro de momentos que quizá se perderían para siempre (la memoria es muy corta) o quedarían reducidos a un montón de fotografías inconexas en una carpeta
- Escribir es un arte que debe practicarse. No es tarea fácil incluso para alguien como yo, acostumbrado a redactar documentación técnica que deben leer y entender terceras personas
- En un país que tiene mucho camino que recorrer en protección y difusión de su riquísimo patrimonio geológico me permite contribuir, aunque muy modestamente, a que personas que quizá nunca se hayan fijado en las 'piedras' descubran la multitud de historias que las rocas nos cuentan acerca del pasado de nuestra casa Tierra
- Por último Aventuras geológicas también sirve como medio de difusión de la geología de Cortes de Pallás, mi pueblo y uno de los principales temas del blog
¿Estoy satisfecho con Aventuras geológicas, ahora que tiene un año? Personalmente diría que sí, aunque únicamente los lectores, habituales o no de este blog, pueden decir en qué medida cumple con los objetivos que me he propuesto. Apreciados lectores: ¿Qué opináis? ¿Es así?
Nota final: Durante el mes de agosto no publicaré artículos. El blog, como yo, se va de vacaciones. Pero en septiembre regresaremos con más Aventuras geológicas. Hasta entonces feliz verano y buena geología, amigos.