martes, 6 de septiembre de 2011

Hoy presentamos...¡la bioturbación!

¡Basta, basta! Controlad vuestra imaginación y abandonad esos juegos de palabras fáciles...Quiero presentaros algo muy interesante, una de esas cosas que provocan asombro cuando se descubren y que, al menos a mí me lo parece, hacen de la Geología algo maravilloso.

La bioturbación no es, ni más ni menos, que la alteración de un sedimento por la acción de los seres vivos que viven en él, se desplazan sobre él, se alimentan de él o en él...Puede parecer algo confuso, de entrada, pero no lo es tanto si pensamos que una huella dejada en el barro es un ejemplo muy sencillo de bioturbación.

A cada uno de los rastros que quedan convertidos en piedra y preservados para el futuro se le conoce como icnofósil o icnita, para abreviar. Lo mismo una huella de dinosaurio (ver el comentario sobre el yacimiento de icnitas de El Tambuc) que el túnel excavado por un cangrejo en la arena de la costa. Ya es bastante asombroso que estos rastros puedan pasar al registro fósil, pero aún lo es más que podamos encontrarlos e interpretarlos. Y es que nos dan mucha información. En efecto, con mucha frecuencia es más fácil encontrar icnofósiles en una roca que fósiles corporales. Y además, los fósiles corporales pueden resultar engañosos, ya que el lugar donde reposa una concha, por ejemplo, no tiene por qué coincidir con el lugar donde vivió su poseedor. Puede ser (y es) desplazada por el oleaje y corrientes hasta su lugar de reposo. Por contra, la actividad de los seres vivos está fuertemente condicionada por las condiciones del medio físico en el que viven, de forma que las icnitas y sus asociaciones presentan una relación bastante directa con el entorno.

De esta forma, los icnofósiles son un elemento de primer orden a la hora de interpretar un ambiente sedimentario.

Foto 1. Vista general del afloramiento de Requena que vamos
 a estudiar. A la derecha Sammy

Un sedimento puede estar más o menos alterado por la acción de los seres vivos. En ocasiones es posible distinguir las galerias, pistas o rastros, etc. individualmente, pero a veces el grado de bioturbación es tan elevado que ello no es posible. Las rocas con una elevada alteración tienen un aspecto característico, que es lo que os quiero presentar hoy.

El pasado agosto estuve escalando en Requena, en la provincia de Valencia. La roca sobre la que se disponen las vías me llamó la atención y me motivó para escribir esta entrada. Vamos, sin más, a ver de qué estamos hablando.

La primera imagen de este comentario es una imagen general del afloramiento: es del Cretácico superior y consiste en una base detrítica de areniscas que hacia techo van pasando a calizas y dolomías. Veamos ahora un detalle de los niveles bioturbados:

Foto 2. Vista general de las areniscas bioturbadas de la
base del afloramiento. Escala: Manolo Benet

Como podéis ver, la laminación o estratificación original ha sido muy alterada y la roca presenta un aspecto caótico, ruiniforme. Y sí, se debe a la bioturbación. Veámoslo más de cerca...

Foto 3. Detalle de los niveles bioturbados.
Escala: cinta express, longitud aproximada 30 cm

En la imagen anterior incluso puede apreciarse, en la zona central superior, una icnita individual: un molde interno de una galería vertical, quizá perteneciente al icnogénero Ophiomorpha. Posiblemente esta galería fuese excavada por algún crustáceo (gamba o similar, para entendernos) a modo de refugio. También se intuyen más estructuras de tipo vertical. Veamos más:

Foto 4. Detalle de galería horizontales en el
sedimento. Escala: tapón de botella de agua

En la fotografía anterior vemos los moldes rellenos de dos galerías subhorizontales (en sección, a la derecha) y el molde de una galería curva subhorizontal (en el centro). Como podéis ver, en todos los casos el corte entre el relleno positivo y la pared de la galería es muy nítido, lo que parece indicar que el animal estabilizaba las paredes de algún modo, a veces con secreciones mucosas, para que no se desmoronase detrás del autor de la excavación.

Foto 5. Tres galerías mas, posíblemente del icnogénero Planolites
¿Qué conclusiones podemos sacar de todo esto? Os ofrezco mi análisis preliminar, ya que no he realizado un estudio sistemático del afloramiento: La combinación de materiales, estructuras sedimentarias e icnofósiles (que en su mayoría son galerías horizontales) parece sugerir que el ambiente de deposición era una zona costera arenosa somera. Los sedimentos que vemos en el nivel de base no quedaban nunca expuestos al bajar la marea, como indica la inexistencia de tubos y otras estructuras verticales. Los niveles superiores muestran un mayor predominio de estas últimas (ver foto 3) por lo que quizá estos sí se encontrasen en la zona de influencia de las mareas. También parece que la tasa de sedimentación no debía ser muy alta, ya que los animales tuvieron tiempo de alterar el sedimento antes de que nuevas capas lo enterrasen y pusiesen fuera de su alcance.

Llegados a este punto podéis preguntaros cómo es posible saber estas cosas, si no había nadie allí para verlo. Para responder a esta pregunta debemos recordar uno de los principios básicos de la Geología: el Actualismo. Los procesos que observamos en la actualidad son los mismos que lo hicieron en el pasado y el resultado de su acción es el mismo, entonces y ahora. De modo que si observamos lo que hacen los animalitos en este momento obtendremos las claves para entender lo que hicieron en el pasado. Y aquí va una imagen muy clara:

Foto 6. Galería de excavación actual de un cangrejo. Imagen extraída
 del libro: Trace fossils; concepts, prospects, problems. Miller, 2007 

La Icnología despegó como disciplina científica cuando se comenzó a estudiar sistemáticamente la influencia de los seres vivos en los sedimentos en entornos actuales. Y no penséis que es algo muy antiguo, ya que en principio se interpretó gran parte de estas estructuras como restos o fósiles vegetales. El desarrollo de esta rama de la Paleontología se ha producido durante el siglo XX.

Por otra parte, también se pueden ver otros detalles interesantes en este afloramiento, como por ejemplo geodas de calcita. En este caso el carbonato cálcico precipita y tapiza interiormente las cavidades que quedan en el sedimento. Aquí va un ejemplo:

Foto 7. Geoda de calcita

Y eso es todo por hoy. Espero que no os haya resultado muy pesado. Una vez más hemos visto que todas las rocas no son iguales y que hay mucho que ver si observamos con atención y sabemos interpretar lo que vemos. En próximos comentarios desarrollaremos más esta cuestión, que creo que es muy interesante y puede resultar un buen gancho para continuar atrayéndoos al lado oscuro...Una Icnita para encontrarlos a todos y atarlos en las tinieblas (geológicas)...

4 comentarios :

  1. Interesantísimo análisis tafonómico. Por cierto, ¿por qué no nos cuentas algo de tafonomía? ¡Seguro que consigues hacernos entender qué es eso!
    Gracias y saludos

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  2. No consigo ver las imágenes, ¿le ocurre a alguien más?. Una entrada estupenda por cierto, como todas :)

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    1. Hola Sarah. Tienes razón, han desaparecido las fotos de este post. Déjame que eche un vistazo a ver qué ha pasado.

      Gracias por avisar!

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    2. Hola Sarah, ya debería estar arreglado.

      Gracias de nuevo

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