Cuando se viaja de Valencia a Alicante por la costa hay un lugar que constituye un auténtico hito paisajístico y una referencia de primer nivel. Ya se viaje por la AP-7 o por la nacional N-332, entre la localidades de Calpe y Altea se ha de pasar por los túneles del Mascarat. En realidad, la autopista y la carretera nacional ofrecen dos perspectivas algo distintas. Por la primera de ellas el viajero que viene de Valencia recordará, sin duda, el impacto de salir del túnel que atraviesa la sierra de Bernia y encontrarse con la bahía de Altea ante sí, un espectáculo memorable. Pero muy posiblemente no recuerde que antes de entrar al túnel un pequeño viaducto le llevó por encima de un barranco, el barranco Salado. En cambio, el viajero que elije la nacional disfrutará de una experiencia aún más impactante ya que, antes de divisar la bahía, en lugar de un túnel atravesará tres. Dos de ellos están separados por un viaducto que salva un profundo tajo entre dos paredones verticales apenas separados por una decena de metros: el Cañón de Mascarat.
El Cañón de Mascarat constituye la frontera natural entre las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa y constituyó durante siglos un obstáculo formidable que obligaba a dar un considerable rodeo dificultando las comunicaciones. No fue hasta 1869 que se construyeron el primer viaducto y túnel, hoy en día cerrados. Más adelante, en 1915, se ejecutó el puente metálico de celosía del ferrocarril y en 1967 los de la nacional.
El espectacular tajo de l'Estret de Mascarat visto desde el lado de aguas abajo del barranco. A la izquierda la terminación meridional de la sierra de Bernia. |
Desde luego, nos encontramos ante un paisaje muy singular. Pero como suele ocurrir, el sustrato del paisaje es geológico, aunque no se perciba como tal, y detrás de paisajes tan espectaculares como este suele haber una geología aún más espectacular cuyo descubrimiento acrecienta el asombro del observador. Así pues, ¿qué es el cañón del Mascarat?
El cañón de Mascarat es un estrecho congosto o garganta formado por el barranco Salado muy cerca de su desembocadura en el Mediterráneo. Para visualizar este fenómeno geológico se requieren dos perspectivas: una, cercana, desde el propio cauce, y otra, más alejada, que nos permite entender el contexto y descubrir lo engañoso del nombre. Este verano Melanie Strauss, del periódico Costa Blanca Nachrichten, me pidió que la acompañase a recorrer el cañón para aportar un punto de vista geológico a la ruta. Le anticipé que, si bien el lugar merecía la visita, en realidad el recorrido es muy corto: y es que el congosto del Mascarat cumple con una de las dos características que asociamos a un cañón (el encajamiento de un curso de agua) pero no la segunda (tiene una corta longitud, de menos de 500 m). Por eso, la denominación local de estret (estrecho) es mucho más apropiada.
Para visitar l’Estret se debe acceder desde la urbanización de Mascarat, ya que constituye un fondo de saco del que no es posible salir al atravesarlo, siendo necesario volver sobre nuestros pasos. Conforme avanzamos sobre el fondo del cauce del barranco Salado o barranc Salat (completamente seco) las paredes se van cerrando sobre nosotros. Se trata de las calizas del Oligoceno-Eoceno que ya encontramos en tantos lugares como el peñón de Ifach, Oltà y la propia sierra de Bernia. Si observamos las calizas veremos que están muy karstificadas, afectadas por procesos de disolución que dan lugar a oquedades y algunas cuevas bastante llamativas colgadas a bastante altura. Antes de entrar a la zona más encajada vemos las calizas presentan una pátina grisácea que desaparece a un par de metros del cauce: es una evidencia del nivel que el agua puede alcanzar en épocas de crecida. El impacto de los clastos transportados por la corriente pule las calizas, mostrando el color blanquísimo que las caracteriza en superficies inalteradas. El cauce se va estrechando conforme avanzamos y he de reconocer que eso, junto con el rumor constante del tráfico sobre nuestras cabezas, produce cierta sensación de sobrecogimiento.
El barranco se estrecha conforme avanzamos. En las paredes se observan evidencias de procesos de karstificación, como marcas de disolución y oquedades que, en algún caso alcanzan buen tamaño. |
Finalmente llegamos a la zona más profunda y estrecha del congosto. Se trata de una auténtica ranura de más de 60 m de profundidad que tan sólo tiene uno o dos metros de anchura en el fondo. Las paredes están totalmente pulidas por el impacto de la carga de materiales transportada por las crecidas que, recordemos, es la verdadera causa, junto con la energía de la masa de agua, de que este elemento sea capaz de excavar de semejante manera en las duras calizas. Dejemos hablar ahora a las imágenes conforme avanzamos hacia el interior del estrecho.
Paso estrecho bajo el puente del ferrocarril. Parece increíble que un barranco que está seco la mayor parte del año haya podido encajarse de esta forma. |
Estribos del puente de la nacional. |
Hacia el final del estrecho (o, mejor dicho, de la zona transitable) es evidente que las calizas poseen un aspecto brechoide que me pareció que podía atribuirse a la presencia de una falla aprovechada en este punto por el barranco.
Brechas que evidencian la existencia de una falla aprovechada por el barranco. |
Hasta aquí el asombroso recorrido a través de l’Estret. Pero si queremos obtener una visión completa del mismo, no tenemos más remedio que ganar perspectiva alejándonos para obtener una visión global. Así es como se ve l’Estret desde Oltà (una montaña que ya visitamos, podéis repasar aquí la historia).
Ahora podemos ver claramente lo que ya comentamos antes: lejos de tratarse de un cañón largo y estrecho, L’Estret es un corte a través del cual el barranco Salado atraviesa el formidable obstáculo que constituye la terminación de la Sierra de Bernia para llegar al mar. Es lo que en inglés se conoce como water gap (de los cuales el más famoso es del río Delaware, en los Apalaches de Norteamérica). Con la ayuda de un modelo digital del terreno nos es posible comprobar desde cualquier punto de vista cuán increíble resulta la forma en que un cauce que en la actualidad no lleva agua en superficie durante la mayor parte del año ha conseguido atravesar la imponente muralla caliza de la sierra.
Por otra parte, l’Estret no es un water gap al estilo de los que han abierto los ríos que atraviesan los Apalaches, ya que posee características que lo asemejan a otra forma de erosión fluvial: los slot canyon. Como su nombre indica (cañones de ranura) se trata de cursos encajados en los cuales la profundidad es mucho mayor que la anchura. En el oeste de Estados Unidos hay muchos de ellos y quizá el más famoso sea Antelope Canyon, que seguro que habéis visto representado en mil fotografías ya que el juego de la luz sobre la arenisca rojiza los hace extremadamente fotogénicos.
Sin embargo, la pregunta fundamental que uno se formula, y donde reside la verdadera esencia de l’Estret, es esta: ¿por qué a través? ¿por qué no rodear semejante obstáculo? Después de todo, siempre hemos oído decir que el agua sigue el camino de mínima resistencia, ¿no? Un observador situado en un lugar adecuado, como el Peñón de Ifach, tiene un inmejorable punto de vista para verificar hasta qué punto esto posible. Es decir, ¿realmente el barranco Salado no ha tenido más opción que encajarse?
Y los modelos del terreno no hacen sino aumentar nuestra incredulidad y asombro. ¿Por qué el barranco Salado fluye contra la sierra de Bernia en dirección sur en lugar de rodearla girando hacia el sureste? ¿Por qué enfrentarse a las duras calizas del Oligoceno-Eoceno en lugar de acometer las margas del Mioceno de la base de Oltà, mucho más deleznables, a los pies de la sierra de Toix? En este tipo de casos, hasta la invocación habitual al Uniformismo (causas que actúan a pequeño ritmo pero sobre grandes periodos de tiempo) parece fallar.
Para terminar de presentar el caso, es hora de echar un vistazo al mapa geológico. En él podemos apreciar como l’Estret separa la Sierra de Bernia de la sierra de Toix, que constituye su terminación meridional. También podemos ver un sistema de fallas que discurren aproximadamente de norte a sur y que delimitan un bloque hundido, claramente visible en los modelos digitales y en las fotografías. Sobre este bloque se asienta lo que queda del Castellet de Calp (apenas una pared). Una de esas fallas desplaza toda la sierra de Toix hacia el sur a causa de su carácter transcurrente (hablaremos más adelante de esta falla).
Toda la zona se enmarca dentro de una estructura conocida como sinclinal de Benissa (llamado de Calpe en su cierre suroccidental) mientras que el núcleo está ocupado por las margas, margocalizas y calizas arenosas en facies Tap del Mioceno (un vestigio de cuando el mar Mioceno invadió la zona). La estructura sigue una dirección aproximada NE-SW (que condiciona el trazado de la AP-7 en la zona). Los flancos están afectados por fallas que delimitan escalones de bloques hundidos, especialmente hacia la costa (esto es importante, como se verá más adelante).
Corte geológico del sinclinal (más propiamente un sinclinorio) de Benissa. A la izquierda la sierra de la Solana. Fuente: Hoja 822 - Benissa. MAGNA. IGME. |
Sección simplificada del sinlcinal de Benissa acotando los dominios A y B mencionados en el texto. Tomado de [1] |
En última instancia, estructuras como el sinclinal de Benissa o la sierra de Bernia (y el resto de las montañas de Las Marinas) tienen su origen en la colisión continental entre África y Europa que atrapó la microplaca ibérica entre medias, un proceso que tuvo lugar durante el oligoceno y todo el Neógeno.
Bien, hasta aquí el contexto geológico. Volvamos a lo nuestro.
La explicación que se da a water gap típicos como los de los Apalaches es la de la existencia de un relieve previo ya desmantelado que fijó en un momento determinado el curso del río de forma que, cuando éste se encontró con los materiales más duros infrayacentes, ya no tuvo más remedio que continuar excavando en su cauce prisionero, por así decir, de su propio valle (lo que se llama un cauce superpuesto). En otros casos se ha mostrado que un water gap se ha formado cuando dos cursos de agua que fluían en direcciones opuestas han excavado el relieve que actuaba como divisoria, hasta que la erosión remontante ha hecho que uno de ellos alcance la cabecera del otro, capturándolo y dando lugar a un único río que atraviesa de lado a lado la divisoria.
Por otra parte, los factores que controlan la formación de slot canyons no están del todo establecidos, aunque se citan los siguientes:
- La isostasia, o velocidad a la que el terreno se eleva en una zona y que provoca como respuesta que un curso fluvial deba encajarse para buscar su nivel de base.
- Un descenso del nivel de base (la referencia de potencial cero que determina la energía disponible para el río, como un lago, el mar u otra corriente en la que desemboque).
- La carga de sedimentos que transporta.
- El grado de consolidación de los materiales que atraviesa el curso fluvial.
Para complicar más la cosa, todos los factores anteriores se combinan existiendo realimentaciones entre unos y otros que hacen que sea difícil asignar un único factor.
En el caso del barranco Salado y l’Estret, no he encontrado ninguna referencia que presente el caso aportando algo de luz, así que voy a exponer mi opinión personal.
A la vista del mapa geológico, parece claro que la falla que separa Bernia de Toix es un elemento esencial. El barranco Salado fluye en dirección sur/sureste en paralelo a la sierra de la Solana hasta que alcanza el espolón meridional de la sierra de Bernia. Entonces gira al suroeste flanqueando el obstáculo que lo separa del mar, tal y como uno esperaría. Pero entonces es interceptado por la falla y cambia su curso de forma brusca, fluyendo de forma perpendicular a la sierra y paralelo a la falla hasta que alcanza el otro lado. La falla afecta al barranco de dos formas: por un lado la roca alterada constituye un material más propenso a la erosión y por otra ofreció en su momento un camino alternativo hacia el mar que quizá hizo que el primitivo barranco abandonase un cauce como el propuesto que le hubiese llevado a desembocar en el mar al norte de la sierra de Toix.
El control estructural se ha ejercido de otras formas. El litoral entre el cabo San Antonio y Bernia está afectado por toda una serie de fallas que escalonan el litoral y dan lugar, por ejemplo, a los acantilados tan espectaculares de la sierra de Toix. Estas fallas han sido activas en tiempos recientes y, junto con las variaciones del nivel del mar cuaternarias han contribuido a la incisión activa de la red fluvial que ha respondido a las variaciones del nivel relativo del mar mediante procesos de erosión remontante (y es que, en contra de lo que pudiera parecer, los ríos se encajan desde la desembocadura hacia su cabecera, por lo que son muy sensibles a los cambios que afecten a la cota que les sirve como referencia de energía potencial).
Según Martínez Gallego et al. [1] es en el Pleistoceno Inferior-Medio cuando la actividad neotectónica de las fallas de este sector provocan la reordenación de la línea de costa. Hasta ese momento, según estos autores, la red fluvial seguiría una orientación hacia el norte. sin embargo, a partir de aquel momento, la fracturación del litoral produciría una separación en dos dominios de los cuales el primero (A) mantendría las características previas (controladas actualmente por el río Gorgos) mientras que el segundo (B), junto al litoral, desarrollaría una nueva red fluvial muy encajada, perpendicular a los sistemas de fallas. Posteriormente la erosión remontante hace que estos últimos lleguen a capturar los cursos de corrientes del dominio A. A este segundo caso corresponde el tramo final del barranco Salado, que por tanto (mi hipótesis) pudo fluir en sentido contrario actual hasta que la aparición de la falla de l’Estret cambió su curso haciéndolo fluir tal y como lo hace hoy. Lamentablemente, no quedan casi evidencias de aquella red de drenaje previa dado el grado de desmantelamiento de los posibles materiales depositados por aquellos cursos pre-Pleistocenos. No obstante, aguas arriba del cañón, en las inmediaciones del paraje conocido como La Pedrissa y junto al sendero que asciende hacia el Coll de Faixuc encontramos los restos de una antigua terraza aluvial del barranco. Aparece colgada en la ladera nororiental de Bernia y es actualmente aprovechada para campos de labor, a la cota +140, 20 m sobre el cauce actual. El barranco se ha encajado en su antigua terraza haciéndola casi desaparecer.
Materiales de la terraza fluvial del barranco Salado cerca del paraje de La Pedrissa. Bien valdría la pena estudiarlos. |
¿Qué papel juega la superposición fluvial en este caso? Pues si bien en el caso de l’Estret el control estructural parece claro, ello no excluye la posibilidad de la existencia de fenómenos de superposición. El barranco Salado guarda una sorpresa, y es que no existe un único water gap, sino dos. Si remontamos el cauce hacia el norte, más allá de Oltà, podemos ver esto:
¿Es posible? A la derecha de la imagen vemos otra entalladura profunda, esta vez en la sierra de la Solana. Y si lo vemos desde más arriba no hay duda acerca de su naturaleza. El barranco Salado atraviesa la sierra de forma perpendicular, reproduciendo el patrón que ya vimos en Mascarat, pero esta vez sin fallas asociadas. En este caso nos hayamos ante un water gap ‘traditional style’. De ser correcta la hipótesis sobre la captura fluvial del barranco Salado, es posible que este water gap fuese excavado por el primitivo barranco en su curso hacia el norte (donde se encuentra el Gorgos) antes de que se produjese la inversión de la corriente (una posibilidad que me resulta plausible a la vista del contexto hidrogeológico).
La única referencia que he localizado que trate el asunto del barranco Salado es obra de Concepción Bru Ronda y data de 1983 [2]. En este artículo se plantea la evolución de la red fluvial reconociendo la división en dominios mencionada anteriormente. En lo relativo a l’Estret se identifica el control estructural total que el relieve ejerce sobre el mismo, pero no se atribuye ningún papel a la superposición, ya que se atribuye el estrecho de La Solana a una falla, al igual que ocurre en Mascarat. Esa falla, sin embargo, no aparece en la cartografía del IGME (no he visitado el lugar) Tampoco se dice nada sobre la posibilidad de un barranco Salado ancestral que fluyese en sentido contrario al actual.
¿Qué decir del resto de factores? Comencemos por la isostasia. El sector de costa donde se encuentra l’Estret se está levantando a una tasa media de 3 cm cada 1.000 años [3]. 3 cm puede parecer poca cosa y 1.000 años mucho tiempo, pero consideremos que para la escala temporal en la que se enmarca la formación de l’Estret (Pleistoceno inferior-medio) esa tasa supone 30 m en 1 millón de años (la diferencia de cota entre la base del barranco y las crestas que lo rodean, en el punto de mayor profundidad, ronda los 100 m). Eso explica, junto con las fallas que hunden los bloques de la costa (650 m de desnivel en apenas 11 km de recorrido), las grandes pendientes que han favorecido la erosión remontante.
Por último, hemos de hablar del factor climatológico. En el litoral afectado los fenómenos de lluvias torrenciales del otoño, asociados al calor acumulado en el Mediterráneo tras el verano (la famosa gota fría, ahora llamada DANA) da lugar a precipitaciones torrenciales donde no son infrecuentes registros de 200 mm/m2 en 24 h. El estudio de inundabilidad elaborado por la localidad de Altea [4], que posee parte de la cuenca del barranco Salado, nos ayuda a precisar más. Los modelos meteorológicos aplicados confirman una estimación de precipitación máxima superior a 222 mm para un periodo de retorno de 100 años. El modelo hidrológico aplicado da como resultado, en la sección correspondiente a l’Estret de Mascarat, un caudal máximo de 123,0 m3/s, que se elevan a 227 m3/s para un periodo de retorno de 500 años.
Geológicamente hablando, la diferencia entre un periodo de cálculo de 100 o 500 años es irrelevante. A efectos de comparación, recordemos que el caudal medio del río Gualdaquivir es de 164 m3/s. Imaginemos ahora 1,5 ríos como el Guadalquivir fluyendo por la estrecha ranura que visitamos al comienzo del artículo, y entenderemos que la capacidad de transporte de estos cauces, y por tanto de erosión, sea ingente (casi inimaginable): otro factor que se une al resto para explicar la formación de L’Estret.
Como un último guiño humorístico, en el cauce del barranco, aguas arriba de l’Estret, se ha construido una nueva infraestructura para el abastecimiento de agua potable de la localidad de Calpe: la desaladora del barranco Salado.
El barranco está salado, ¿quién lo desalará? |
Sin embargo, más allá de la evidente broma, hay un punto de interés aquí. Y es que el agua que desala la desaladora procede de un pozo que penetra en el acuífero de la depresión de Benissa. Sólo recientemente se ha comenzado a estudiar en detalle este acuífero [5], pero es evidente que está afectado por procesos de intrusión marina por el flujo de agua del Mediterráneo hacia la calizas que lo forman, un proceso característico de la dinámica natural de esta masa de agua acrecentado (quizá) por la sobreexplotación de los últimos años. Sin embargo, y aunque no he localizado bibliografía al respecto, no es esta agua salobre la que da nombre al barranco (parece lógico pensar que ese nombre se debe a la propia agua que corría por el cauce o a surgencias en su proximidad inmediata). La fuente más probable de las sales que pudiesen haber motivado el nombre son los materiales del Keuper, que afloran en la zona a causa de la proximidad del diapiro de Altea y los cuerpos procedentes del mismo que aparecen incluidos en los olistostromas y otros cuerpos deslizados precisamente a favor del diapirismo. Se trata de otra curiosidad más de este barranco que, por lo demás, no lleva agua porque, como es visible con los vertidos que realiza la propia desaladora, discurre por calizas tan karstificadas que el agua de escorrentía se acaba infiltrando y pasando a formar parte del acuífero.
Y hasta aquí nuestra visita a l’Estret. Como veis, no hay demasiada información sobre este barranco tan espectacular. Si alguien puede realizar alguna aportación complementaria que no dude en ponerse en contacto o comentar.
Este es un artículo más que se añade a una serie acerca de la geología de las montañas de Las Marinas. Para conocer el contexto e historia geológica con más detalles, especialmente del Oltà y el Peñón de Ifach, recomiendo visitar otras aventuras en el blog:
Referencias:
[3] Mapa y memoria 848 Benidorm del MAGNA. 2008. IGME.
[4] Estudio de inundabilidad. Plan general de Altea. Fco. Javier Cuenca Pérez. 2015.
[5] Manantiales de la provincia de Alicante. Emilio Castillo Pérez, Irene Mª Marín Carrillo, Alberto Padilla Benítez, Joaquín Delgado Pastor. Diputación provincial de Alicante. 2007.
[5] Manantiales de la provincia de Alicante. Emilio Castillo Pérez, Irene Mª Marín Carrillo, Alberto Padilla Benítez, Joaquín Delgado Pastor. Diputación provincial de Alicante. 2007.
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Para mí lo que motiva la formación de ese cauce es la combinación de la falla con el modelado kárstico, la falla produce fisuras en la roca calcárea que el agua aprovecha para ir creando simas,canales y galerías,llegando a capturar al barranco salado.
ResponderEliminarEfectivamente, la karstificación es uno de los factores que ha participado en el proceso.
EliminarSaludos
Conozco un lugar donde el corte es arenisca del Bun y ocurrio algo parecido.
ResponderEliminarHay cantidad de 'estrets' en la Comunidad Valenciana, y especialmente en la provincia de Alicante. Una parte de ellos comparten origen con el de Mascarat.
EliminarUn saludo, Ximo
Hola Ximo... Podrías indicarnos donde está ese corte. Son formaciones espectaculares. El barranco del Mascarát lo conozco desde hace años y si no me quedara muy lejos el que tú conoces me podría acercar... Gracias
ResponderEliminarEstá cerca de Lucena del Cid, un lugar llamado El Ullal.Saludos.
ResponderEliminarGracias Ximo.
EliminarLo buscaré y seguro que será una bonita excursión para este invierno...
Saludos
Fantástico el artículo Óscar! Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSi te animas a preparar otro itinerario en la Marina Alta te acompaño.
Muchas gracias Vicenta. Cuidado que voy...
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