domingo, 23 de febrero de 2014

VI Carnaval de Geología

Ha finalizado el VI carnaval de Geología. Consulta los resultados de la votación al final de este artículo. 


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Esta semana finalizó el V Carnaval de Geología. Gracias a Pimen y su blog Carolus Dixit por la excelente organización y enhorabuena a los participantes más votados. Dicho esto, anunciamos con satisfacción que ya está aquí el...

VI Carnaval de Geología  

Logotipo del Carnaval de Geología

VI Carnaval de Geología
Participar es muy sencillo y sólo hay que seguir cinco reglas básicas.
  1. Puede participar cualquier blog o archivo publicable. La temática de este VI carnaval es libre, así que podéis aportar cualquier tipo de contenido relacionado con la geología.
  2. Las aportaciones pueden enviarse a @ageologicas, a @geocarnaval, dejarse como comentario en esta entrada o como comentario en la página de FB del carnaval.
  3. Toda participación deberá añadir un texto de este tipo: “Este post participa en el VI Carnaval de Geología alojado por  Aventuras geológicas en el Cuaternario“. También puede agregarse el logotipo del carnaval.
  4. Se permite todo tipo de material: fotografías, texto de referencia, libros…
  5. Se podrá votar por el Mejor Post de la VI edición durante un mes tras el cierre de la presente edición del carnaval.
Esta edición del carnaval tendrá lugar desde hoy (23 de febrero) hasta el 16 de marzo. Todas las entradas participantes se irán recogiendo al final de este post y se publicarán en el twitter del carnaval.
Declaro inaugurada la VI Edición del Carnaval de Geología.
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  1. El primer artículo participante en este VI Carnaval es de Pedro Castiñeiras (@petromet), que nos habla acerca de las nuevas ideas acerca del origen de la Luna, tan cercana y lejana a la vez. Aparece publicado en su blog en Investigación y Ciencia y lo podéis leer aquí: El origen de la Luna
  2. El segundo participante es Aventuras geológicas en el Cuaternario, con un artículo acerca de los materiales marinos tortonienses de la Cañada Méndez, en Agua Amarga (Cabo de Gata): Regreso al cabo de Gata: La Cañada Méndez
  3. El tercer participante es Marta Macho () que en su blog ZFT News nos descubre de forma poética un lago de origen meteórico y su importancia en el estudio del clima: El lago Elgygytgyn
  4. Tenemos cuarto participante: Cosmos-El Universo participa con un artículo acerca de un yacimiento argentino de meteoritos y la interpretación que los aborígenes hicieron de este fenómeno. La tenéis a vuestra disposición aquí: El campo del cielo
  5. ¡¡Y esto se anima!! Marta Macho () repite y en su blog ZFT News nos recuerda al descubridor del Hombre de PekínPei Wenzhong y el hombre de Pekín
  6. ¡Y otra más! Nahum Chazarra  (@nchazarra) aclara la confusión notablemente extendida en los medios de comunicación entre la intensidad de un sismo con su magnitud. Aquí la tenéis: Por qué lo quieren llamar intensidad cuando quieren decir magnitud
  7. Marta Macho () repite y en su blog ZFT News nos anuncia un acto para recordar que la Ciencia también es cosa de mujeres: Día internacional de las mujeres
  8. Nueva participación de Aventuras geológicas en el Cuaternario, con un artículo acerca del atolón de coral fósil del Hoyazo de Níjar: Regreso al cabo de Gata: El Hoyazo de Níjar
  9. EHFDQuímica  nos habla acerca del agua, esa molécula esencial para la vida, con un bonito recuerdo para un profesor de su juventud (sí, todos hemos tenido uno): Agua, molécula fundamental (V): biología y geología 
  10. Y tú que pensabas que el curling no tenía nada que ver con la geología...@geologoentuvida te hará cambiar de opinión: Un deporte geológico
  11. Nueva entrada de Marta Macho (y ya van tres). En esta ocasión en su blog ZFT News nos presenta las curiosas formas geológicas de un karst en areniscas (que haberlos, haylos): Las bandas de Möbius de Jaizkibel
  12. Pimen (@carolusdixit) estrena su blog colectivo "Un martillo en la mochila" participando en el VI Carnaval con una entrada destinada a evitar confusiones (bien o mal intencionadas): Magnesita de día howlita de noche
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Finalizado el VI Geocarnaval, tan sólo quiero agradecer a todos aquellos que han enviado un artículo su participación. Por otra parte, es de justicia hacer tres menciones especiales:

  • A Pedro Castiñeiras (@petromet) por su labor de promoción constante de esta edición del geocarnaval
  •  Marta Macho () que, con sus tres artículos, se lleva el premio a la participación
  • Y por último, hemos visto nacer un nuevo blog colectivo "Un martillo en la mochila": para la posteridad queda su primera entrada, destinada a participar en este Carnaval
Y dicho esto, tan sólo nos queda designar el artículo ganador de este VI Geocarnaval. Y para ello, A VOTAR!! Durante dos semanas estará abierto el periodo de votación (hasta las 12 de la noche del domingo 30 de marzo


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Ha finalizado el VI Geocarnaval y el pueblo ha hablado. Aquí tenéis los resultados de la votación para elegir el mejor artículo:


Procedamos, pues, a la entrega de premios. 

El artículo ganador del VI Geocarnaval con gran diferencia es de Pedro Castiñeiras (@petromet). Se trata de El origen de la Luna. ¡¡Enhorabuena!! Se lleva el diamante (honorífico)

En segundo lugar tenemos a Óscar Ercilla (@geologoentuvida) que nos ha mostrado el lado geológico del Curling: Un deporte geológico. Esperamos que disfrute de su Corindón.

El Topacio al tercer premio lo comparten ex-aequo Pimen (@carolusdixit) y Marta Macho () que respectivamente participaron con sus artículos Magnesita de día howlita de noche y El lago Elgygytgyn. Para partirlo, pueden pedir el diamante o el Corindón a los otros premiados.

Y sin más, con este sencillo acto de entrega de premios, finaliza el VI Geocarnaval. Doy  las gracias a todos los participantes y desde el orgullo de haber podido acoger esta edición espero verles a todos de nuevo en el VII Geocarnaval.
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domingo, 16 de febrero de 2014

Regreso al cabo de Gata: La Mesa de Roldán y otros lugares extraordinarios


[Este artículo participa en el V Carnaval de Geología alojado por Pimen en Carolus Dixit]

En Viaje Alucinante II Asimov pone en boca de uno de sus personajes el siguiente proverbio: si la corriente te lleva donde quieres ir, no protestes. Y esa fue exactamente la situación en que me encontré el pasado mes de septiembre, cuando en el curso de mi periplo laboral de un extremo a otro de España pasé un par de días en Agua Amarga y Carboneras. Y es que, ¿acaso no constituye el cabo de Gata y por extensión toda la provincia de Almería un auténtico paraíso geológico? Yo ya había tenido ocasión de visitar la zona más occidental del geoparque, en particular el propio cabo y las playas de Mónsul y los Genoveses, además de la Rambla de las Amoladeras: ¡qué terrible sensación marcharse de Almería cuando uno sabe que podría pasar semanas recorriendo estas tierras! Por ello, en esta ocasión estaba resuelto a aprovechar la menor oportunidad para explorar los alrededores. Y naturalmente, estando en Agua Amarga el primer objetivo estaba claro: la Mesa de Roldán.

Mesa Roldán desde Agua Amarga
La Mesa de Roldán desde Agua Amarga

La Mesa de Roldán constituye un ejemplo excelente de como la Tierra registra acontecimientos pasados. En este caso las rocas cuentan con tanta fidelidad la historia del lugar que ponen de manifiesto sin ninguna duda el gran desajuste entre la escala del tiempo humano y el geológico, diferencia que explica la falsa sensación de inmutabilidad con la que la mayoría de las personas contemplan su entorno.

Y es que, al mirar este promontorio junto a la costa no hacemos más que  mirar un volcán submarino coronado por un arrecife, testigos de un tiempo más cálido y agitado.

La historia es conocida y puede encontrarse contada en detalle en otros lugares. Recomiendo especialmente la guía de La Cuenca de Almería-Níjar [1]. A modo de resumen diremos que hace entre 7,5 y 6 millones de años, cuando ya había pasado la principal fase de vulcanismo que dio lugar al Complejo Volcánico del cabo de Gata, una segunda fase algo más suave originó una serie de relieves submarinos. La calidez del clima en aquel entonces propició que, sobre estos volcanes sumergidos se desarrollasen arrecifes coralinos gracias al clima favorable y las óptimas condiciones de profundidad. Posteriormente, la actividad tectónica originada por la convergencia entre la placa africana y la euroasiática desplazó este archipiélago volcánico (y sus elementos no emergidos, como lo que sería la Mesa de Roldán) hasta su posición actual, a lo largo de un accidente tectónico conocido como Falla de Carboneras. Muchos otros cambios han tenido lugar hasta que el paisaje ha llegado a ser el que vemos, como la desecación del Mediterráneo hace aproximadamente 5 Ma (episodio conocido como crisis salina del Messiniense) y la elevación general del Este peninsular que provocó la emersión definitiva del terreno (con una fase erosiva adicional intermedia).

Satélite
Trazado aproximado de la falla de Carboneras. Esta falla señala el contacto entre el Complejo Volcánico del Cabo de Gata y el resto de Iberia. Se ha desplazado ligeramente para mostrar la traza real, visible en la vista desde el satélite. Fuente: Google Earth


Así pues, cuando ascendemos por la Mesa es como si viajásemos al pasado y, convertidos en buceadores, subiésemos desde las profundidades hacia la superficie, encontrando primero las rocas volcánicas que constituyen el relieve original y, por último, no un arrecife, sino dos: el Complejo Arrecifal y el Complejo Terminal (formados en momentos diferentes). Entendemos, ahora, la superficie plana que constituye la cima del promontorio, y que no es sino la profundidad en la cual el arrecife se mantenía en equilibrio entre la fuerza constructora de sus habitantes y el límite que el oleaje imponía a su crecimiento…

Mesa Roldán playa Muertos
La Mesa desde la playa de los Muertos. Se ha señalado el contacto entre los materiales ígneos subyacentes y las dos bioconstrucciones (el Complejo Recifal y el Complejo Terminal) separados por un contacto erosivo


Un buen lugar para observar los materiales volcánicos que dieron lugar en primer lugar al paisaje que ahora contemplamos es la playa de los Muertos. El acantilado de detrás de la playa está formado por la acumulación de material volcánico en la forma de brechas. Resulta que el vulcanismo del cabo de Gata es diferente al que encontramos, por ejemplo, en Cofrentes (ver aquí la descripción de este afloramiento). Su color claro es lo primero que lo distingue del valenciano. Aquí el magma tenía una composición distinta, con mayor contenido en sílice, lo que le confería una mayor viscosidad y reducía su capacidad de fluir. En el límite, esto puede llegar a suponer que las erupciones tengan un carácter explosivo, lo que no parece ser el caso en la Mesa de Roldán. En el caso de la playa, encontramos guijarros y bloques que han sido retrabajados por el mar, constituyendo conglomerados de una roca denominada andesita.

Los Muertos
La playa de Los Muertos


Conglomerados andesíticos
Conglomerados de cantos andesíticos en la playa de Los Muertos

Podemos ascender a continuación hacia la Mesa. En nuestro caso seguimos el sendero habilitado al efecto, que se separa de la nueva carretera que conduce al faro para discurrir por el antiguo vial, ahora fuera de servicio.

Mesa de Roldán
La Mesa desde el aparcamiento junto al acceso a la playa

En algún punto del sendero encontramos, por encima de los conglomerados andesíticos procedentes del domo, una calcarenita formada por restos esqueléticos: equínidos, moluscos bivalvos, brioozos y fragmentos de coral. Se trata del talud del arrecife, formado por materiales arrancados del mismo durante las tormentas y depositado al pie.

Contacto andesitas - bioclastos
Contacto entre las andesitas de base y las calcarenitas de origen recifal

Veamos un par de detalles de las rocas que constituyen las faldas de la Mesa de Roldán. En primer lugar, las andesitas. Se trata de una roca extrusiva de grano medio en la que se aprecian muy bien los granos de feldespato, el cuarzo (estos de color claro) y los (en este caso) piroxenos, de color oscuro.

Andesitas
Detalle de las andesitas


Y por encima, las calcarenitas.

Calcarenita
Detalle de las calcarenitas

Más adelante aparece la propia pared del Complejo Recifal, una auténtica bioconstrucción en la que destacan los tubos de serpúlidos (un cierto tipo de gusanos). Es entretenido fijarse para tratar de identificar a los propietarios de estos esqueletos…

Caliza bioclástica
Caliza bioclástica del Fore-reef del Complejo Recifal


Un poco más adelante miramos hacia arriba. Vemos que el arrecife y estructuras asociadas han sido desmanteladas en esta parte de la ladera, exponiendo el antiguo domo volcánico. Por encima de las andesitas una formación más clara corona la ladera: es el último arrecife que se formó sobre el relieve submarino, formación conocida como Complejo Terminal.

Arrecife superior
El Complejo Terminal en contacto sobre el domo anedesítico

Más adelante el sendero gira por la cara oeste de la Mesa. Desde aquí distinguimos perfectamente la pendiente del fore-reef correspondiente al Complejo Arrecifal.

Complejo Recifal
El Complejo Recifal. Se aprecia su pendiente original coincidente con la ladera del armazón recifal

Pronto estamos en disposición de examinar el Complejo Terminal por nosotros mismos. El principal organismo constructor es el coral Porites, pero también encontramos bivalvos, gasterópodos y otros vecinos del arrecife. En su parte superior el coral aparece en parches que alternan con una sucesión de calcarenitas oolíticas y estromatolitos.

Detalle arrecife
Parche recifal del Complejo Terminal

Y ahora, un detalle. Las calcarenitas bioclásticas oolíticas y los estromatolitos corresponden a la coronación del complejo terminal. Aparecen intensamente brechificados y con evidencias de una costra caliza. Esto se ha interpretado como evidencia de un periodo de emersión con intensa erosión entre el Mioceno y el Plioceno.

Coral y calcarenita
Detalle del parche anterior. Los huecos corresponden a los moldes del coral.



Estromatolito
Otro detalle de lo que podría ser un marche estromatolítico (o bien, alternativamente, tener un origen inorgánico por precipitación de carbonato cálcico en el proceso de karstificación tras la emersión del arrecife. Es difícil decirlo a simple vista)


Tuve tiempo de hacer algunas fotografías desde arriba. Llama la atención que, como en otros tanto lugares únicos, se ha destruido parte de nuestro patrimonio para emplearlo como material de construcción. Un material que, por otra parte, se podría haber traído de otro lugar. En este caso parte del Complejo Terminal se utilizó en la construcción del puerto de Carboneras.

La cantera
La cantera en el Complejo Terminal


Faro
El Faro de la Mesa de Roldán, edificado sobre el Complejo Terminal


Mirando hacia el suroeste vemos los vestigios de otros arrecifes contemporáneos desarrollados sobre relieves volcánicos submarinos, como el de La Rellana y, más allá, el propio cabo de Gata. Entre ambos está Agua Amarga, que en el Messiniense representaba una zona más profunda entre los arrecifes donde se depositaban materiales procedentes de los mismos. Curiosamente, sobre los volcanes del sur del parque no se encuentran restos de arrecifes.

Vista hacia el Cabo
Vista hacia el suroeste. En el centro de la imagen se aprecia el caserío de Agua Amarga. Al fondo La Rellana, y a la izquierda de la imagen, el Cabo de Gata


Como hemos dicho, en su movimiento la falla de Carboneras desplazó el Complejo volcánico de Gata hasta terminar formando, en el Plioceno, una estrecha bahía entre la costa del continente y el archipiélago. Con el tiempo el brazo de mar se fue colmatando con materiales procedentes de la erosión de los terrenos emergidos que lo delimitaban y, finalmente, acabó por desaparecer con la elevación generalizada de la costa, dando lugar al territorio que se extiende entre a nuestros pies al mirar hacia el noroeste. Es increíble pensar que hace no demasiado tiempo (en una escala geológica) nos encontraríamos en una isla mirando hacia la lejana costa de Iberia sobre una bahía rebosante de vida.

Vista noroeste
Vista hacia el noreste. El talud recifal descendía hacia el fondo de la bahía justo delante de nosotros. Al fondo, la falla de Carboneras coincide en su trazado con la Serrata de Níjar


Ciertamente, este paisaje es extraordinario: su aridez actual es precisamente lo que nos permite descubrir un pasado muy diferente.

En una próxima entrada seguiremos recorriendo este antiguo paisaje submarino, caminando por el fondo de una bahía ya desaparecida.

Referencias:

[1] Rasgos geológicos de la cuenca de Almería-Níjar. Varios autores. Excelente descripción de la geología de la cuenca con una completa relación de puntos de interés con su descripción detallada.

[2] Messinian coral reefs and erosion surfaces in Cabo de Gata (Almería, SE Spain). M. Esteban y J. Giner. Actas de geología hispánica, t. 15 (1980)

[3] Guía del Geolodía Almería 2013. La Mesa de Roldán, el arrecife perdido.

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domingo, 19 de enero de 2014

El lago de As Pontes


Uno de los lugares que he tenido ocasión de visitar este otoño durante mi periplo por España es el complejo minero-eléctrico de As Pontes, en Galicia. Bueno, en realidad, ya sólo es un complejo de generación eléctrico integrado por una central térmica de carbón y un ciclo combinado de gas. Si alguien se acerca a la zona buscando la mina no le será fácil encontrarla. Ésta ha iniciado una nueva vida oculta a la vista de todos.

Veréis.

La central de As Pontes tiene su origen en los años 40 del siglo XX. En aquel entonces se construyó una central térmica de 32 MW que empleaba como combustible el lignito extraído de la mina existente en el mismo lugar. Posteriormente, en los años 70, se construyó una nueva central de 1.400 MW, pasando el conjunto a titularidad de Endesa. Desde aquel momento, el complejo de As Pontes se convirtió en un elemento de primera magnitud en el sistema energético nacional. En esta central se quemó durante años exclusivamente el carbón extraído localmente, hasta que en los años 90 y por exigencias ambientales, principalmente para reducir las emisiones de azufre (en forma de SO2), se adaptó la planta para combinar este combustible con carbón de importación. Finalmente, tras décadas de explotación, las actividades extractivas finalizaron en 2007.

Todo en este lugar es superlativo. Tanto el régimen de lluvias (es uno de los municipios de España con mayor pluviosidad) como las dimensiones de la central (comenzando por la chimenea) hasta la magnitud de la mina. En este lugar se encuentra la mayor superficie cubierta de España, que no es otra que el parque de carbones de la central. La propia mina fue, hasta el fin de su explotación, la mayor a cielo abierto de nuestro país. En el momento de máximo desarrollo, el hueco minero llegó a medir 6 km de longitud con una anchura de 2,5 km, alcanzando una profundidad máxima de 235 m. Se extrajeron un total aproximado de 260 millones de toneladas de lignito. Pero no sólo lignito. También casi 700 millones de toneladas de material estéril, al que se buscó acomodo, junto con las cenizas de la central, en una escombrera exterior de 1.150 hectáreas de superficie. En conjunto, todo ello supone un impacto  visual gigantesco. Y sin embargo, alguien que desconozca los detalles y se aproxime a As Pontes no verá una inmensa cicatriz en la tierra, ya que desde entonces el fin de la explotación se ha acometido un formidable trabajo de restauración que ha transformado la mina en un lago y la escombrera en un terreno boscoso y de prados.

As pontes satélite
Vista satélite del lago de As Pontes. Fuente: Bing mapas

El caso es que tuvimos la suerte de que en la visita nos acompañase uno de los responsables que trabajaron en la explotación de la mina y que posteriormente trabajó diseñando y ejecutando la restauración lo que me permitió conocer de primera mano todos estos detalles.

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Panel expuesto en las instalaciones de Endesa que recoge algunos datos relativos a la mina
El llenado del Lago se ha efectuado con agua del río Eume y se ha prolongado durante ¡4 años! Tal es la magnitud del hueco que se ha inundado. Actualmente, éste tiene una profundidad de 206 m y un perímetro de 17,8 km.

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El lago con la central térmica al fondo
Existen todavía vestigios de la actividad minera. Por ejemplo, las excavadoras y apiladoras están acopiados en una zona junto al lago, esperando el momento en que se convertirán en chatarra. Este proceso es inevitable, a  la vista de los inmensos costes de su mantenimiento, inasumibles fuera de su contexto productivo. La visión de estos inmensos monstruos en perturbadora: como si se tratase de los restos de dinosaurios muertos hace tiempo pero que, por algún extraño conjunto, se mantuviesen aún en pie. Para que os hagáis una idea, estas máquinas pesan más de 2.500 toneladas y miden 35 m de altura.

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Excavadoras y apiladoras, esperando su destino final

Tuvimos ocasión de visitar, también, las antiguas instalaciones donde se gestionaba la explotación de la mina. Es curioso ver estos edificios, durante décadas centro de una actividad continua, ahora abandonados y desiertos. Salvo por el deterioro ocasionado por los años sin mantenimiento, algunas dependencias parece que acaban de ser abandonadas. Es casi como si, de un momento a otro, su antiguo ocupante fuese a regresar después de tomar un café.

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Antiguas instalaciones de gestión de la mina

El lignito extraído en As Pontes tiene su origen en una cuenca pantanosa existente en este lugar durante el Oligoceno, hace unos 29 millones de años. En el fondo de ese pantano se produjo una alternancia de capas de arcilla, arena y materia orgánica cuya acumulación constituye el depósito productivo explotado. En las oficinas todavía es posible ver una reconstrucción de la columna estratigráfica local.

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Columna estratigráfica del yacimiento

En la mina se hallaron multitud de restos fósiles, no sólo vegetales, sino también de vertebrados, como por ejemplo, partes de un Diplocynodon sp. Algunos se exponían en una vitrina en el acceso principal al edificio. Y esta vitrina sigue allí. Según nos contaron, las piñas fósiles se encontraban en gran cantidad y, una vez barnizadas, se entregaban como detalle de cortesía a las visitas.

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Vitrina con restos de fauna

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Más fauna, hojas y una piña fosilizada

En otras vitrinas se exponen algunas de las rocas características del yacimiento, como el propio lignito.

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Lignito procedente de la mina

Y no sólo rocas. También un modelo a escala de una de las excavadoras que, según nos comentaron, funcionaba alimentado con energía eléctrica, reproduciendo las maniobras de las máquinas originales. Fijaos en la botonera dispuesta al efecto en la esquina inferior derecha.

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El sueño de todo niño: modelo de una excavadora. ¡Y funciona!

En la pared de uno de los despachos todavía colgaba un mapa geológico de la explotación.

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Mapa geológico del yacimiento

También estaba expuesta una fotografía mural de la mina en pleno auge.

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Mural fotográfico de la mina en régimen de explotación

La intervención ha tenido en cuenta multitud de factores. Por ejemplo, la restauración de los cauces que fueron desviados durante la explotación de la mina. O la protección de las riberas frente al oleaje ya que, con las dimensiones del lago, la energía de las olas producidas por el viento no es algo que pueda pasarse por alto. Incluso se ha construido una playa para disfrute de la población.

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Panorámica del lago desde la playa de As Pontes

El proceso de restauración aún no ha finalizado. De hecho, el lago no se ha entregado todavía a la Xunta, por lo que sigue siendo titularidad de Endesa.

La verdad, quedé impresionado por el resultado de este ímprovo esfuerzo. Desconozco cuál será el resultado final. Pero teniendo en cuenta el necesario equilibrio que se ha de dar entre desarrollo y medio ambiente, me parece que esta es una dirección adecuada. Y, por cierto, lamento que en Cortes de Pallás, mi pueblo, no se acometiesen medidas con un celo semejante tras la finalización de las obras de la presa de Cortes II. Todavía hoy pueden verse canteras sin restaurar, edificios abandonados, acopios de material sin emplear el lugar en el que quedaron, trascurridos ya 25 años.

Aunque supongo que eran otros tiempos y que todos hemos cambiado.

Nota final:

Quiero agradecer a Ismael su amable atención y compañía durante la visita al complejo. Es gracias a él que he podido escribir este artículo. Si hay algún error, es exclusivamente mío por interpretar o recordar inadecuadamente la abundante información proporcionada.


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martes, 14 de enero de 2014

Un momento en el tiempo


Carnaval geología V
Este post participa en el V Carnaval de Geología alojado por Pimen en Carolus Dixit

A mediados de otoño el trabajo me llevó a realizar un viaje en coche desde La Coruña hasta Madrid. Ello forzosamente constituye un ejercicio de templanza: es muy difícil hacerse a la idea de que no nos es posible detenernos para recorrer esas montañas antiguas. Pero pude desquitarme. Pasé dos días en Ponferrada y tuve ocasión de aprovechar dos tiempos muertos para recorrer los alrededores. Naturalmente, la visita a Las Médulas es prácticamente una obligación. Pero alguien que vive rodeado de terrenos mesozoicos siente una atracción irresistible por el Paleozoico (supongo que el recíproco también cierto), de modo que me las apañé para echar un vistazo al congosto del río Sil.

En primer lugar ascendimos al Santuario de la Virgen de la Peña, construido en lo alto de un promontorio de pizarras negras ordovícicas desde el cual la vista es magnífica.

Embalse de la Bárcena
El embalse de La Bárcena desde el Santuario de la Virgen de la Peña, en Congosto. Al fondo, la central de Compostilla

Una vez allí convencí a mi compañero, poco habituado a este tipo de exploraciones, y ni cortos ni perezosos nos lanzamos de cabeza siguiendo una pista forestal que nos conduciría desde Congosto hacia Santa Marina de Sil. En este lugar el río Sil ha excavado un profundo cañón en pizarras y cuarcitas ordovícicas y silúricas, justo antes de que sus aguas sean represadas en el embalse de la Bárcena.

Cañón del Sil
El cañón del río Sil entre Congosto y Santa Marina del Sil

El camino de regreso lo hicimos por la antigua carretera que une estas dos poblaciones. Yo conducía, sometiendo a Andrés a la dura prueba de ver cómo uno es capaz de observar con detenimiento los taludes de la carretera a la vez que se evita caer por el precipicio al fondo del valle. Y entonces…¿es eso lo que creo? Paremos y echemos un vistazo.

Ripples
¡Ripples!

Efectivamente, allí, en el desmonte, estaban esos fantásticos ripples. Los había simétricos y asimétricos, metros y más metros de ripples. Esas rizaduras, maravillosamente expuestas, son el resultado de la acción de las aguas del mar al avanzar y retirarse con la marea en una costa muy distante en el tiempo y el espacio: la orilla de un continente, Gondwana, destinado a formar parte de Pangea tan sólo unos millones de años más tarde. Y un océano, el Reico, que desaparecería atrapado en la colisión que daría origen al supercontinente.

Ripples asimétricos
Ripples asimétricos. Escala: llaves en el centro de la imagen

Ripples simétricos
Ripples asimétricos. Escala: llaves en el centro de la imagen

Este momento, hace más de 430 millones de años, constituye una parada intermedia entre la glaciación de finales del Ordovícico, origen de la potente serie de pizarras negras del santuario, monótonas, sin asomo de vida, y la colisión continental que levantó los estratos dándoles la inclinación con que los vemos hoy en día. Otro vestigio de esta colisión son las intrusiones de granitos de Ponferrada, que podemos ver en los estribos de la presa del embalse, aguas abajo de donde nos encontramos.

Cerrada
Granito de Ponferrada en el estribo de la cerrada del embalse de La Bárcena

La geología se convirtió en ciencia cuando el Uniformismo se convirtió en su principio fundamental. Esa idea, la noción de que las rocas y estructuras que contemplamos son el resultado de procesos actuantes y observables en la actualidad, sigue siendo básica hoy en día. Ha tenido que acomodarse al descubrimiento de que, en ocasiones, simples sucesos de corta duración pueden tener consecuencias globales, comparables a las de fuerzas constantes actuantes durante intervalos de tiempo inimaginables. La versión actual del Uniformismo debe mucho al meteorito que puso fin al mundo cretácico (ya hablamos de ello al visitar el afloramiento del límite K/Pg).
Y también aquí, en el Congosto del Sil, tenemos la oportunidad de descubrir uno de aquellos momentos únicos que, unidos, constituyen el gran cuadro.

Lo confieso. Me fascinan los ripples. Así que pasé un buen rato examinando aquellas rocas puestas al descubierto al construir una carretera ahora casi abandonada. Pronto vi un punto en el que la capa superior estaba fracturada, lo que me permitió coger un pequeño fragmento de la misma. Fijaos bien en ella:

Muestra de mano
Muestra de mano de cuarcita con ripples

La mayor parte de esta porción de la orilla del océano Reico está constituida por arena, ahora transformada en cuarcita. Pero fijaos: sobre la cuarcita de color claro hay una pátina muy delgada de color negro, de un espesor aproximado de 1 milímetro. Recubre por completo a la cuarcita, tanto en el seno como en la cresta de los ripples (dónde apenas constituye una pátina oscura). Y esto nos da una pista para descifrar la historia que nos cuenta esta roca. Mi interpretación es la siguiente: una corriente de la marea que depositó la arena y formó los ripples. Cuando se detuvo al fin, algo de agua quedó retenida en el fondo de los canales que conducían a mar abierto y otras zonas deprimidas. Durante el tiempo de calma entre mareas el agua, ahora en reposo, liberó el sedimento fino que transportaba en suspensión. Ese fino barro recubrió por completo la arena del fondo del canal, constituyendo la capa negra que vemos ahora.

La geología es una ciencia superlativa. Todo en ella parece desbordar la escala del entendimiento humano. Sin embargo, la Tierra también tiene forma de registrar un instante, apenas unas horas, perdidas en la inmensidad del tiempo.

¡Qué maravillosa dualidad!
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viernes, 27 de diciembre de 2013

El Jardín de rocas de Alcorisa

Desde el verano he tenido que realizar una serie de viajes que me ha llevado de un extremo a otro de España. Literalmente. De Galicia a Baleares y de Barcelona a Gran Canaria, pasando por varios lugares intermedios. He empleado diversos medios de transporte: coche, ferrocarril y avión. Cada uno de ellos permite obtener una vista de la geología diferente, aunque por lo general el sentimiento que queda es de frustración, ya que con frecuencia uno ve lugares que merecerían parar y perderse a investigarlos un rato. En ocasiones, cuando el trabajo y las circunstancias lo han permitido, he podido aliviar esa frustración con alguna escapada para examinar los alrededores. Todo ello me ha permitido acumular cierta cantidad de material que iré presentando poco a poco. 

Uno de los lugares donde estuve fue en la localidad turolense de Andorra. Una visita fugaz, ya que apenas estuve 24 horas. Es terrible atravesar las Cuencas Mineras del Maestrazgo sin detenerse. Sin embargo, dio la casualidad de que en Alcorisa, localidad vecina de Andorra, acababan de inaugurar un Jardín de Rocas. Pues bien, aprovechando la última hora de luz del día me acerqué para verlo.

La idea tras el jardín es sencilla: mostrar parte de la geología local mediante una muestra de la diversidad de tipos de rocas que pueden encontrarse en la comarca. Ello nos permite, de paso presentar de forma resumida la historia geológica local en un viaje desde el Triásico hasta el Cuaternario. El Jardín se ha ubicado en el Parque del Lago y es posible recorrerlo mientras se camina por uno de los paseos del mismo.

Vista del sendero que atraviesa el Parque del Lago. A lo largo de él se encuentran las rocas que constituyen el jardín de rocas. Al fondo la localidad de Alcorisa.
En un primer panel se presenta un plano geológico del término municipal en el que se señala la procedencia de cada muestra. También una columna cronoestratigráfica para fijar el contexto temporal.

Primer panel del Jardín, con plano geológico del término y columna cronoestratigráfica para situar el origen de cada roca (click para ampliar)
Las muestras son de gran tamaño (casi métrico) y van acompañadas de un panel explicativo en el que, además de una versión del plano geológico dónde se cartografía la unidad origen de la roca, se da otra información útil como: litología, ambiente de formación, edad... Un ejemplo es el panel que acompaña a una de las rocas más abundantes del término: las areniscas terciarias.

Panel que acompaña a las areniscas terciarias y que sirve de muestra de la cuidada ejecución del jardín (click para ampliar)
De esta manera, cada roca del jardín queda perfectamente identificada. Podemos ver el resultado en las areniscas albienses de la Fm. Utrillas:

Muestra correspondiente a las Areniscas de Utrillas
La presentación sigue el orden cronológico de formación. De esa forma, la primera roca del jardín es una anhidrita triásica y la última la grava aluvial cuaternaria.


La primera roca del jardín es una anhidrita del Triásico...

...y la última una grava aluvial cuaternaria
En el jardín no sólo hay rocas, también se presentan algunos fósiles. En concreto, se destinan dos muestras a conjuntos paleontológicos. El primero de ellos, marino, es una preparación de ammonoideos en un bloque de hormigón (por razones obvias y lamentables, a la par). En el segundo caso se nos presentan fragmentos de troncos fosilizados en las arenas de Utrillas. En conjunto, ambas ejemplifican perfectamente la variación del paisaje 'local' a lo largo de la historia geológica.

Conjunto paleontológico marino: ammonoideos del Jurásico medio

Conjunto paleontológico continental: troncos fosilizados del Cretácico inferior
Mis compañeros de viaje también disfrutaron, creo, de la visita, a pesar del frío característico de la zona ( y eso que sólo era mediados de noviembre). Eso sí, tuve que soportar, como no, las tradicionales chanzas acerca de mi insistencia en desplazarnos desde Andorra retrasando la cerveza de rigor para ver 'piedras'.

Mis compañeros examinan con 'evidente interés' una lumaquela de ostreidos cretácica
Como resumen de la visita he de decir que parece una iniciativa fantástica, sencilla de realizar y de bajo coste. Sin duda, su valor didáctico excede con creces el esfuerzo de la realización del conjunto expositivo. Y lo más importante es que en esta localidad son conscientes del valor de la geología como recurso, más allá de las actividades mineras y energéticas tradicionales, tan importantes en la zona (donde la central térmica de Andorra es un motor económico de primera magnitud).

Estamos habituados a que se destinen fondos (posiblemente escasos, como siempre) a la difusión de otros tipos de patrimonio: cultural, botánico, faunístico, etc. Sin embargo, es verdaderamente raro encontrar algo como esto.

La joven ayudante de campo Inés tiene una colección de rocas. Naturalmente, mi intención no es que aprenda a reconocerlas de visu a su corta edad (aunque algún progreso hace) sino que aprenda a mirar, descubriendo que todas las rocas no son iguales, que hay muchas clases diferentes, cada una con unas características: tacto, color, textura. Hacemos lo mismo con las conchas que encontramos en la playa, con los insectos, con las plantas... En mi opinión, el reconocimiento de la diversidad es el primer paso para despertar la curiosidad y para, a continuación, descubrir el valor de la naturaleza.

Enhorabuena al Ayuntamiento de Alcorisa y al resto de creadores y promotores de este pequeño museo al aire libre: el geólogo de Alcorisa Luis Moliner y el Geoparque del Maestrazgo (espero no dejarme a nadie, es lo que he leído en la prensa).

Por cierto que el Jardín está dedicado a la memoria del geólogo Juan Paricio.

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